El régimen venezolano trata de ocultar la feroz guerra interna que se libra en el chavismo: El Aissami no es el único apuntado

Nicolás Maduro lanzó otra de sus cruzadas para distraer a la opinión pública, esta vez con la lucha contra la corrupción como excusa para perseguir a quienes considera enemigos o rivales

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La mayoría de los partidos
La mayoría de los partidos del Gran Polo Patriótico se separaron del Gobierno

En lo único que ha tenido éxito la copia que hizo Venezuela de revoluciones como Cuba, es en la destrucción del aparato económico, en el deterioro de la institución castrense, en la proliferación de la corrupción entre los jerarcas mientras un pueblo hambriento muere de mengua y desidia, a la par que se extiende la corrupción generalizada en todos los ámbitos del país, los institutos de educación son progresivamente reducidos, los medios de comunicación censurados, los hospitales arruinados. Y, por supuesto, en agitar banderas que distraigan la opinión pública con cruzadas que van desde la guerra económica hasta la lucha contra la corrupción. Lo demuestra la defenestración de un poderoso, aunque no será el único: Tareck El Aissami.

Todos son comodines desechables, solo hay espacio para uno, como lo demostró Fidel Castro en Cuba, Joseph Stalin en Rusia, Kim Jong-un en Corea del Norte, Daniel Ortega en Nicaragua y una larga lista de líderes totalitarios en el mundo.

El che Guevara fracasó aparatosamente en convertir a la cordillera de Los Andes, que pasa por Venezuela, en la Sierra Maestra de América. Según narró en alguna oportunidad el político, periodista y escritor Domingo Alberto Rangel Bourgoin, el guerrillero argentino se resignó a que los venezolanos no cederían a los lineamientos del comunismo.

José Pinto cuando fue detenido
José Pinto cuando fue detenido el 15 de junio de 2020

Al anhelo del che Guevara con Venezuela le siguió, años después, Hugo Rafael Chávez Frías, quien tomó el discurso de la izquierda y la revolución, y pretendió imponer una versión en lo que llamó el Socialismo del Siglo XXI, y con ello aplicar: la sustitución de símbolos históricos, incluyendo héroes de la Patria, modificando la bandera y el escudo; modificar las instituciones republicanas, a las que le cambió el nombre, aumentando la burocracia; eliminando la división de poderes, con la excusa de modernizarlas.

También, se fueron llenando las cárceles de presos políticos, algunos de ellos provenientes de las filas de la revolución; eliminando, con el uso de la administración de justicia o la inteligencia policial a los enemigos políticos, internos o externos: adaptando la Fuerza Armada con una visión personalísima que la desdibujó, reventando la estructura piramidal de la institución que tiene el monopolio de las armas, según la Constitución, entre otros.

Tareck El Aissami, ex ministro
Tareck El Aissami, ex ministro de Petróleo

El Polo Patriótico

Y la pretensión infructuosa de crear el partido único, con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) pero tuvo resistencia de pequeñas organizaciones aliadas y por ello creó el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPP); así quiso aglutinar a los partidos de la revolución más allá del PSUV. Fueron ocho partidos: Alianza para el Cambio (APC), Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Movimiento Tupamaro de Venezuela (Tupamaro), Organización Renovadora Auténtica (ORA), Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Patria Para Todos (PPT), Por la Democracia Social (Podemos) y Unidad Popular Venezolana (UPV). Posteriormente Nicolás Maduro creó, en el 2018, su propio partido, el Movimiento Somos Venezuela (MSV), colocando al frente del mismo a Delcy Eloína Rodríguez Gómez.

Podemos se apartó definitivamente del GPP en el 2007 cuando rechazó el referendum propuesto por Chávez para reformar 69 artículos de la Constitución; en junio 2012 el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) designa en la directiva al exgobernador Didalco Bolívar. Cuando la mayoría de esos partidos criticaron o no aceptaron políticas impuestas por el Gobierno y el partido de turno, también Maduro utilizó al TSJ para que interviniera los partidos y sustituyera las directivas que secuestraron las tarjetas; en el caso de Tupamaros incluso detuvieron, en juio 2020, con la excusa de un delito de asesinato, al máximo líder de esa organización: José Tomás Pinto Marrero.

El gobernador Guzmán con Nicolás
El gobernador Guzmán con Nicolás Maduro Guerra en Mérida

Reglas discrecionales

Para la renovación de cuadros partidistas, el PSUV estableció noviembre 2022:

10 noviembre: reuniones preparatorias de cada UBCH con propulsores, jefes de calles, comunidades y equipos UBCH.

11 de noviembre: organización de las UBCH y la Jornada Nacional de Propaganda, medios redes, calles, paredes, pepelógrafos y murales.

12 de noviembre: Asamblea de Postulaciones, estableciéndose que los actuales miembros de EPE (Equipo Político Estadal), EPM (Equipo Político Municipal) y EPP (Equipo Político Parroquial) solo pueden estar y votar donde están asignados para votar. La referencia de participación es 120 personas por asamblea. La DN (Dirección Nacional) recibirá todos los postulados y se encargará de designar los equipos. La Juventud (Jpsuv) va a su proceso interno junto al PSUV en la misma asamblea.

