La canasta familiar de alimentos en Venezuela, calculada para un hogar de cinco personas, aumentó un 5,7% en noviembre respecto a octubre, según cálculos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), difundidos este jueves.
Este ente independiente señaló que, en noviembre, una familia necesitó 522,01 dólares para cubrir sus necesidades básicas en alimentación, mientras que en octubre el costo de la cesta, calculada con 60 productos, había llegado a 493,53 dólares.
Indicó que, en noviembre, cuando el salario mínimo, de 130 bolívares al mes, equivalía a 3,51 dólares, se necesitaron 148,72 veces este ingreso para costear la canasta alimentaria.
Los productos que más aumentaron el mes pasado fueron azúcar y sal, con un incremento del 7,70%; carnes y sus preparados, con un alza del 7,56%; y leche, quesos y huevos, que subieron un 7,19%, de acuerdo con el Cendas-FVM.
El país caribeño acumuló entre enero y noviembre una inflación del 182,9%, cifra a la que llegó luego de que los precios aumentaran un 5,9% en octubre y un 3,5% en noviembre, el dato más bajo del año en cuanto a incrementos mensuales de los bienes y servicios, según el Banco Central (BCV).
Aunque economistas advierten que diciembre es uno de los meses en que se dispara la inflación ante el aumento del consumo, la tendencia indica que Venezuela cerrará el año por debajo del 200%, luego de que en 2022 alcanzara un 234,1 por ciento.
Por su parte, el martes pasado un grupo de docentes venezolanos reclamaron a las puertas de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), que sea incluido en el Presupuesto Nacional 2024 el aumento salarial que les corresponde, según su contrato colectivo, que ha vencido sin que el régimen de Nicolás Maduro cumpliera con sus obligaciones adquiridas en el año 2022.
La dirigente sindical Gricelda Sánchez denunció, a través de la red social X (antes Twitter), que un millón de trabajadores del sector y docentes ya jubilados están afectados por el incumplimiento, por lo cual -aseguró- “está en riesgo la calidad de vida de muchísimos maestros” y que algunos “han muerto por no tener salario”, así como obreros y administrativos del sector que “no tienen siquiera como alimentarse”.
Sánchez, también presidenta de la ONG Formación de Dirigentes Sindicales (Fordisi), subrayó que los docentes ya no se creen “el cuento de que en Venezuela no hay recursos”, teniendo en cuenta el “gran derroche propagandístico” que “se vio en el referéndum del 3 diciembre”, por lo que, consideró, “no hay voluntad política para resolver el conflicto del sector educativo”.
“Mientras eso ocurre, las escuelas en Venezuela están cerradas, no tienen luz, no tienen agua y los servicios básicos son prácticamente inexistentes (...) rechazamos esta política que se da en el país, y (el presidente) Nicolás Maduro tiene que darle respuesta a este sector”, destacó la sindicalista.
Recordó que el mandatario anunció, en el año 2022, la firma del contrato colectivo con beneficios para los educadores, una propuesta que, aseguró, no se ha cumplido, por lo que los docentes de escuelas públicas siguen cobrando menos de 20 dólares al mes.
La activista advirtió de que “existe una deserción importante de educadores en el país debido a los sueldos bajos y la falta de condiciones laborales” y que hay docentes “con problemas serios psicológicos y depresiones increíbles” que llaman a la organización para decir “que se quieren quitar la vida, que no le ven salida a la situación”.
Además, denunció que “existe mucho acoso laboral en las escuelas” que “incide en situaciones de depresión de un grupo de docentes activos y jubilados que son vulnerables”, aunque no dio detalles al respecto.
Ante esta situación, exigió que el salario del sector, que se paga en bolívares, una de las monedas más devaluadas del mundo, sea indexado al dólar, con el objetivo de no perder poder adquisitivo.
(Con información de EFE)