Cuando Ramón de Jesús Centeno Navas obtuvo su título de Licenciado en Comunicación Social estaba feliz, no solo por el triunfo después de tantas noches en vela, entre libros, fines de semana de tareas, exposiciones y los temibles exámenes, sino porque antes, por una disputa política, no le permitieron graduarse en otra universidad; persistió y volvió a comenzar hasta que ese día, 15 de noviembre de 2017, coronó como periodista.
Cuatro años después, como todo novato, quiso lucirse con la entrevista a un dirigente chavista narcodiputado preso, sin dimensionar que para el régimen venezolano a veces informar es un delito. Ni siquiera alcanzó a publicar el trabajo “Cómo la narcopolítica se apoderó del Parlamento”; el 2 de febrero de 2022 funcionarios de inteligencia se lo llevaron preso, junto a su amigo Gabriel Enrique Zambrano Guerra. Ahí empezó la pesadilla.
Ya hace casi dos años y los dos jóvenes fueron introducidos en un sistema injusto, donde no se respeta el debido proceso, donde no hay pruebas más que aquella atrevida entrevista que no alcanzó a ser publicada. Para colmo, Centeno, Nr. de expediente 11J-1346, quien realizó, el 22 de enero 2022, la entrevista al diputado Jean Silva en el Comando Nacional Antidrogas (CNA), ubicado en Las Acacias, Caracas, era dirigente y activista del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), por lo que los organismos del Estado, organizaciones no gubernamentales, dirigentes políticos ni colegas quieren tomar interés en el tema, porque los diputados son señalados de narcotráfico.
Omaira Navas, madre de Ramón Centeno, le dice a Infobae que “antes de llegar a publicar la entrevista, que Centeno y Zambrano Guerra habían realizado, el periodista sufre, el 31 de enero 2022, una accidente automovilístico que le causa fracturas en cadera y fémur; por su parte, el diputado Fernando Ríos falleció. La tarde del 2 de febrero 2022, dos hombres armados y sin identificarse llegan al apartamento donde se encontraban los dos muchachos y, sin orden judicial alguna, se los llevan hasta el Comando Nacional Antidrogas (CNA)”.
Son interrogados frente al general de división Alberto Matheus, el coronel Carreño y la investigadora Capitana Kimberli Pirona, a quienes Centeno les explicó que era periodista y dirigente político: varios funcionarios los llevaron a un salón donde los reseñan. “Mi hijo me dijo cómo lo trataron de mal; lo fotografiaron, le colocaron varios carteles y los fotografiaron, mientras los insultaron y amenazaron que si se negaban a hablar irían por la familia”, relata Omaira Navas, madre de Centeno.
Horas después, a las 7 y 30 de la noche (19:30), los funcionarios regresan con mi hijo al apartamento para formalizar el allanamiento; los funcionarios se llevan consigo varias pertenencias, incluyendo la computadora portátil donde se encontraba la entrevista realizada al diputado Silva. Esa noche, después de las 9 y media (21:30) mi hijo fue llevado a una celda, sin comunicación, sin alimentos y sin atención médica, durante 72 horas. El 4 de febrero obligan a Centeno y Zambrano a firmar una carta de Respeto a la dignidad humana dentro de la cárcel”.
De muletas a silla de ruedas
A causa del grave accidente automovilístico, Centeno estaba aún convaleciente y debía usar muletas, cuando el 5 de febrero 2022, durante el conteo de presos, un funcionario de la guardia nacional lo obligó a levantarse causándole una caída determinante para el deterioro de su salud; horas después fuimos presentados para la reseña en el CICPC (Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas) y reconocimiento médico legal; durante todo ese tiempo no les permitieron comunicación con sus familias ni abogados.
Durante la Audiencia de Presentación, del 6 de febrero 2022, en el Palacio de Justicia, el periodista Ramón Centeno sufre una parálisis facial, siendo enviado de emergencia a un centro de salud cercano a la prisión. La audiencia continuó el 7 de febrero 2022, donde Centeno pasa de las muletas a la silla de ruedas. Los funcionarios de la cárcel ingresan a un médico e informan a la familia.
Ese día, en la continuación de la Audiencia, el Juez de Control, Michael Armando Agro Garmendia, quien luego fue destituido, aceptó todos los cargos que el fiscal provisorio séptimo a nivel nacional, Rainer Emsaid Rojas Arcia, también destituido posteriormente, solicitó para el periodista y Gabriel de tres delitos: tráfico de influencias, usurpación de funciones y asociación. Fue inútil que la defensa solicitara, durante dos meses, como medida humanitaria, que Centeno quedara en libertad, que fuera trasladado ya que la consecuencia del accidente se había agravado con la caída en la prisión.
