La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que nuclea a la oposición en Venezuela, está frente a una encrucijada de cara a las elecciones presidenciales que esta semana fueron confirmadas por el régimen para el próximo 28 de julio. Dado que Nicolás Maduro incumplió con lo suscrito en el Acuerdo de Barbados y no habilitó para competir a la ganadora de las primarias opositoras, María Corina Machado, el antichavismo debe analizar con cautela sus próximos pasos para no perder la oportunidad de sacar del poder al dictador.
Sea cual sea la decisión final, la PUD debe actuar rápido ya que tiene menos de 20 días antes del cierre del período de postulaciones.
Según indica el cronograma electoral que se acaba de conocer, el primer paso de este proceso comenzará el próximo lunes 11 de marzo y se extenderá hasta el jueves 14, ventana en la que se verificará el estatus de las organizaciones políticas validadas para postularse. El resultado de este análisis es el que permitirá conocer quiénes cumplen con los requisitos y están efectivamente habilitados para competir.
Es importante recordar que las postulaciones las hacen los partidos y no individualmente los políticos por lo que, en el caso de la oposición, no es sólo un obstáculo la prohibición que pesa sobre Machado sino que lo es también la que alcanza a su partido, Vente Venezuela, que a pesar de reiterados intentos, nunca obtuvo la facultad legal del Consejo Nacional Electoral (CNE) para participar en las elecciones.
Concluida esta etapa, entre el 21 y el 25 de marzo, el CNE recibirá las postulaciones de los aspirantes a la presidencia. Para ello, los postulantes deberán primero inscribirse a través del sistema automatizado del Consejo para que éste las revise. En esta instancia, por unanimidad de los cinco rectores se definirá el futuro de cada admisión, convirtiendo en candidato formal a aquellos que sean aceptados y sacando de carrera los rechazados.
Ya con los candidatos establecidos, entre el 1 y el 28 de abril los partidos podrán solicitar cambios, modificaciones o sustituciones que consideren necesarias sobre sus papeletas. No obstante, éstas deberán cumplir con los mismos requisitos que se exigen en la instancia inicial de marzo.
Finalmente, los contendientes podrán realizar sus campañas entre el 4 y el 25 de julio, para acabar con la celebración de las elecciones el 28 de aquel mes.
Teniendo en cuenta todo ello, el experto Eugenio Martínez delineó cinco escenarios que el antichavismo podría considerar.
El primer caso contempla que Machado sea presentada ante el CNE y su candidatura sea inicialmente aprobada pero posteriormente corroborada y rechazada. Entonces, Vente Venezuela podría recurrir a la Justicia y apelar contra la decisión, que nuevamente sería desestimada, dejándole la posibilidad de sustituirla por otro candidato.
Esto resulta poco viable ya que difícilmente el movimiento pueda conseguir una aprobación inicial a su postulación y, en caso de que ocurriese, tampoco podría sortear con facilidad el aval de los rectores del Consejo, a no ser que consiga antes un cambio en el estatus legal de la aspirante.
Siguiendo esta línea, el segundo caso plantea que la agrupación intente presentar la candidatura de Machado pero ésta sea rechazada de pleno. De ser así, la líder opositora podría optar por sustituir su figura con la de otro político como una estrategia para guardar el espacio e intentar, entre tanto, conseguir su habilitación y candidatearse ella luego en el puesto.
El tercer escenario sería el más fatalista, aunque para nada imposible en la Venezuela de Nicolás Maduro. Aquí se contempla que la oposición presente a Machado como su única candidata y ésta sea admitida en una primera instancia pero rechazada en una segunda revisión. Luego, el CNE podría bloquear la sustitución por otro político, dejando a la oposición sin una figura para competir.
El cuarto propone que, para evitar esto, la PUD no respalde únicamente a Machado sino que presente varias postulaciones y, recién en abril, las modifique y defina ir con un sólo candidato.
Esto, si bien parecería una buena alternativa, podría no ser tan fácil de ejecutar ya que existe un bando dentro del antichavismo que se opone a la idea de reemplazantes porque considera que hay que respetar la voluntad de la gente, que ya eligió en las primarias de octubre, y no hay que ceder ante las maniobras del régimen.
Una de las principales impulsoras de esta posición es la propia Machado que, inclusive, este jueves descartó esta alternativa.
“Óiganme bien, aquellos que están hablando de sustituto. Les tengo una sorpresa: sí, aquí hay un sustituto, el que va a sustituir a Maduro, que soy yo. No nos vamos a calar imposiciones, arbitrariedades ni farsas. Nosotros defendemos nuestro derecho a elegir y a elegir a la persona que el pueblo decidió”, declaró este jueves la líder opositora, que consiguió el apoyo del 92,35% de los venezolanos en 2023.
El último escenario, posible aunque poco probable dado el desarrollo reciente de los acontecimientos en el país, es que el CNE admita sin objeciones la postulación de Machado luego de que ésta consiga un cese de la inhabilitación que pesa sobre ella.
El antichavismo deberá evaluar los riesgos de cada propuesta y comenzar a negociar internamente para mantener la fuerza de la unidad, con la que intentar poner fin a las décadas de autoritarismo en el país.