Un 9 % de la población infantil que vive en el amazónico estado Bolívar, en el sur de Venezuela, padece desnutrición, además de enfermedades que ponen en riesgo su salud, según informó este viernes la ONG Fundaredes.
En una nota de prensa, la ONG advirtió que niños y ancianos de esta región corren riesgo de “muerte por desnutrición severa” debido a los problemas de alimentación que padecen, a los que se suman “enfermedades hepáticas que ponen en riesgo la salud y la vida” de estos grupos.
La organización asegura que dentro de este grupo hay menores de edad pertenecientes a etnias indígenas que hacen vida en esta zona y que, además, se enfrentan a enfermedades como el paludismo, por falta de acceso a servicios básicos.
El coordinador de Fundaredes en Bolívar, Darío Graffe, citado en el escrito, detalló que en algunas comunidades del estado se documentó “un alto porcentaje de desnutrición, aunado a la falta de atención médica por parte del Estado, quien debe velar por la prestación adecuada de cada servicio para garantizar el derecho a la vida”.
Agregó que en las comunidades se promueve un programa estatal de abastecimiento de alimentos que se ha vuelto “intermitente”, y deja 75 % de los hogares de la zona en “inseguridad alimentaria e incertidumbre”.
“Exhortamos a las autoridades competentes en materia de salud y ambiente a que solucionen esta crítica situación que está ocasionando graves problemas de salud a los pobladores del estado Bolívar, que hoy viven en el olvido”, pidió la ONG.
El pasado enero, durante su rendición de cuentas anual, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, indicó que cerca de 2.300.000 venezolanos sufren déficit nutricional, indicador que, aseguró, ha mejorado de manera significativa desde 2017, cuando un tercio de la población (unos 11 millones de ciudadanos) padecía algún tipo de inseguridad alimentaria.
Estados Unidos enviará 170 millones de dólares más en ayuda humanitaria
Estados Unidos anunció este viernes un nuevo paquete de más de 170 millones de dólares de ayuda humanitaria y para el desarrollo a fin de paliar la crisis migratoria venezolana que afecta a buena parte del continente americano.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aclaró en un comunicado que los recursos serán distribuidos a través de organizaciones sociales para asegurar de que no lleguen a manos del régimen del dictador venezolano, Nicolás Maduro.
Estados Unidos es el país que más dinero ha destinado en respuesta a la crisis venezolana, con más de 2.800 millones de dólares desde 2017, aseguró el titular estadounidense de Exteriores.
El nuevo paquete prevé más de 140 millones de dólares en ayuda humanitaria y otros 31 millones en asistencia para el desarrollo “para responder a las necesidades de los venezolanos vulnerables dentro de Venezuela, así como de los migrantes y refugiados venezolanos”.
La asistencia también se destinará a 17 países de la región que “han acogido generosamente” a los venezolanos que han salido de su país.
Blinken afirmó que esta decisión cumple con el compromiso adoptado por Washington en la Cumbre de las Américas del año pasado en Los Ángeles de “apoyar a los países que albergan a grandes poblaciones de migrantes y de refugiados”.
(Con información de EFE)
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