El tema del Esequibo está siendo utilizado por el régimen venezolano para atizar el nacionalismo, ante la crisis de legitimidad que tiene, y como estrategia electoral ante un escenario de confrontación militar. La convocatoria a un referéndum para consultar el tema, el 3 de diciembre, es confuso para el país, que asume el Esequibo como territorio venezolano en reclamación. El CN Eddy Barrios, del Instituto Fronterizo de Venezuela, asevera que “Guyana abusa, se burla e incumple el Acuerdo de Ginebra”. Además, varios sectores políticos y académicos han manifestado su desacuerdo con llevar el tema a consulta en referéndum.
El Capitán de Navío retirado Eddy Darío Barrios Orozco, quien es autor del libro “Crónica de un viaje a nuestro territorio Esequibo”, que culminó hasta su llegada a la isla de Anacoco, dice que Guyana “ha llegado al exabrupto de negociar áreas jurisdiccionales con terceros basándose en puntos de la geografía del territorio Esequibo venezolano en la controversia”.
Recomienda que “la comunidad internacional debería aplicar los principios básicos del derecho internacional público en materia de resolución pacífica de conflictos y apreciar cuál estado nación presenta documentos y razones jurídicas e históricas más fiable”.
Aunque eso ocurrió en presencia de una comunidad internacional relativamente reciente “todos han visto cómo Guyana se ha aprovechado de las áreas marinas y submarinas que ese territorio Esequibo genera. Ha dado concesiones de exploración y explotación sobre un territorio que no es de su propiedad. Guyana solo tiene la posesión temporal, sujeta al Acuerdo de Ginebra, mientras ambas partes buscan el Arreglo práctico al cual las obliga dicho acuerdo”.
Írrito y nulo
“El laudo arbitral de París de 1899 fue denunciado por Venezuela en 1962″, dice el CN Eddy Darío Barrios Orozco, quien es Licenciado en Ciencias Navales y pertenece a la Comisión Académica del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFDV), además de ser Individuo de Número, sillón 25, de la Academia Nacional de Ciencias y Artes Militares y Navales de Venezuela, y ser miembro de la Asociación de Escritores Carabobeños (AECA), así como de la Academia de la Lengua del estado Carabobo, y de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Explica que “al regreso del canciller Marcos Falcón Briceño de Inglaterra, con un documento oficial, registrado y legado por el abogado Severo Mallet Prevost, para que a su muerte le fuera entregado a Venezuela, donde dejaba constancia escrita de las irregularidades que los árbitros de Inglaterra y de Norteamérica, estos últimos representaban a Venezuela, a la cual no le fuera permitido designar abogados venezolanos, cometieron en el arbitraje”.
Dice Barrios que “esa denuncia constituyó la contención unilateral de Venezuela de que el laudo en cuestión era írrito y nulo, por las múltiples irregularidades cometidas por los árbitros”.
Entre las irregularidades se destaca: “1. Sentencia no motivada. 2. Uso del principio del Utis Posidetis de facto y no el del Utis Posidetis Iuris. 3. Uso de los mapas elaborados por encargo de Inglaterra, por el geógrafo prusiano Roberto Schomburg, y no darles validez a los mapas previos, aportados por Venezuela, elaborados por el geógrafo Agustín Codazzi en 1834, y promulgados internacionalmente por Venezuela. Y 4. Componendas entre Inglaterra y EUA para concederse entre sí, tierras y resolver conflictos entre ellos, a cambio de la sentencia arbitral a favor de Inglaterra, cosa que ocurrió”.
Narra el oficial que “el 17 de febrero de 1966 Venezuela y Gran Bretaña firman el Acuerdo de Ginebra, en cuyo artículo primero las partes reconocen la contención unilateral de Venezuela de que el laudo de París de 1899 era írrito y nulo y, en consecuencia, acuerdan buscar un “arreglo práctico y satisfactorio” para ambas partes, a la controversia y se comprometen a hacerlo utilizando los mecanismos de solución pacífica de conflictos, establecidos en el artículo 33 de la carta de la ONU”.
Entre esos instrumentos se encuentra: la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arbitraje judicial y la Corte Internacional de Justicia. “Si utilizado uno de dichos métodos no se encontraba el arreglo, había que pasar a otro y así sucesivamente hasta encontrarlo. Nunca se debía abandonar la búsqueda del arreglo práctico”.
