El régimen de Nicolás Maduro emprendió en Venezuela su “lucha contra cualquier acto relacionado con la corrupción”, en palabras del propio dictador este lunes. Es que aún siguen los coletazos luego de que se destaparan casos de desfalco a la administración pública que implican a varios funcionarios chavistas.
Tras la renuncia del ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, quien dejó su cargo “con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso”, Maduro informó que ha “conducido personalmente” una serie de investigaciones para “desmembrar” a las “mafias de corrupción que se han enquistado en importantes sectores”, entre ellos el petrolero, además del judicial y político.
Uno de los personajes fuertes del chavismo que habló al respecto fue Diosdado Cabello, quien reconoció que “muchos terminan traicionando a la revolución sólo porque ya se han robado lo suficiente”.
“Nosotros hemos tenido una lucha constante contra la corrupción, contra los antivalores. Muchos de ellos terminan traicionando a la propia revolución sólo porque ya se han robado lo suficiente y les da para vivir en cualquier lugar del mundo a ellos y sus amigos”, indicó Cabello.
De momento, se conoce la detención de, al menos, cuatro funcionarios públicos, entre ellos el ahora ex jefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) Joselit Ramírez, así como de dos jueces y un alcalde chavista, por estar implicados en presuntos hechos de corrupción administrativa, según confirmó el canal oficialista VTV este lunes.
Además, algunos de los altos funcionarios detenidos están señalados como implicados en una red de prostitución al servicio de políticos y empresarios, reveló bajo reserva a la agencia de noticias AFP una fuente ligada a las investigaciones.
Desde la semana pasada, cuando la Policía Nacional contra la Corrupción (PNCC), anunció una “investigación profunda” a funcionarios incursos en “corrupción administrativa y malversación de fondos” han sido detenidos altos funcionarios y “testaferros” que actuaban bajo la fachada de empresarios.
Al menos tres de los detenidos, según la prensa, tienen vínculos con el poderoso Tareck El Aissami, quien renunció este lunes al cargo de ministro de Petróleo que ocupaba desde 2020, salpicado por el nuevo escándalo en la estatal Pdvsa sobre la que cursan unas 25 investigaciones desde 2017 que han dejado un centenar de gerentes y empleados presos.
Arrestado el domingo, el diputado y ex ministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, considerado un cercano colaborador de El Aissami, fue uno de los creadores de la criptomoneda venezolana Petro respaldada en las reservas de crudo del país.
Roa, a su vez, tenía como su “testaferro” al empresario Alejandro Arroyo, “dueño de una mansión en el Country Club (una exclusiva urbanización de Caracas), una inmensa flota de camionetas y equipos de fútbol”, añadió la fuente.
“Y lo grave es que manejaba una red de prostitución al servicio de este grupo donde captaban a jovencitas para que les sirvieran de damas de compañía”, subrayó el informante.
Este empresario tenía además una “sociedad con el ex gobernador de Cumaná, Edwin Rojas”, también detenido este lunes, según reportes de la prensa local.
La palabra de Andrés Izarra
La sorpresiva purga de funcionarios chavistas dejó al descubierto, como nunca antes, las profundas divisiones en el seno del régimen de Nicolás Maduro. El aparato de propaganda de la dictadura sostiene que se trata de una lucha contra la corrupción. Pero el verdadero trasfondo es otro.
Andrés Izarra, ex ministro de Comunicación de Hugo Chávez, comentó en diálogo con Infobae que lo que está sucediendo en Venezuela “es una lucha de poder” entre Maduro y uno de los hombres de mayor peso del régimen: Tareck El Aissami.
“Tareck El Aissami, que era el ministro de Petróleo hasta ahora que acaba de renunciar, era una persona de mucho poder dentro de la estructura del madurismo. No solamente era presidente de PDVSA, que le daba mucho acceso a los principales recursos con los que cuenta el país, sino además controlaba una estructura política importante. Tenía varios gobernadores que eran de su equipo, ministros… Es decir, controlaba poder dentro del ejecutivo, poder económico, servicios de inteligencia, cuerpos armados…”, señaló Izarra, quien se encuentra “desterrado” en Alemania, sin poder volver a su país.
Apuntó, además, que el ex ministro de Petróleo, sancionado por Estados Unidos, también es un funcionario con importantes relaciones internacionales, principalmente “con rusos, turcos, sirios, con Hezbollah…”.
El ex ministro chavista reconoció que Maduro siempre le ha permitido a su círculo cercano beneficiarse de la estructura criminal que montó desde su llegada a Miraflores. “Pero Maduro lo que sí no permite es que le disputen el poder”, aseveró.
Según indicó, el dictador inició la purga de funcionarios chavistas luego de descubrir “que lo que había era un poder muy grande que se había construido a sus sombras”. “Ahora Nicolás va por la cabeza de Tareck El Aissami para descabezar ese poder”, advirtió.
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