El gobernador del estado venezolano de Zulia, el opositor Manuel Rosales, fue el último dirigente político en postularse como candidato para las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 28 de julio, informó este martes el partido político Fuerza Vecinal (FV).
Rosales -con el que se suman 12 aspirantes a la contienda- fue postulado por una agrupación diferente a la suya, de signo antichavista y llamada Un Nuevo Tiempo (UNT), que pertenece a la coalición Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la que denunció la imposibilidad de inscribir a la historiadora Corina Yoris como su candidata.
Fuerza Vecinal presentó la candidatura en un acto en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), sin la presencia del gobernador zuliano, que hasta el momento no se ha pronunciado sobre su candidatura.
“Lo hicimos en el último momento porque estuvimos tratando de conseguir el mayor consenso del candidato unitario y vamos a seguir trabajando para que ese candidato sea cada día más el que represente el tema de la unidad y el líder del proceso de cambio en Venezuela”, señaló Máximo Sánchez, representante de FV, al margen de la PUD.
Asimismo, dijo que durante la jornada del lunes mantuvieron conversaciones con representantes de UNT, lo que derivó en una “candidatura unificada”, sin aclarar si esta formación política, supuestamente bloqueada para presentar candidato, también postuló a Rosales.
Su recorrido
Manuel Rosales enfrentó al fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013) en las presidenciales de diciembre de 2006. Obtuvo 4,2 millones de votos, tres millones menos que el gobernante socialista, que surfeaba una ola gigante de popularidad.
Hoy, como entonces, espera aglutinar en torno a su candidatura a la mayor parte de la atomizada oposición, aunque esta vez el pegamento es María Corina Machado, líder indiscutible del antichavismo, pero obligada a enfrentar a Maduro en un costado.
El nombre de Rosales es una institución en el Zulia, feudo petrolero y el estado más poblado del país. Hugo Chávez irónicamente se refería a él como “el filósofo de Zulia”, aludiendo deslices de Rosales en sus discursos.
Regresó a la gobernación en las elecciones de 2021, cuando la oposición puso fin a una estrategia de dos años de boicot electoral. Se impuso al oficialista Omar Prieto, que aspiraba a la reelección.
Había sido gobernador entre 2000 y 2008, y alcalde de la capital del estado, Maracaibo, la segunda ciudad del país, entre 1996 y 2000 y luego desde 2008 hasta 2009, cuando partió al exilio, acusado de enriquecimiento ilícito.
La acción judicial siguió a amenazas de Chávez de encarcelarlo y poner fin a su carrera política, aduciendo que el opositor conspiraba en su contra.
Su liderazgo fue ocupado por otros actores, que también fueron desplazados con años de fracasos políticos y ahora tomó Machado.
Tras seis años en el exilio en Perú, y alejado de la confrontación con el chavismo, fue detenido al regresar a Venezuela en octubre de 2015. Dos años después cesó una inhabilitación política en su contra por corrupción, que le permitió volver a las urnas.
Los pactos con el régimen
Rosales pactó con el régimen chavista en varias oportunidades. Tanto es así que estuvo exiliado, volvió al país y le permitieron ser el gobernador del principal estado petrolero.
No tiene una buena relación con María Corina Machado dado que siempre jugó a impedir su avance. Intentó que las primarias se suspendieran y fue evidente que la traicionaría, aseguran analistas políticos venezolanos.
Igualmente no se descarta que ella termine llamando a votar por Rosales debido a que aparece como la única opción contra el dictador Nicolás Maduro.
Rosales forma parte de la coalición opositora pero dentro de ella es lo más vinculado al chavismo que hay. En el imaginario popular del venezolano, es muy rechazado: el votante opositor común lo considera un “traidor”.
“Maduro escogió al peor candidato opositor para que fuese extremadamente difícil que María Corina Machado transfiera sus votos”, aseguran analistas.