El periodista venezolano Luis Alejandro Acosta, detenido el pasado 8 de septiembre en el parque nacional Yapacana, ubicado en el estado Amazonas, fue puesto en libertad condicional por decisión de un tribunal de esa región fronteriza con Colombia y Brasil, informó este jueves el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (SNTP).
Acosta “quedó en libertad condicional con régimen de presentación cada 15 días, prohibición de publicar información sobre el caso y la obligación de solicitar permiso para salir del estado”, indicó la organización gremial a través de X (antes Twitter).
El SNTP informó de la detención del periodista el día 10, cuando aseguró haber recibido información de que Acosta fue trasladado desde el lugar donde lo mantenían privado de libertad, en Yapacana, hasta la capital de Amazonas, Puerto Ayacucho.
El periodista se encontraba “desde hace varios meses” en la zona haciendo cobertura de las operaciones emprendidas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para combatir la minería ilegal.
Según el sindicato, la Fiscalía, que no se ha pronunciado al respecto, imputó al periodista por los delitos de “ejercicio de la minería ilegal en modalidad de promoción e incitación, ocupación de zonas protegidas e incitación a delinquir”.
Desde el 1 de julio, la FANB ha incrementado las operaciones militares en la región amazónica venezolana a través de evacuaciones masivas que, hasta hoy, dejan un total de 13.902 “mineros ilegales” expulsados de este territorio.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa confirmó que dos personas murieron y otras seis resultaron heridas, tres militares entre ellos, durante un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y mineros ilegales en Yapacana.
La policía venezolana desmanteló las operaciones de una banda en prisión
En otro orden, la policía venezolana logró realizar con éxito una intervención en el penal de Tocorón, en el estado de Aragua, al centro-norte del país, y desmanteló las operaciones criminales que se mantenían desde allí dentro.
La banda Tren de Aragua, con gran presencia en esta cárcel, había logrado montar entre los barrotes su centro de comando, gracias al bajo nivel de control que tenían los guardias.
Es por ello que la intervención -que llevó un año de preparación- acabó con los más impensados objetos incautados que incluyen lanzacohetes, granadas, fusiles de francotiradores, municiones de alto calibre, máquinas para minar criptomonedas, drogas y hasta motos de lujo.
“Ha sido una operación exitosa, impecable, que nos ha permitido dar un duro golpe contra grupos criminales”, celebró el ministro del Interior, Remigio Ceballos, al ofrecer el balance de la intervención aunque lamentó la muerte de un militar.
“Más de 60 individuos pertenecientes a una gran banda criminal” fueron identificados, agregó sin hacer mención específica al Tren o a su líder, Héctor Guerrero Flores, conocido como ‘Niño Guerrero’. El capo cumple una sentencia de 17 años por múltiples homicidios y tráfico de drogas.
A continuación, mientras se mostraba junto al botín y unos 11.000 militares y policías fuertemente armados y con vehículos blindados, dijo que se está “obteniendo información de alto nivel, de carácter criminalístico” para “futuras capturas”.
El ministro evitó dar precisiones sobre el control de la banda en el penal así como de cantidades incautadas o de cómo los elementos podrían haber sido ingresados. Sin embargo, sí mencionó que cuatro funcionarios fueron arrestados durante el operativo y posteriormente acusados de complicidad con los criminales.
Hay varias investigaciones en curso para poder “establecer responsabilidades” y “no habrá impunidad”, prometió. “Vamos contra todos los criminales y cómplices”.
(Con información de EFE)