En la audiencia, del 20 de abril 2022, permiten que Centeno sea atendido a las afueras del Palacio de Justicia, donde le colocan calmantes para que pueda resistir, porque la cita era a las 9 de la mañana pero la audiencia se realizó a las 5 de la tarde (17:00). El defensor público solicitó quitar el delito de tráfico de influencias. El juez rechazó las excepciones. Ninguno de los dos muchachos aceptó asumir los hechos, por lo que pasaron a juicio. El 30 de octubre 2002, ante el grave deterioro de la salud del periodista y la precaria situación en la que se encontraba, solicitan medida sustitutiva de libertad por arresto domiciliario, pero el tribunal la negó.
La situación de salud de Centeno Navas se fue agravando, y el 5 de marzo 2023 lo sacan de emergencia para el hospital Universitario donde, la evaluación médica recomienda cirugía quirúrgica, que no se ha podido realizar. El 16 de marzo 2023 se le dispara la tensión y se desvanece, siendo trasladado al Hospital General del Este “Dr. Domingo Luciani”, perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), estado Miranda; los médicos insisten en la operación. La defensa solicitó nuevamente la medida humanitaria, pero la jueza Sabrina Montes de Oca no ha respondido.
El 21 de marzo de 2023, el Comandante de la URIA, Mayor Rafael Carmona, permitió el ingreso de un médico para que le suministrara, a manera de infiltración, los medicamentos: Dexametasona y complejo B. Días después la juez Montes de Oca solicita una cuarta evaluación médico forense. Pasan dos días y Centeno es trasladado al Senamecf (Servicio Nacional de Medicina Forense) y luego al Ministerio Público para reconocimiento legal: los informes de los dos organismos ratifican que el estado de salud del periodista es de riesgo. Aunado a eso, los resultados psiquiátricos del Senamecf indican que está presentando Trastorno Depresivo Grave.
En indefensión
No escapa el periodista a la violencia de un interno, quien el 27 de abril 2023, lo golpea causándole una segunda caída, pues la primera fue por uno de los custodios, pero que esta vez le causa una herida que le infecta la pierna, que aún estaba en proceso de recuperación por el accidente automovilístico. Tres días entre dolor, fiebre e inflamación, por fin el 30 de abril 2023, permiten que ingrese al CNA un médico que le extrae pus de la herida.
Al día siguiente, a la fiebre se le suma vómitos constantes, por lo que el 10 de mayo es trasladado al hospital Domingo Luciani para ser intervenido quirúrgicamente, lo cual no ha sido posible. En ese mes, los familiares de Centeno y Gabriel Zambrano acudieron a la Oficina en Caracas del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, coordinada por la doctora Helene Devaux, planteando lo que está ocurriendo con el periodista y su amigo.
El deterioro físico de Centeno se pronuncia y el 6 de junio 2023 es atendido en el Servicio de Traumatología del Hospital Domingo Luciani donde se planifica “limpieza quirúrgica, fistulectomía, manejos de piel y partes blandas, y antibioticoterapia”.
El doctor Ciro D’Avino Bigotto, psiquiatra forense, Director Nacional Evaluación y Diagnóstico Mental y Social Forense, remite, el 9 de junio 2023, al Segundo Comandante y Jefe del Estado Mayor del CNA Urina Nr. 43, Distrito Capital, el peritaje psiquiátrico, psicológico y trabajo social, forense que la Guardia Nacional había solicitado el 5 de junio 2023, realizado por el doctor D’Avino conjuntamente con la psicólogo forense Virginia Salazar y la trabajadora social Jhibisay Lavera, determinando que Centeno presenta: “Trastorno depresivo recurrente episodio actual grave sin síntomas psicóticos”, por lo que recomiendan “controles estrictos con especialista en el área de la salud mental para iniciar con el tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico supervisado y vigilado por terceros (familiares) en todo momento y lugar”.
El defensor público se presentó solo una vez a ver a Centeno, lo que ocurrió el 13 de junio 2023, y fue para recomendarle hacer una comunicación al Tribunal, ante el deterioro de su salud, y le dictó una misiva, donde se declaraba en contumacia. Poco después, cuando la familia ya asesorada se percata de lo que el periodista había firmado, se lo comunican al defensor para que esa solicitud sea rectificada, pero el abogado del Estado aseguró que eso ya no era posible y que de hacerlo sería de inmediato enviado a la celda.
Los médicos no han podido realizar la intervención quirúrgica del periodista Ramón Centeno porque, cuando se presenta la posibilidad de hacerlo, no logran estabilizarle la tensión.
Desde abril 2022 hasta noviembre 2023, fueron convocadas doce audiencias, las cuales han sido diferidas. Mientras tanto Centeno fue otra vez, el 11 de octubre 2023, evaluado por cardiólogos y psiquiatras. El periodista está en estado de indefensión, recluido en una cama con un deterioro físico marcado, dependiendo de la Defensoría Pública, sin asistencia legal apropiada y sin recursos económicos para afrontar su defensa y la atención médica que requiere, finaliza diciendo Omaira Navas, madre del periodista encarcelado.