El presidente de Guyana, Irfaan Ali, tildó de “amenazas” las acciones de Nicolás Maduro contra su territorio, luego de que -según aseguró- el referéndum del domingo expusiera la voluntad de más del 90% de los venezolanos de tener la soberanía sobre la zona.
“Creo que este desafío abierto amenaza la estabilidad de la región, es una amenaza directa a Guyana y a las empresas que operan aquí”, expresó el mandatario en una entrevista con la revista colombiana Semana y rechazó, así, la consulta popular del pasado fin de semana que “buscaba anexar el Esequibo, que es de Guyana, a Venezuela, y establecer un control administrativo sobre el área”.
A continuación, Ali subrayó que su país se apega al marco jurídico que rige las relaciones internacionales, que Maduro se niega a aceptar. “La Corte (Internacional de Justicia) ordenó que el status quo debe permanecer, es decir, que el Esequibo es parte del territorio de Guyana y Guyana administra la gobernanza allí”, dijo.
El conflicto por el Esequibo, que data de hace cientos de años, alcanzó un nuevo máximo de tensión el pasado domingo, cuando Caracas realizó un referéndum para conocer la opinión de la gente sobre este territorio que el Palacio de Miraflores reclama como propio.
A pesar de la baja participación que el antichavismo denunció, en una muestra de oposición al régimen, el oficialismo aseguró una alta cantidad de respuestas y, entre ellas, más del 95% de manifestaciones en favor de hacerse con el control de la zona.
Desde entonces, Maduro sólo ha intensificado sus acciones en pos del “mandato popular”, con miras a comenzar con las labores administrativas para anexionarse el territorio y convertirlo en venezolano: el Estado venezolano de Guayana Esequiba.
Para ello, Caracas ya explicó que la región estará regida por un gobernador que Maduro asignará y que operará de forma remota desde la localidad de Tumeremo, en el Estado de Bolívar. Estará en funciones hasta que sea posible celebrar elecciones locales. Asimismo, la provincia contará con representación legislativa regional y nacional, condicionada por el estatus actual de la disputa.
También, se otorgarán licencias para la explotación petrolera “de inmediato”, una actividad que Guyana ya desarrolla.
En Venezuela, estas medidas fueron criticadas por un amplio sector de la sociedad, especialmente en la oposición que, si bien sostiene la reivindicación territorial, no aprueba los mecanismos del dictador y, por el contrario, apela a la mediación de la CIJ para su resolución.
A pesar de estos avances y la preocupación que despertaron en su pueblo, Ali manifestó su esperanza de que Maduro modere sus aspiraciones y no actúe “de una manera aventurera y muy irresponsable”.
“Hemos tramitado este tema oficialmente ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Hemos informado a todos nuestros aliados y hemos empezado a tener conversaciones de defensa con ellos para asegurar que Guyana está en un estado de alistamiento por esta tremenda amenaza de Venezuela”, comentó un día después de que se conociera que el Comando Sur de Estados Unidos realizará maniobras militares junto al Ejército local para garantizar la seguridad marítima y aérea.
Georgetown no desestima, sin embargo, las amenazas de Caracas y ve sus pronunciamientos como la antesala de “una ocupación, la destrucción de la paz y la inestabilidad de esta región”.
“Creo que la paz y la estabilidad de la región están en juego. Y creo que la gobernanza de la región está en juego. Lo que Maduro está insinuando es una acción que puede desestabilizar la economía, la paz y la gobernanza de la región, y puede poner a todo el hemisferio occidental en un lugar donde nunca se ha encontrado antes”, advirtió.
(Con información de EFE)