“Estamos ahora ubicados, como miembros pleno del Mercosur, en nuestra exacta perspectiva histórica”, dijo Hugo Chávez. “Nuestro Norte es el Sur”.
En Brasilia, con aspecto saludable y en compañía de Cristina Kirchner, José Mujica y la anfitriona, Dilma Rousseff, el presidente de Venezuela selló así el ingreso formal de su país al Mercosur. El pedido existía desde 2006, pero Paraguay se negaba a dar su aprobación. Pero como estaba suspendido del bloque luego del juicio express para la destitución de Fernando Lugo, el resto de los países avaló el trámite.
“El ingreso de Venezuela amplía las potencialidades del bloque, dándole una mayor dimensión geopolítica y geoeconómica”, dijo Rousseff, y destacó que “el Mercosur es la quinta economía” del mundo. Kirchner dijo que la incorporación del país completaba ”la ecuación de lo que va a ser este siglo XXI: energía, minerales, alimentos y ciencia y tecnología”. Y Mujica agregó, uruguayamente: “No se trata de ser los más ricos del planeta, sino los más felices”.
Mientras el grupo económico que representaba al 70% de la población de América del Sur soñaba con un futuro venturoso, la Unión Europea continuaba en una situación comprometida, en particular para naciones como Grecia, Italia y España. Precisamente el Banco de España informó que en lo que iba del año se habían sacado USD 200.000 millones del país, una cifra que representaba el 16% del PBI, además de un récord desde 1990.
Así la cantidad de capitales que escaparon de la crisis española en un año subía a USD 318.000 millones. Sólo en mayo, cuando explotó la crisis de Bankia, el cuarto banco del país, se habían ido USD 50.800 millones. El auxilio del sistema financiero le había salido caro al gobierno de Mariano Rajoy: debió pedir a continuación un rescate a la UE de USD 125.000 millones.
En Londres, el nadador estadounidense Michael Phelps se convirtió en el mayor ganador de medallas olímpicas: al consguir su medalla número 19, desplazó a la rusa Larisa Latynina, que lucía ese récord desd 1964. Dos días más tarde Phelps se superaría a sí mismo: recibiría otra medalla más. Al cabo de Londres 2012 habría conseguido otras dos, con lo cual llegó a 22 medallas olímpicas, de las cuales 16 fueron de oro.
“Terminé mi carrera como quería”, dijo, ya que se retiró entonces, aunque retomaría brevemente el deporte profesional en 2014 y en 2016 sería el abanderado de la delegación de los Estados Unidos en Rio de Janeiro. En su retiro definitivo había acumulado 23 medallas y 20 récords.
Los equipos argentinos más populares perdieron aquel martes: la selección de básquet quedó 71-64 ante Francia y Las Leonas, 1-0 con los Estados Unidos. En tenis, también Juan Mónaco fue derrotado por el español Feliciano López, y terminó su paso por los Juegos Olímpicos de Londres.
En cambio, Ariel Suárez y Cristian Rosso pasaron a la final de remo luego de una regata muy peleada en el lado Gorney. “En los últimos 300 metros no podía pensar nada: quería llegar y que todo terminara ahí mismo”, dijo Rosso. “Estábamos con lo justo, fue una desesperación muy grande”. Poco antes Santiago Fernández, quien había competido en Atenas 2004 y Beijing 2008, llegó segundo detrás del sueco Lassi Karonen y se dispuso a competir por el diploma del cuarto puesto.
En la televisión argentina hubo una competencia infrecuente por el rating: Bebe Contepomi entrevistó a Madonna, que se presentaría en el país a fin del año, y Charly García hizo de sí mismo en Graduados, la tira de Sebastián Ortega.
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