Aunque el régimen chavista prohibió hasta ahora la candidatura de la ganadora de las primarias opositoras, María Corina Machado, y de su sustituta, Corina Yoris, la Plataforma de Unidad Democrática (PUD) ratifica que esas son sus cartas para las elecciones presidenciales del 28 de julio e insistirá por todas las vías legales para lograrlo.
Sobre la hora límite para las postulaciones, la PUD inscribió al diplomático Edmundo González Urrutia, sólo como un “candidato tapa” que permita mantener la ficha partidaria en competencia y reemplazar el nombre del candidato hasta 10 días antes de los comicios, tal como estipula la ley electoral.
“No es verdad que ellos (chavismo) pueden hacer lo que les dé la gana e imponernos sus términos cambiando las reglas, violando la Constitución. Las leyes son muy claras: tenemos hasta diez días antes del 28 de julio para sustituir al candidato, y la pelea es peleando. Ahora es cuando hay tiempo”, dijo sobre el tema la líder opositora, que fue electa en primarias el año pasado con un apoyo contundente.
Pero, lejos de resultar un caprichoso reclamo de un adversario político, la aseveración de María Corina Machado está basada en lo señalado sobre las sustituciones y modificaciones de candidaturas en el artículo 63 de la Ley de Procesos Electoral de Venezuela, que reza textualmente:
“Las organizaciones postulantes podrán modificar las postulaciones que presenten y, en consecuencia sustituir candidatos o candidatas hasta diez días antes de ocurrir el acto electoral. A tales efectos, el Consejo Nacional Electoral tomará las medidas para informar a los electores y las electoras en el ámbito territorial al que corresponda la elección, sobre la modificación o sustitución realizada.
Previamente, el texto habilita la sustitución de candidatos en el artículo 62 por “fallecimiento, renuncia, discapacidad física o mental debidamente certificada por la autoridad competente o razones constitucionales y/o legales”.,
Aunque ya el régimen chavista, a través de sus distintos voceros, ha dejado clara su intención de evitar estos cambios, la oposición dijo estar decidida a mantener la defensa de la Ley y el reclamo de sus derechos para lograr una salida electoral en el país.
Hasta ahora el argumento del chavismo, para limitar a futuro la modificación de la candidatura opositora, es que el sustituto debe ser uno de los aspirantes ya inscritos para participar en el proceso. Es decir que, llegado el momento, González Urrutia debería ser reemplazado por alguien, por ejemplo, como Manuel Rosales, quien logró meterse a última hora en la contienda con su partido Un Nuevo Tiempo o por cualquiera de los otros 10 candidatos que le hacen el juego al régimen.
Pero el artículo 64 de la misma Ley establece, “sobre los requisitos exigidos al candidato sustituto o a la candidata sustituta”, que un reemplazo “constituye una nueva postulación y, en consecuencia, cuando el postulado sustituto o la postulada sustituta no sea un candidato o una candidata previamente admitido o admitida, deberá cumplir con los requisitos establecidos en la presente Ley y su Reglamento”.
Detalles clave
Estando claro el marco legal que sustenta las decisiones de la Plataforma Unitaria, hay detalles clave con los que la disidencia al chavismo deberá lidiar en el camino al 28 de julio. La primera parada será el próximo 20 de abril, cuando concluye el primer lapso para la sustitución de candidatos.
Si el antichavismo no logra resolver una candidatura antes de esa fecha, el cambio no se verá reflejado en el tarjetón electoral del 28 de julio. Es decir, que si, logrando superar los obstáculos impuestos por el régimen, se inscribe a Machado o a Yoris entre el 20 de abril y el 18 de julio, ni el nombre ni la foto de ellas aparecerá en la boleta; en su lugar seguirá figurando el nombre y foto de González Urrutia. Incluso, podría estar el de Manuel Rosales en la casilla del partido Un Nuevo Tiempo, si es que decide declinar sus aspiraciones en favor de la decisión de la PUD.
Sin embargo, este detalle parece ser una preocupación menor para quienes se enfrentan al chavismo y sus maniobras. Las fuerzas opositoras mantienen su reclamo centrado en una necesidad: tener un candidato que represente realmente a sus partidos políticos y sus militantes.
Recientemente, la Plataforma Unitaria Democrática denunció no tener aún un candidato oficialmente inscrito para competir en las elecciones del 28 de julio, pues abiertamente se sabe que González Urrutia se trata de un “candidato tapa”, nominado para guardar el espacio de la disidencia y ser sustituido en las próximas semanas.
Anticipándose a las manipulaciones chavistas, la coalición opositora alertó sobre una posible campaña de desinformación y mentiras alrededor de su candidatura para hacer ver que la coalición participará en los comicios del 28 de julio y confundir tanto a los venezolanos la comunidad internacional.
Sobre el asunto, la dirigente Delsa Solórzano dijo también que “aún no ha sido posible que la PUD inscriba una candidatura acordada por todos conforme a las reglas que rigen esta instancia unitaria, ya que no se permitió la inscripción de las únicas personas propuestas y aprobadas como posibles candidatos por la PUD, insisto, con base en nuestras normas internas”.
“Este no es un debate sobre calificaciones de persona alguna, por el contrario, se trata de garantías, de derechos políticos, los cuales se están violando al no permitir la inscripción de una candidatura presidencial de la unidad. Ello además, en flagrante violación del Acuerdo de Barbados que señala que cada factor tiene el derecho a elegir a su candidato”, explicó Solórzano, quien compitió contra Machado en las primarias opositoras del año pasado.
Pese a todas las dificultades y en una clara batalla en la que el régimen de Caracas avanza con ventaja por el abuso de poder, el antichavismo mantiene su apuesta por la vía electoral y clama por el cumplimiento del agónico Acuerdo de Barbados que, entre otros puntos, establece el respeto al candidato escogido por cada una de las partes.