En Venezuela ya no alcanzarán las cárceles para enviar a tantos inocentes dirigentes políticos, obreros, vecinales o gremiales, mientras que delincuentes privilegiados siguen en libertad o disfrutando lo que han esquilmado durante su participación en la revolución bolivariana. Como si fuera irremediable el turno para ser víctima, ahora les tocó a los principales líderes de la protesta que por conquistas salariales libran los obreros de SIDOR (Siderúrgica del Orinoco) en el estado Bolívar. Varios líderes están presos, otros han huido o se ocultan tratando de retomar las fuerzas y estrategias sobre el reclamo que ya era imposible detener ante el acelerado empobrecimiento de los sidoristas, que pasaron de ser hace años unos de los obreros del estado con mejores beneficios a estar casi en la indigencia.
“Comenzó la persecución y la represión, cuando en este momento una comisión del SEBIN allanó la casa de Yuxcill Martínez, quien gracias a Dios no fue capturado, porque pudo huir con sus dos niños. Se esperan más allanamientos y órdenes de captura, entre ellas la de Cesar Soto. Hacemos responsable al Gobernador del estado Bolívar, a los miembros de la Junta Interventora, al Presidente de Sidor Sandy Villarroel, por todo lo que le pueda pasar a estos compañeros”, fue el mensaje que enviaron trabajadores siderúrgicos al abogado y defensor de derechos humanos Eduardo Torres el 15 de junio de 2023, como parte de los hechos que ocurren, por parte de los cuerpos de seguridad e inteligencia, contra los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (SIDOR).
Ya para ese momento la indignación corría por las redes de comunicación de los sidoristas, manifestando profunda indignación, con llamados a responder a las pretensiones del Gobierno de Nicolás Maduro de acallar la protesta obrera que reclama mejores condiciones laborales y salarios dignos. “¿Hasta cuando nos vamos a calar esta vai..? ¿No vamos a despertar? ¿Qué car… nos pasa a los trabajadores que no reaccionamos? Se están llevando presos a nuestros lideres, a los que luchan por nosotros”.
La protesta
Creada por el Estado venezolano en 1962, la empresa SIDOR (Siderúrgica del Orinoco) fue privatizada años después logrando altos índices de producción hasta que Hugo Chávez, en el 2008, la vuelve a nacionalizar, se politiza y se convierte en un apéndice electoral del partido de Gobierno; tres años después la empresa empezó a acumular millonarias pérdidas y hoy no puede ni siquiera ofrecer un salario digno y beneficios laborales a su clase trabajadora.
La protesta de los sidoristas ha sido intensa desde que el 7 de junio, los obreros apoyados por el Sindicato que los agrupa deciden paralizar la Planta de Pellas, mientras buscan llamar la atención para que se les mejore el salario, se les beneficie como años antes con un buen servicio médico asistencial de HCM (hospitalización, cirugía y maternidad), así como pago de prestaciones sociales a quien corresponde.
El 9 de junio, la protesta continúa, y poco después de las 6 de la mañana, cuando los trabajadores se disponían a ocupar sus puestos de resistencia, se encontraron en el portón I a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) quienes intentaron impedir la protesta. La situación se tornó álgida con los efectivos militares que, según los obreros denunciaron, actuó con violencia, amenazas y exhibiendo armas de fuego contra los manifestantes.
Ese día Leonardo Azócar, hoy en día detenido, dijo que habían más de mil trabajadores ahí, mientras denunció que más de 50 guardias instalados en la puerta no les permitían el acceso a las instalaciones de SIDOR, siendo él el secretario de reclamos del sindicato, pero tampoco se lo permitían a Daniel Romero. “Un funcionario de apellido aparentemente Hurtado desenfundó su arma de fuego para apuntar al delegado sindical Daniel Romero”, dijo.
Violación al debido proceso
El 11 de junio fueron detenidos varios trabajadores, mientras otros lograron ocultarse. Entre los principales dirigentes presos por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), están los que liderizaban la protesta en SIDOR y que fueron encarcelados: Leonardo Azócar Malavé, secretario de trabajo y reclamo del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Suttis) y el delegado sindical Daniel Romero, imputados por Instigación al Odio, Asociación para Delinquir y Boicot.
El abogado y defensor de derechos humanos Eduardo Torres, hablando en nombre de la familia de Leonardo Azócar, informó de las detenciones de los dos dirigentes sindicales, destacando que “han sido privados injustamente de su libertad por un Tribunal del estado Bolívar. Estamos nuevamente en presencia de la violación al debido proceso, de la presunción de inocencia, del acceso a la justicia, del derecho a la defensa, porque no se les permitió a los abogados de confianza estar presentes en un supuesto juicio que realizaron entre gallos y medianoche”.
Sobre los delitos que les fueron imputados a Romero y Azócar, se preguntó: “¿Cuál instigación al odio, boicot y asociación para delinquir? Esos dos dirigentes son directivos del sindicato de Sidor, una de nuestras principales empresas básicas. Estamos en presencia de la continuación de crímenes de lesa humanidad, un ataque sistemático y generalizado contra la población civil, lo que constituye una política, con conocimiento por parte de quienes tienen el poder en Venezuela. Acto subyacente, persecución y encarcelamiento”.
Agregó que los dirigentes obreros están siendo enviados a un área de máxima seguridad de un centro de procesados en Caracas. “Nos preguntamos: ¿Por qué los ministros o quienes han estado involucrados en corrupción de las altas esferas del Gobierno no están presos, no están tras las rejas? Mientras a los dirigentes sindicales que defienden un salario y una convención colectiva, se les pretende humillar enviando un mensaje a todos los trabajadores de Venezuela”.
Hace un llamado a organismos como la Corte Penal Internacional (CPI), Ministerio Público, Misión de Determinación de los Hechos de la ONU, Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Los trabajadores y pueblo de Venezuela exigen, hoy más que nunca, de su apoyo. Es momento de la unión, organización y sobre todo de la movilización, artículo 68 de la Constitución: el derecho a la protesta cívica, pacífica y constitucional en defensa de los derechos y la libertad”, finaliza diciendo el abogado Eduardo Torres.
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