Prevalece es el Acuerdo de Ginebra
Los términos estaban claros, a juicio del CN Barrios Orozco, porque para seleccionar cualquiera de los métodos, “ambas partes debían estar de acuerdo. No se podía imponer a una parte la decisión o selección del método por parte de la otra. El secretario general de la ONU era quien ayudaría a las partes en la selección del método”.
Ninguna de las partes “podría aprovecharse de los recursos del territorio hasta encontrar ese arreglo práctico. Y cualquier cosa que una de las partes hiciera en el territorio en conflicto, no significaba renuncia de la otra parte a sus derechos”.
“Este laudo fue cosa juzgada desde ese instante hasta el momento en que se firma el acuerdo de Ginebra y el laudo pierde su condición de cosa juzgada y lo que procede es darle cumplimiento al Acuerdo de Ginebra firmado por Inglaterra y Venezuela y Guyana en 1966. El 26 de mayo de 1966 Gran Bretaña le concede la independencia a Guyana, para no sentarse con Venezuela a negociar pues, nos consideraba “semi bárbaros”. Es así como Guyana, antigua Guayana Inglesa, ahora independiente, hereda el conflicto, el cual era originalmente entre Inglaterra y Venezuela, porque la potencia le había despojado de 159.500 km2 de su territorio, de su propiedad, desde la Capitanía General de Venezuela de 1777″.
Destaca que “en esa época colonial, España era dueña de ese territorio al oeste del río Esequibo, límite natural entre Venezuela y la Guayana Inglesa y Holanda lo era de la Guayana al este del río Esequibo. Inglaterra le compra a Holanda ese territorio al este de ese río y conforma la Guayana Inglesa, que en 1966 pasa a ser Guyana y luego República Federativa de Guyana”.
“Su primer presidente fue Forhes Burham, quien era afro guyanés, y fue firmante por Guyana del Acuerdo de Ginebra. Chedi Jagan, amerindio, adversario de Burham, criticó siempre que este hubiera firmado dicho acuerdo”.
Recuerda el capitán de Navío que “Venezuela le concede el reconocimiento de Estado a Guyana. Es el primer país en hacerlo, pero firma una reserva escrita en la cual expresa que si bien reconoce la independencia de Guyana, ello no significaba renuncia a sus derechos territoriales sobre nuestro territorio Esequibo al oeste del río Esequibo. Este territorio siempre fue, es y será Venezuela y nos fue despojado por Inglaterra, en el laudo de París de 1899″.
Ni Inglaterra ni Guyana
“De allí que sí es preciso y correcto decir que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único instrumento válido, dentro del Derecho internacional Público para negociar la controversia que mantenemos con Guyana, quien se apega al Laudo de París de 1899 que perdió su validez jurídica. El método de solución pacífica de conflictos estrella es la Negociación directa y este fue el que Venezuela, Inglaterra y Guyana ejercieron o emplearon cuando firmaron el Acuerdo de Ginebra de 1966, con el cual desecharon todo lo anterior”, ratifica Barrios.
“Los tres países reconocen, al firmar ese acuerdo, la contención unilateral de Venezuela de que el laudo era írrito y nulo, porque Inglaterra, mediante irregularidades le había despojado de esos 159.500 km2 que nunca fueron de Inglaterra y mucho menos de Guyana”.
Agrega que “fueron los colonos de Guyana, del sector del Demerara, holandeses en ese momento, los que se fueron pasando al oeste del río Esequibo y poblando la franja norte costera de la Guayana venezolana o Guayana esequiba, o territorio esequibo”.
Recomienda “distinguir entre Guayana Esequiba y Guyana. La primera es Venezuela y está al oeste del río Esequibo y la segunda está al este del río Esequibo”.
“Venezuela no quiere ni un milímetro cuadrado del territorio de Guyana. Venezuela solamente lucha por recuperar esos 159.500 km2 de su territorio al oeste del río Esequibo y lo desea hacer dándole cumplimiento al Acuerdo de Ginebra firmado sin coacción ni apremio entre Inglaterra, Guyana y Venezuela en 1966″, finaliza diciendo.