Más de la mitad de la población de Venezuela vivía aún en la pobreza en 2023, en un contexto de persistentes desigualdades de ingresos y desvanecimiento de los efectos de una tibia recuperación de la economía, según una encuesta de un instituto universitario.
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), publicada el miércoles por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), mostró que un 51,9% de la población del país seguía en la pobreza el año pasado, una cifra algo mayor a la de 2022.
Tras años de un colapso económico y elevada inflación que llevó a unas 7 millones de personas a abandonar el país, hubo una leve recuperación económica, pero no se redujo sustantivamente el número de pobres.
En 2022, la pobreza multidimensional, que incluye el nivel de ingresos, acceso a servicios, educación y salud, había sido del 50,5%.
Según el estudio, el año pasado se frenó la mejoría y menos hogares pudieron salir de la pobreza, pese a la existencia de algunos planes sociales de transferencias de dineros y distribución de comida.
“Si es verdad que las transferencias (directas del Estado) han aumentado, pero deberían concentrarse en los sectores vulnerables”, dijo Luis Pedro España, sociólogo e investigador de ENCOVI, al referirse a los pagos, distintos al salario, que hace el régimen chavista y que en su opinión tendrían que asignarse de forma más eficiente a las personas de menos recursos.
A finales de 2021 la economía venezolana repuntó luego de que el dictador Nicolás Maduro flexibilizó en 2019 los controles a la economía y permitió transacciones en divisas, dando oxígeno a varios sectores. Sin embargo, desde el año pasado año algunas actividades económicas han mostrado señales de desaceleración debido al menor consumo en el país.
Analistas han señalado que la dolarización informal y las desregulaciones no han sido suficiente para la recuperación total de la economía y han dicho que la política ortodoxa de anclaje cambiario y control del gasto público para frenar el alza de precios no es sostenible.
La inflación anualizada a febrero fue 75,91%.
Las desigualdades de ingresos continúan en Venezuela y la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre es de casi 35 veces. El ingreso promedio per cápita del estrato más pobre es 10 dólares al mes, el de más alto es 347,2 dólares, según ENCOVI.
El estudio, que se realiza desde el 2014 para suplir la ausencia de datos oficiales, entrevistó a familias en 16.212 hogares del país entre marzo y mayo de 2023.
Entre los mecanismos más comunes con los que cuentan las personas para mitigar la pobreza destacan las bonificaciones que entrega el régimen chavista, a cerca del 80% de los hogares, siempre según la Encovi.
En promedio, estos bonos valen alrededor de los 11 dólares, y son recibidos cada 15 días por el 24 % de los beneficiarios, mientras que otro 44,1% cobra una vez al mes y el resto lo hace más esporádicamente, precisa el documento.
Millones de pensionistas y obreros ganan un salario mínimo de 130 bolívares, equivalentes a 3,58 dólares, lo que deja a estas personas, pese a las bonificaciones que reciben, sin posibilidad de cubrir gastos primarios como la alimentación y la salud.
El chavismo, que no ha publicado el porcentaje de pobreza de 2023, lanzó recientemente un programa social para luchar contra la desigualdad y la miseria, el cual incluye la entrega de más bonificaciones a través de un sistema digital.
(Con información de Reuters y EFE)