La candidata opositora María Corina Machado exigió este viernes al régimen de Nicolás Maduro la liberación inmediata de sus tres jefes de campaña, detenidos injustificadamente hace un mes. En un comunicado, la líder de Vente Venezuela cargó contra los “cuerpos represores” del oficialismo venezolano y los acusó de estar detrás del “secuestro” de sus colaboradores, Luis Camacaro, Juan Freites y Guillermo López, el pasado 23 de enero.
En el texto, el Comité de Derechos Humanos de la agrupación señaló que, tras ser privados de su libertad “de manera arbitraria” y “sin una orden judicial”, fueron víctimas de una “desaparición forzada” y “criminalizados a través de las redes sociales por voceros del régimen”.
Los jefes del comando de campaña de Machado en los estados de Yaracuy, La Guaira y Trujillo fueron “víctimas de un patrón sistemático de violaciones de derechos humanos que el régimen ha emprendido contra dirigentes políticos, líderes sociales, activistas de derechos humanos y sociedad civil que, de manera valiente, han decidido elevar la voz por la ciudadanía” para “recuperar la democracia”, continuó el escrito y sumó con preocupación que, además, “se les negó el derecho al debido proceso y no se les permitió comunicarse con sus familiares ni abogados de confianza”.
Al igual que en este caso, la oposición venezolana reclama constantemente la liberación de otro tanto de voces disidentes en el país, que han sido perseguidos, encarcelados y “criminalizados por un Maduro represor, que viola sistemáticamente los derechos humanos”, por lanzar críticas contra las autoridades del Palacio de Miraflores.
Entre ellos está el caso de la activista Rocío San Miguel, una de las más recientes víctimas del oficialismo venezolano. La defensora de los derechos humanos fue detenida el 9 de febrero cuando se preparaba para tomar un vuelo fuera del país. Tras días de silencio, en los que se desconocía su paradero, su estado, su situación procesal, los cargos en su contra y se la mantuvo incomunicada con sus abogados, el régimen confirmó su arresto y su posterior envío al Helicoide, la prisión más cruel del país.
Allí, según testimonios de numerosos ex presos políticos, las autoridades penitenciarias cometen torturas y se vive bajo condiciones inhumanas.
También, esta semana, se conoció la desaparición del ex militar venezolano, Ronald Ojeda Moreno, a quien el Palacio de Miraflores considera un traidor a la patria. El teniente vivía exiliado en Chile y fue detenido en su domicilio la madrugada del miércoles por un grupo de personas que se hicieron pasar por oficiales de migraciones.
Activistas de derechos humanos así como los primeros indicios de la investigación llevaron a pensar que podría tratarse de agentes encubiertos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar venezolana, infiltrados en el país sudamericano.
Al momento, aún se desconoce su paradero y las autoridades de Santiago siguen con las pericias y no descartan ninguna teoría. Sin embargo, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, tomó distancia de las acusaciones en su contra y bromeó: “Por ahí anda una versión que descubrió (el opositor Iván) Simonovis (...) que un comando de la DGCIM fue a Chile (...), secuestraron a un tipo allá y se lo trajeron para acá. Y pasaron por todos los países que había que pasar hasta aquí y nadie se enteró”.
“Nosotros somos unos campeones. Si nosotros podemos hacer eso, ¿quién nos para en este mundo? ¡5.200 kilómetros y lo trajimos atravesando no sé cuántos países, cordilleras”, cerró en su programa Con el Mazo Dando.
(Con información de EFE)