La ONG venezolana Fundaredes denunció que grupos armados irregulares invaden tierras y extorsionan a ganaderos en la frontera entre Venezuela y Colombia.
En su más reciente informe, la organización indicó que la extorsión a ganaderos venezolanos de la zona fronteriza con Colombia por parte de grupos armados irregulares (GAI) y bandas criminales es una “constante expansiva” pese a las reiteradas denuncias, tanto de víctimas como de medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales.
“El derecho a la vida, a la integridad personal y a la propiedad, así como el desarrollo de la actividad agropecuaria, están comprometidos y vulnerados por la actuación desmedida de organizaciones criminales que operan con conocimiento de autoridades militares y policiales”, subrayó el reporte.
Y enfatizó: “Ha sido en vano anunciar regulaciones de las actividades que se desarrollan en estos sectores fronterizos: la educación, la migración, el intercambio comercial y de combustibles, la vialidad, entre otras, pues en estos territorios se imponen las reglas de grupos guerrilleros y paramilitares de origen colombiano y otros grupos armados. De esta manera, el Estado venezolano, aunque intenta ser regulador, incumple sus obligaciones establecidas en el artículo 19 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
Fundaredes detalló que ganaderos y productores agropecuarios de los estados Zulia, Táchira, Apure y Barinas sufren amenazas personales, así como a sus predios y bienes. “Secuestros, asesinatos y extorsiones han aumentado en años recientes, sobre todo en Zulia y Apure, tal como lo ha denunciado la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela ante el Ministerio Público y los medios de comunicación”, expresó.
“Medidas extorsivas”
Fundaredes recordó que la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) ya había denunciado que “en el país persisten medidas extorsivas que entorpecen el funcionamiento de este sector”.
“Dichas trabas, aseguran, son ejercidas tanto por grupos irregulares como por entes del Estado. También persiste el temor entre los ganaderos del estado Apure ante la presencia de grupos irregulares o guerrilleros provenientes de Colombia y la ausencia de cuerpos de seguridad o políticas de resguardo. El tema de los irregulares colombianos con los cuales los productores agropecuarios y la sociedad civil se ven obligados a interactuar es una realidad”, manifestó el gremio en un comunicado el año pasado.
En 2018, un documento del Observatorio Venezolano de Violencia calculaba que al menos el 65% de los productores de la zona de Machiques-Colón, en el estado Zulia, pagaba “vacuna” (cobro extorsivo de dinero); mientras que una investigación de InSight Crime afirmó que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) está involucrado en “todo tipo de economías criminales” a lo largo de la frontera entre Colombia y Venezuela, pero su papel continuo en facilitar el contrabando de ganado puede ser “uno de los más ignorados”.
Las denuncias
El reporte también recoge denuncias de ganaderos que hablaron con InSight Crime bajo anonimato por razones de seguridad. En el estado Zulia, que limita con los departamentos de Norte de Santander y La Guajira en Colombia, varios confirmaron la participación de la guerrilla ELN en el negocio.
“Estos grupos al margen de la ley prestan un servicio de custodia y permiten el traslado de animales por las trochas que están bajo su control, a cambio de comisiones económicas y en algunas ocasiones reciben animales por la prestación de esos servicios”, afirmó un ganadero.
Otro productor consultado en el municipio Machiques aportó otro dato de gran valor y suma gravedad, según consideró Fundaredes: ”Todos los cuerpos de seguridad que tienen presencia en la zona fronteriza reciben sobornos a cambio de permitir el traslado de animales”.
Por su parte, el ex presidente de la mencionada Fedenaga, Armando Chacín, analizó lo que ocurre en Zulia al ser consultado por la ONG: “Es un estado que tiene mafias que se han instaurado. Para entender un poco más sobre el caso, estas extorsiones varían; pues no solo piden dinero, en ocasiones hacen visitas a las unidades de producción, y se roban enseres y maquinarias para intercambiar y así cobrar la extorsión. Son delincuentes capaces de matar a los trabajadores si no pagas. Existe mucho temor, es casi imposible que todos los que se han sido extorsionados denuncien, ya que los delincuentes te llaman y te dicen que ahora debes pagar más porque pusiste la denuncia y lamentablemente hay cuerpos de seguridad infiltrados con estos grupos”.
Chacín agregó que hay zonas que el Estado venezolano ha abandonado. “Son enormes extensiones sin custodia de las FANB (Fuerzas Armadas), lo que obliga a los productores a convivir con lo que hay allí, sea delincuencia o guerrilla, con todo lo que eso implica”, concluyó.
El informe completo
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