El régimen de Nicolás Maduro sigue firme en su reclamo por el territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados, conocido como el Esequibo, incluso a pesar de las mediaciones y conversaciones entabladas con Guyana. Es por ello que, desde hace semanas, el Palacio de Miraflores avanza con algunas estrategias con las que intenta, poco a poco, hacerse con el control de la zona.
Una de ellas se implementó el pasado 10 de diciembre y consiste en la expedición de cédulas de identidad a la población de Tumeremo, cercana a Guyana, así como al municipio de Sifontes, fronterizo con el territorio en disputa. En los pasados 13 días, el balance del Servicio de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) de Venezuela dio cuenta de 4.015 DNI emitidos en esta región durante lo que fue “una jornada especial”.
La acción estuvo ordenada por Maduro y “atendió a más de 30 sectores del municipio de Sifontes, así como a seis unidades educativas, lo que ha beneficiado a las comunidades indígenas en la región”, se lee en un comunicado. Muchos de estos habitantes del área bajo pleito no contaban con un documento válido y se les brindó la nacionalidad venezolana.
Las tareas, que de momento están suspendidas, se retomarán el próximo 8 de enero, de cara a continuar con el proceso de población.
“Aquí está el Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro, presente cumpliendo su orden. Desde Tumeremo estamos cedulando a nuestro pueblo. Esquibanos y Esquibanas, hemos llegado para quedarnos y hacer valer nuestro histórico derecho sobre nuestra Guayana Esequiba”, celebró el gobernador del estado de Bolívar, Ángel Marcano, haciendo mención al nombre de la incorporación mencionada por Maduro.
De esta forma, el Palacio de Miraflores busca fortalecer Tumeremo, que fue declarada capital provisional del nuevo Estado y zona político administrativa, y comenzar con el proceso de nacionalización de los habitantes.
Esta acción tuvo lugar una semana después de que, el 3 de diciembre, Maduro realizara una consulta popular en la que -asegura- más del 90% de los venezolanos dijo considerar al territorio parte de su país y consideró apropiada la creación del nuevo Estado. Días más tarde, propuso una ley para ello y dijo estar preparado para cualquier escenario en su disputa.
Esto suscitó gran polémica tanto al interior de Venezuela como fuera de él, incluso con el llamado a la paz de líderes de la región y organismos de la comunidad intencional, que abogaron por una desescalada de las tensiones.
Es por ello que, el 14 del mes, Maduro y el presidente guyanés, Irfaan Ali, se reunieron en San Vicente y las Granadinas, con la mediación de Brasil, con el fin de avanzar sobre el tema. En este “exitoso encuentro bilateral”, las partes acordaron que “la única vía para dirimir la controversia territorial es el diálogo, con entendimiento y respeto, libre de intervención injerencista, priorizando el bienestar de la región”, indicó el ministro de Comunicación de Caracas, Freddy Ñáñez.
No obstante, no se lograron grandes avances ya que Maduro permaneció inmóvil en su reclamo y Ali reiteró que sólo acatará una definición de la Corte Internacional de Justicia.
“Dejé muy en claro que Guyana tiene todo el derecho (...) en nuestro espacio soberano. Guyana no es el agresor, Guyana no busca la guerra pero Guyana se reserva el derecho de trabajar con todos nuestros socios para garantizar la defensa de nuestro país”, señaló mientras mostraba un brazalete en el que se incluía un mapa de su nación con el Esequibo incluido.
(Con información de EFE)