El líder opositor venezolano Leopoldo López, en el exilio desde 2020, denunció este martes que el dictador Nicolás Maduro sigue en el poder por el apoyo de los “enemigos” de Estados Unidos, y reclamó mayor respaldo a las fuerzas democráticas en su país, en particular por parte de Washington.
“No hay manera de ganar la lucha por la democracia y la libertad si Estados Unidos no la lidera”, dijo ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, liderado por el legislador demócrata Bob Menéndez.
López, residente en España, hizo hincapié en esa sesión en que el dictador venezolano, a su juicio, no está en el poder ni por el apoyo militar, ni por la riqueza de su país en recursos naturales ni porque la oposición esté fracturada.
“La verdadera razón es el apoyo internacional que tiene por parte de enemigos de Estados Unidos: de Rusia, China, Irán, Bielorrusia, Cuba. Maduro claramente es parte de una red autócrata que está alineada en protegerse a sí misma, en defenderse diplomáticamente”, añadió el político y economista.
Cualquier colaboración que reciba ese Ejecutivo, añadió, es preocupante porque “Maduro y su régimen son una estructura criminal que está vinculada no solamente con las autocracias del mundo, sino también con grupos criminales como las FARC, el ELN, el cártel de sinaloa, el grupo Wagner”.
“Compartir información de inteligencia, darle estabilidad a Maduro o incluso blanquear lo que significa Maduro diplomáticamente para presentarlo como legítimo creo que es un gran error”, recalcó López, que en noviembre lanzó el Congreso Mundial por la Libertad para aglutinar a activistas y movimientos de más de 40 países para “mantener viva la lucha y la esperanza”.
La democracia, según dejó claro en su comparecencia, necesita ser peleada. “Necesitamos visibilizar la realidad de los prisioneros políticos y de la represión trasnacional. Y también incrementar el costo para el régimen de tener presos políticos”.
La sesión estuvo centrada en el apoyo de Estados Unidos a la democracia y los derechos humanos y contó también con la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, y con el presidente de la ONG en favor de la democracia National Endowment for Democracy (NED), Damon Wilson.
López, miembro del Centro Wilson, un laboratorio de ideas (“think tank”) con sede en Washington, incidió en que debe haber un acceso masivo a internet, gratuito y sin censura, para combatir la desinformación y posibilitar que la gente se movilice.
Y reclamó también “repensar las sanciones”: “No son una panacea. Son un medio para un fin”, dijo.
La crisis en su país, subrayó, no es consecuencia de las sanciones, sino de la mala gestión y de la corrupción, y por ello instó a que las sanciones no se centren solo en oficiales gubernamentales, sino también en todos aquellos individuos y compañías que “están detrás de esa red cleptocrática de corrupción y que provee apoyo a la dictadura”.
El político venezolano añadió que el sector privado también debería formar parte de la conversación en favor de mayores derechos, y señaló en concreto en referencia a Estados Unidos que no es necesario solo un apoyo bipartidista. Ese respaldo, concluyó, debe contar con la cooperación de todas las ramas del Ejecutivo.
Para López, el proceso de negociaciones en México entre el régimen venezolano y la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria está estancado porque “Maduro no tiene la intención de querer avanzar”, y la única manera de acabar con la “tragedia humanitaria” en su país es “a través de un cambio político”.
(Con información de EFE)
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