Al militante común le dijeron que esas asambleas en todo el país se harían “sin coacción, listas previas ni líneas”, enfatizando que no hay línea qué seguir, que “los gobernadores y alcaldes son natos y no deben ser postulados” y se prohibió la propaganda personal. Los diputados y delegados del Congreso podían ser postulados. La DN es la que decide si los alcaldes forman parte de la Dirección Estadal.

Como Metodología del proceso, se indicó verificar la participación y hacer listado de asistencia. El evento se organizó en tres momentos:

1) Postulación de los Equipos Políticos Estadales PSUV y JPSUV.

2) Postulación de los Equipos Políticos Municipales PSUV y JPSUV.

3) Postulación de los Equipos Políticos Parroquiales PSUV y JPSUV.

Se explicó que “basta que alguien se levante y postule a alguien para que esté en la lista final”. A los jefes de las UBCH les giraron instrucción para que “usted mismo debe cargar los reportes en la aplicación CC200 PSUV (Foto del acta de postulados, foto de la asamblea, lista de postulados y acta de asistencia)”, de manera que el jefe de la UBCH es el garante de las actas originales.

Indicaron que “los jefes de calles, comunidad y UBCH están aptos a postularse en cualquier nivel de equipo. Si se decide que avance a parroquial, municipal o estadal, usted debe ceder su responsabilidad al segundo recién electo”.

No fue más que discurso para el militante común, al final, y con la misma cultura que ha actuado el partido de Gobierno en elecciones presidenciales, gobernadores, alcaldes, diputados, concejales o cualquier otra, no respetaron los parámetros establecidos. Y así, todo el que pudo elaboró su lista de postulados.

13 de noviembre: se haría la Sistematización.

Hasta ahí llegó la dirigencia local, estadal y regional, porque finalmente el partido a nivel nacional determinó quién quedba en cada lugar, aunque eso significara obviar al ganador.

Nicolás Maduro sabe que el poder de Diosdado Cabello en el PSUV es superior al suyo, aunque ha logrado conquistar importantes espacios políticos en los equipos regionales y municipales del PSUV.

Desde cada rincón del país hay una guerra de poder en el PSUV, que incluso ha enfrentado a golpes a dirigentes de calle. Empecemos por uno de los menos álgidos, el estado Mérida, que llegó a ser un frente fuerte de poder para el ahora desfenestrado Ministro de Petróleo, Tareck El Aissami.

Una dirigente de calle del
Una dirigente de calle del Táchira, vota en el proceso interno del PSUV

El Aissami en Mérida

Jehyson José Guzmán Araque, actual gobernador del andino estado Mérida, fue constituyentista y perteneció al gabinete ministerial de Hugo Chávez. Hace un par de días, como respuesta a la línea impartida del PSUV, para que apoyen la defenestración de Tarek El Aissami y su grupo, enmarcado en la propaganda “lucha contra la corrupción”, dijo que hicieron un debate intenso y decidieron “acompañar a nuestro presidente Nicolás Maduro en la batalla frontal contra la corrupción, que es una batalla para defender la Revolución y los intereses de nuestro pueblo”.

Aunque no lo explicó se refirió a “aquellas voces agoreras que quieren venir a atacar a la Revolución porque han surgido hechos de los cuales ninguno de nosotros pretende vanagloriarse, por el contrario repudiamos contundentemente los hechos de corrupción que además no son revolucionarios; cualquier hecho de corrupción decanta en las aspiraciones capitalistas de un ser”.

“Exigimos a los órganos de justicia que se evalúen todos los hechos de corrupción en todos los niveles, sobre todo que no quede impune los hechos de corrupción vinculados con los distintos partidos de la oposición”.

Aunque los hechos demuestran lo contrario, Guzmán aseguró que “la Revolución no le permite los espacios a quienes se desvían de los objetivos de la patria. Desde el PSUV manifestamos nuestro apoyo incondicional al Presidente Nicolás Maduro y lo acompañamos en esta cruzada para seguir luchando juntos por nuestros pueblos por el legado del comandante Hugo Rafael Chávez Frías”, finalizó diciendo.

Jehyson Guzmán no tiende a la confrontación, es partidario del consenso y por ello pareciera tener el control absoluto del Partido Socialista en el estado Mérida; la mayoría de los miembros de la organización están alineados en torno al mandatario regional. Tiene mucha cercanía con el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez y se alinea al sector que lideriza Nicolás Maduro.

La estructura de partido recién nombrada está integrada por funcionarios y dirigentes afectos a Guzmán; aunque el Alcalde Jesús Araque, también alineado con Maduro, le disputa el poder al gobernador, es una confrontación pasiva, muchas veces suspendida por la dinámica de parrandas y fiestas que impulsan cada uno por su cuenta con la participación de artistas internacionales.

Aunque en Mérida hubo mucha influencia de Tareck Zaidan El Aissami Maddah, parece ser definitivamente una historia del pasado; la fuerza política del ministro de Petróleo se ha reducido considerablemente.

El ex ministro, ex diplomático y actual diputado de la Asamblea Nacional, Ramón Augusto Lobo Moreno aparece compitiendo por el liderazgo regional, pero tiene el estigma de ser hombre cercano a Diosdado, además no ha demostrado fuerza ni habilidad necesaria para ser considerado una amenaza al estatus quo del PSUV en Mérida.

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