Un helicóptero militar en el que viajaban siete personas desapareció el miércoles cerca de la frontera de Guyana con Venezuela. Las autoridades señalaron que había mal tiempo en la zona y subrayaron que no había indicios de que pudiera haber sido alcanzado por fuego hostil, en un momento de tensiones entre ambos países por la región disputada de Esequibo.
Tres miembros de la tripulación del helicóptero llevaban a cuatro oficiales de alto rango a una inspección de las tropas que custodian una zona fronteriza que Venezuela reclama como propia, según el jefe del ejército, el general de brigada Omar Khan.
Khan dijo a última hora del miércoles que las Fuerzas de Defensa de Guyana perdieron contacto con el helicóptero Bell 412 EPI después de que despegó del asentamiento de Olive Creek, en el oeste de Guyana, tras una parada para repostar.
Al preguntarle si la aeronave fue derribada mientras volaba en una zona montañosa y muy boscosa, Khan dijo que no había indicios de que eso hubiera ocurrido.
“No tenemos ninguna información que indique que hubo algún vuelo de aviones venezolanos en esa zona”, dijo. “No quiero entrar en especulaciones. Nuestra prioridad es salvar las vidas de nuestros oficiales y tropas”.
La búsqueda de la aeronave se reanudó este jueves, después que ayer fueran suspendidas por mal tiempo. El capitán Gerald Gouveia, asesor de seguridad nacional del presidente Irfaan Ali, confirmó en su página de Facebook que se han desplegado todos los esfuerzos para localizar el aparato y su tripulación.
“Sabemos exactamente dónde están”, señaló sin dar más detalles Gouveia, quien expresó su esperanza de que las condiciones atmosféricas permitan en esta jornada una mayor visibilidad.
De acuerdo con las autoridades, el helicóptero partió de la Base Ayanganna, en el oeste de Guyana, a las 9:23 hora local (14:23 GMT) de ayer, con tres miembros de la tripulación y cuatro pasajeros.
Sin embargo, a las 11:20 hora local (15:20 GMT), la nave envió una alerta de emergencia en la zona de Arau, en el oeste de Guyana.
La noticia de la desaparición de la aeronave se sumó a la creciente disputa fronteriza por la región de Esequibo, rica en petróleo y controlada por Guyana desde hace más de un siglo, pero que Venezuela también reclama y ha manifestado su intención de tomar.
En las últimas semanas se han acumulado tropas venezolanas con maquinaria y equipos pesados en la frontera, lo que ha llevado a especular sobre una inminente invasión.
En medio de las crecientes tensiones, agravadas por un controvertido referéndum celebrado en Venezuela el fin de semana, funcionarios guyaneses y venezolanos acordaron a primera hora del día mantener “abiertos los canales de comunicación”.
En Caracas, el gobierno dijo que su máximo diplomático Yvan Gil tuvo una llamada telefónica con su homólogo guyanés Hugh Todd “para discutir el tema de la disputa territorial.”
La discusión tuvo lugar a petición de Guyana, dijo en un comunicado.
El ejército brasileño, mientras tanto, dijo que estaba reforzando su presencia en las ciudades norteñas de Pacaraima y Boa Vista como parte de los esfuerzos “para garantizar la inviolabilidad del territorio.”
Y Estados Unidos dijo que seguía de cerca la situación.
“Es preocupante, estamos observando esto muy, muy, muy de cerca”, dijo a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Este jueves, el Comando Sur anunció que realizará ejercicios militares junto al Ejército de Guyana.
Larga disputa
La larga disputa sobre Esequibo, que comprende unos dos tercios del territorio guyanés, se ha intensificado desde que ExxonMobil descubrió petróleo allí en 2015.
El martes, Caracas propuso un proyecto de ley para crear una provincia venezolana en Esequibo y ordenó a la petrolera estatal que emitiera licencias para extraer crudo en la región.
Envalentonado por un abrumador “sí” en un controvertido referéndum sobre el destino de Esequibo celebrado el domingo con mínima participación, el dictador Nicolás Maduro también dio un ultimátum a las compañías petroleras que trabajan bajo concesiones otorgadas por Guyana para que detengan sus operaciones en un plazo de tres meses.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, calificó las declaraciones de su homólogo venezolano de “amenaza directa” contra su país y dijo que buscaría amparo en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las fuerzas armadas de Guyana estaban en “alerta”, añadió Ali en un inusual discurso a la nación a última hora del martes, y estaban en contacto con “socios”, incluido Estados Unidos.