El régimen chavista cedió el 40% de su participación en Petrozamora, una empresa mixta de la Corporación Venezolana de Petróleo, a GazMin International Group, una compañía recién creada que operan los hermanos Santiago y Ricardo Morón, señalados por las autoridades norteamericanas como testaferros del hijo del dictador venezolano, Nicolás Maduro.
Hasta septiembre de 2022 ese paquete de acciones de Petrozamora correspondía a la empresa rusa GPB Global Resources. Bloomberg publicó días atrás que Pdvsa cedía a una empresa de Oriente Medio la parte expropiada a los rusos. Aunque la decisión no ha sido anunciada formalmente, aseguró Bloomberg. “Venezuela otorgó una participación en una petrolera conjunta clave a una empresa poco conocida llamada GazMin International Group, casi seis meses después de habérsela expropiado a ejecutivos rusos, según personas con conocimiento directo del asunto”, detalló la agencia norteamericana.
Ahora, fuente ligadas a Petróleos de Venezuela confirmaron a medios venezolanos que los hermanos Santiago José Morón Hernández y Ricardo José Morón Hernández son socios de GazMin International Group, y que usarían de fachada esta compañía para exportar el crudo de Petrozamora a la empresa Nynas AB, en Suecia y de esta manera poder engañar a Nynas, a la OFAC y los prestamistas de esta empresa para aceptar el crudo de Petrozamora.
Los hermanos Santiago y RicardoMorón Hernández están señalados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como testaferros del hijo del dictador venezolano en el tráfico de oro, coltán y otros minerales. “Estados Unidos está comprometido a atacar a las personas que facilitan y habilitan este régimen corrupto mientras continúan ignorando el bienestar del pueblo venezolano… Santiago y Ricardo son incluidos por haber asistido, patrocinado o proporcionado materialmente apoyo financiero, material o tecnológico, bienes o servicios o apoyo a la corrupción pública por parte de altos funcionarios dentro del Gobierno de Venezuela”, denunciaron las autoridades norteamericanas.
Según del Departamento del Tesoro, Maduro Guerra y los hermanos Morón Hernández “son figuras centrales en la industria del oro de Venezuela”.
Santiago José es abogado y Ricardo José, ingeniero civil. Éste ha trabajado, a su vez, como corredor de bolsa y agente financiero.
Se desconoce cómo se originó su amistad con Nicolás Ernesto Maduro Guerra aunque, la mayoría de las teorías apuntan a que su cercanía haya surgido a raíz de conexiones desde el estado Zulia -aunque los registros oficiales los expongan como vecinos de la urbanización Valle Abajo en la ciudad de Caracas-.
Nicolasito fue sancionado por Estados Unidos en 2019. El entonces secretario del Tesoro Steven Mnuchin señaló que el dictador “depende de su hijo Nicolasito y de otros cercanos a su régimen autoritario para mantener el dominio de la economía y reprimir al pueblo de Venezuela”.
El hijo el dictador ocupa una banca en la ilegítima Asamblea Nacional chavista instalada por el régimen tras las fraudulentas elecciones parlamentarias del año pasado. Anteriormente también se desempeñó como diputado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
En 2014, cuando apenas tenía 23 años, se creó un cargo para él como jefe del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia de la República. Su trabajo era “vigilar” los recursos del Estado. Llegó a ser el principal investigador del caso Odebrecht en Venezuela. Pese a ser la segunda gran trama de corrupción -después de Brasil-, no sólo no se avanzó en las investigaciones, sino que además no hubo responsables.
Desde entonces comenzó a formar parte de los eventos más importantes del régimen. Ese mismo año fue nombrado coordinador del proyecto de la Escuela Nacional de Cine, pese a sus nulos conocimientos sobre la materia. Formado en Economía Social en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEFA), también fue incluido en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela entre 1998 y 2004.
Además de ser el posible heredero y sucesor de Maduro, “Nicolasito” también representa una pieza fundamental en la estructura criminal del régimen: “Es parte del negocio familiar”.
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