Una delegación del régimen de Nicolás Maduro llegó este martes a China con la intención de atraer nuevas inversiones energéticas que ayuden a impulsar la economía de Venezuela, de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2024.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, junto al ministro de Petróleo, Pedro Tellechea, aterrizaron en Shanghai “en nombre del presidente Nicolás Maduro, para fortalecer las relaciones bilaterales de hermandad y cooperación con esta nación”, indicó la Vicepresidencia en un mensaje en redes sociales.
Los funcionarios, que encabezan la delegación venezolana de más alto nivel que visitó al gigante asiático en cinco años, fueron recibidos por el director de América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores local, Cai Wei, y por el embajador de Caracas en el país, Giuseppe Yoffreda.
Durante su estadía, los enviados abordarán el impulso del sector petrolero venezolano mediante posibles empresas conjuntas entre China y PDVSA, algo que, no obstante, ya lleva años.
Venezuela concentra en su territorio las reservas de crudo más grandes del mundo y, por ello, el petróleo representa cerca del 95% de sus ingresos en el extranjero. Sin embargo, en los últimos años, la mala gestión y la corrupción han disminuido significativamente este flujo de dinero que, ahora, Maduro está intentando recuperar para fortalecer su candidatura para un tercer mandato.
En los últimos años, el Ministerio de Petróleo de Caracas inició las conversaciones con funcionarios de China National Petroleum Corporation para alcanzar un conducto renovado que elimine a los intermediarios y permita el envío directo de crudo al gigante asiático.
Según datos recopilados por Bloomberg, CNPC produce, actualmente, unos 80.000 barriles diarios, lo que es la mitad de lo que solía bombear en 2015.
De todas formas, la alianza entre los regímenes data de mucho antes. China se convirtió en un prestamista clave para Venezuela ya en 2007, cuando financió por primera vez una serie de proyectos de infraestructura y petróleo, durante la gestión de Hugo Chavez. Entonces, los registros públicos indican que Beijing envió más de USD 60.000 millones en préstamos respaldados por petróleo a través de bancos estatales hasta 2015.
Esto representó un nivel de inversión diplomática y financiera sin precedentes en América Latina.
Es por ello que el canal estatal VTV señaló que las naciones son “aliadas estratégicas” que mantienen acuerdos comerciales en áreas financieras, de salud, agrícolas, culturales, científicas y tecnológicas, entre otras.
Inclusive, el propio Maduro elogió este lunes a su par y consideró que “muy pronto” será la potencia económica “más grande y poderosa del mundo entero”, palabras que se suman a las muestras de apoyo a las “iniciativas globales impulsadas” por Xi, el pasado mayo.
Por otro lado, este acercamiento de Maduro al régimen de Xi Jinping se da en un momento en el que las relaciones de China con Estados Unidos están en uno de sus momentos de mayor tensión debido al contexto geopolítico.
Sin embargo, para el Palacio de Miraflores la situación parecería ser distinta luego de haber entablado conversaciones con la Casa Blanca.
Desde los diálogos iniciados meses atrás en México, las partes han avanzado en sus vínculos diplomáticos y hasta el presidente Joe Biden dijo considerar el levantamiento de sanciones sobre el país a cambio de garantías por elecciones justas en 2024.
(Con información de EFE y Bloomberg)