Este domingo unos 20.694.124 de venezolanos están habilitados para participar del referéndum sobre la disputa del Esequibo entre Guyana y Venezuela, un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados, ubicado al oeste del río Esequibo, rico en minerales, entre ellos el petróleo.
La consulta popular no es vinculante. Simplemente servirá para que los ciudadanos respalden, o no, la postura del chavismo.
¿Cuál es la postura del régimen? La Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, impulsa el referéndum con la intención de que los venezolanos rechacen los alegatos de Guyana y respalden las acciones del chavismo. Entre ellas se destaca la creación de una región sobre el área en cuestión llamada Guayana Esequiba, para anexionarla al mapa nacional.
A finales de octubre el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela aprobó las cinco preguntas que serán incluidas en el referéndum. Estas son:
1. ¿Está usted de acuerdo en rechazar, por todos los medios, conforme a derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?
2. ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?
3. ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?
4. ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios, conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?
5. ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio, que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?
Con relación a las dos primeras preguntas, Guyana respalda su defensa de que dicho territorio le pertenece sobre el Laudo Arbitral de París, de 1899, cuando aún era colonia inglesa. Ese año, un tribunal falló a favor del Reino Unido, adjudicando el Esequibo a la ahora República de Guyana.
En 1962, el gobierno venezolano denunció ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) que hubo ciertas irregularidades en el fallo de 1899, como la parcialidad de uno de los jueces del tribunal, y esgrimió, además, una presunta presión por parte del gobierno británico. Cuatro años más tarde, con Guyana cerca de su independencia, las partes firmaron el Acuerdo de Ginebra, que establece “los mecanismos para iniciar un proceso de revisión, discusión y búsqueda de soluciones satisfactorias a una controversia que afecta el territorio y la soberanía de Venezuela y Guyana”. El gobierno venezolano se ampara en ese acuerdo para reclamar su soberanía sobre el territorio del Esequibo.
En la pregunta 3, en la que rechaza la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, se refiere a la resolución de la CIJ de este año en la que se declaró competente para encontrar una resolución al conflicto.
En la última pregunta, los votantes deberán responder sobre la propuesta de crear un nuevo estado llamado Guayana Esequiba. Además, el chavismo propone que la actual población, y la venidera, sean integradas a la venezolana.
Ante esta creciente tensión, organismos internacionales rechazaron la iniciativa del régimen de Maduro. Por un lado, la Comunidad del Caribe (CARICOM), alertó que la consulta podría abrir la puerta “a una posible violación del principio fundamental del derecho internacional”. Deseó, asimismo, que Caracas “no esté planteando la posibilidad de utilizar la fuerza o medios militares para salirse con la suya”.
En esa línea, la Organización de Estados Americanos (OEA) sostuvo que, en base a lo establecido por el Acuerdo de Ginebra de 1966, la consulta “es ilegal”. El secretario general Luis Almagro remarcó en un comunicado que los dos países comparten la responsabilidad de resolver la disputa a través de soluciones pacíficas.
Pese al rechazo internacional y a la postura inflexible de Guyana, Maduro advirtió que el referéndum se llevará a cabo: “Le digo al Gobierno de Guyana, le digo a la ExxonMobil y al Comando Sur: en Venezuela, llueva, truene o relampaguee, el domingo 3 de diciembre amanece bendita la patria y el pueblo en las calles votando y decidiendo, porque en Venezuela manda el pueblo”.
Qué busca Maduro
Las tensiones entre Venezuela y Guyana sobre el Esequibo se elevaron en 2015 cuando la petrolera norteamericana Exxon Mobil, con el permiso de Guyana, halló un pozo petrolífero en el mar en disputa. En la zona se descubrieron más de 11.000 millones de barriles de petróleo y gas. Según estimaciones de la compañía norteamericana, para 2027 se producirán más de 1,2 millones de barriles de petróleo y gas.
En medio de la disputa, este año Guyana lanzó a licitación varios pozos, lo que acrecentó el malestar del régimen chavista.
El lunes pasado, a menos de una semana del referéndum, el vicepresidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, dijo que Maduro está utilizando esta consulta popular como una “distracción de sus problemas internos”.
“El Gobierno de Venezuela se enfrenta a elecciones pronto y le resulta difícil movilizar a la gente para que vote por el partido gobernante. Por lo tanto, están utilizando este referéndum como una distracción de sus problemas internos. La gente ha huido del hambre y las dificultades en Venezuela. El Gobierno allí no puede hacer campaña con el mismo vigor que ha hecho con este referéndum”, afirmó.
María Corina Machado, quien el pasado mes de octubre se impuso en las primarias opositoras de cara a las elecciones presidenciales del próximo año, pidió días atrás al régimen que suspenda el referéndum, al considerar que “la soberanía se ejerce, no se consulta”.
La líder de Vente Venezuela (VV) opinó que esta iniciativa se trata de una “distracción” del chavismo en medio del clima político, económico y social que atraviesa Venezuela. “Es un error que no solo no aporta a la defensa de nuestro territorio sino que también nos puede perjudicar ante nuestra defensa en la Corte Internacional de Justicia” (CIJ), sostuvo.
En esa línea, Milos Alcalay, ex embajador de Venezuela ante la ONU, sostuvo en diálogo con Infobae que el régimen de Maduro “actuó en esta situación con bombos y platillos de una manera muy mal manejada, lo que tiene que ser el arte del ejercicio de la diplomacia para hallar una solución a través del Acuerdo de 1966″.
“Los venezolanos creemos que el Esequibo pertenece a Venezuela por los títulos históricos”, aclaró el diplomático. Sin embargo, criticó la gestión del chavismo en torno a este conflicto. Según opinó, el régimen presentó el referéndum “con tonos de amenaza y de ruptura de la legalidad internacional”, buscando un doble efecto: “Un efecto externo intimidando al gobierno de Guyana; y otro interno tratando de borrar el extraordinario triunfo de María Corina Machado en las primarias de la oposición, y desviar la atención de los venezolanos de cara a las presidenciales de 2024″.
Alcalay planteó que el arte de la diplomacia exige buscar mecanismos de confianza: “Es un conflicto muy complejo, cuya única solución es preparar a los mejores especialistas de Venezuela y del mundo para presentar una contramemoria en 2024 para que los jueces consideren la nulidad del Laudo Arbitral de París, de 1899″.
“En estos 25 años de chavismo, el gobierno ha oscilado entre los extremos: un extremo de no haber defendido la soberanía apropiadamente sobre el derecho internacional; sino también ha llegado al otro extremo, al de una dialéctica de confrontación innecesaria. Tú puedes defender los derechos, pero no utilizar mecanismos de presión y amenaza”, añadió.
El ex embajador venezolano ante la ONU consideró que estas acciones del chavismo pueden perjudicar la posición de Venezuela ante los organismos internacionales que intervienen en la disputa, como la CIJ: “Nos hace entrar en un callejón sin salida al presentarnos en una postura tan torpe en el escenario internacional, hagamos lo que hagamos nos hace quedar mal”.
En ese sentido, explicó que a raíz de la pregunta 5, si la respuesta es afirmativa, “y no hacen nada, quedan muy mal, porque ¿para qué movilizar a todos para no hacer nada?”. “Pero si hace algo, como una movilización militar, queda peor”.
Consideró, además, que esta creciente tensión en torno a la disputa por el Esequibo puede perjudicar el proceso electoral de cara a las elecciones del próximo año. “Si se crea una zona de conflicto, sin llegar a la intervención militar, pero utilizando todos los cantos militares, algunos consideran que debido a las tensiones podrían postergarse las elecciones”.