Aquel martes amanecieron sin electricidad siete plazas —entre ellas, la Plaza de Mayo—, dos fuentes y un edificio del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En la noche del miércoles los turistas se tomaban fotos junto al Obelisco a oscuras. Las tinieblas llegaron a cubrir el Parque Centenario y el Rivadavia; las plazas Almagro, Irlanda, Francia, Cortázar y Arenales; las fuentes de avenida Córdoba y 9 de Julio y la de Las nereidas;los monumentos a Urquiza, a Güemes y a Garibaldi; los bosques de Palermo y varios centros de gestión.
El gobierno de Mauricio Macri había recibido cinco intimaciones de Edesur por una deuda de $50,9 millones, acumulada desde que el gobierno nacional eliminara los subsidios. Eso había causado un aumento del 267% en la energía eléctrica (también había una deuda con Edenor, de $9 millones) y el alcalde había dicho que 1) no reconocía la quita de subsidio; 2) no tenía presupuesto para cubrir el aumento. Así que sólo pagaba una porción de la cuenta: la tarifa antigua. El resto, se acumulaba como deuda desde el comienzo del año.
La Justicia había fallado contra CABA en el caso de Edesur, pero Macri había apelado; la medida cautelar presentada contra Edenor esperaba resolución judicial. Hasta agotar todas las instancias, el gobierno no pagaría. Ni siquiera luego de haber obtenido en la Legislatura una ampliación de presupuesto de $384 millones precisamente para cubrir la caída de los subsidios en varios servicios.
“La Ciudad está siendo discriminada”, denunció el ministro de Espacio Público, Diego Santilli, quien hoy es diputado nacional y trabaja duro en la disputa por las candidaturas de 2023. “No es casual. Pensar eso sería una ingenuidad”, se sumó el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien reemplazó a Macri en CABA cuando el ingeniero asumió la presidencia y ahora recorre las provincias con la ilusión de ser a su vez presidente.
La situación se arreglaría el jueves 26, cuando Macri aceptara saldar la deuda en cinco cuotas. “Fue una decisión del gobierno nacional y una falta de respeto a los argentinos”, protestó, sin embargo.
El gobierno nacional no le hizo el menor caso. Tenía problemas más reales, como la unidad de oficialismo y oposición en Córdoba para reclamarle judicialmente $2.200 millones, y la posibilidad de que le siguiera Santa Fe con un reclamo de $1.300 millones más.
José Manuel de la Sota, gobernador cordobés, obtuvo el apoyo de los bloques opositores en la Legislatura para presentarse ante la Corte Suprema y exigir que el gobierno cumpliera un convenio por el cual la provincia debía recibir $1.040 millones de un fondo de compensación de jubilaciones, que la Anses no se avenía a tratar siquiera, y $500 millones de obras públicas nacionales pagadas con dinero provincial.
Mientras ese acuerdo se gestaba en Córdoba, el gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, sumó su propio reclamo a la Anses: “Le pedimos al Gobierno que cumpla con la ley”.
El jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Juan Manuel Abal Medina, respondió con una diatriba contra ”los gobernadores que no manejaron los recursos con cuidado”. Al día siguiente, De la Sota se presentó en el despacho de Abal Medina para hacer el pedido personalmente, pero nadie lo recibió. Dejó entonces una carta en la que explicaba que Córdoba reclamaba $2.223 millones “prestados a la Nación durante 2011″ y recordaba los “múltiples intentos” y las “incontables reuniones” para obtenerlos.
“Ustedes no enviaron los fondos a los que se comprometieron oportunamente ante la Corte”, agregó. “A usted le consta que hemos ofrecido variadas alternativas y plazos que le permitan al Gobierno devolverle a Córdoba lo que nos pertenece”.
Diana Sacayán se convirtió en la primera candidata trans a un puesto político de importancia: la Defensoría de La Matanza. “Haber vivido entre quince hermanos en un barrio de Laferrere con un padre alcohólico y comiendo polenta con chicharrón como mucho; haber pasado por la exclusión desde los 17 años, cuando asumí mi identidad y tuve que prostituirme por más de 12 años, me compromete mucho más a luchar por los excluidos”, dijo al presentarse. Lograría quedar en la terna final, con una gran cantidad de votos.
Sacayán el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), una organización que impulsó los derechos de personasl LGBT+, que logró la aprobación de ordenanzas sobre la identidad de género en varios municipios y en la provincia de Buenos Aires, antecedentes de la ley nacional. Promovió también el acceso al trabajo, la salud y la educación de las minorías y otras formas de inclusión social. Trabajó en el equipo de diversidad sexual del Inadi y fundó y escribió en El Teje, la primera publicación hecha por y para personas trans.
Tres años más tarde Sacayán sería asesinada por Gabriel David Marino, con quien había comenzado una relación. Marino fue condenado por travesticidio, la primera vez que se aplicaba el término en la justicia argentina. Pero en segunda instancia, si bien se confirmó la sentencia a prisión perpetua, se cambió el delito por el de femicidio. Marino no sólo actuó con saña —Sacayán estaba atada de pies y manos; tenía 27 lesiones, 13 de las cuales eran puñaladas— sino también ayudado por otro hombre, registrado en las cámaras de seguridad, cuya identidad se desconoce.
En medio de la crisis europea, Moody’s le bajó la calificación crediticia a Alemania: pasó de AAA+ a AAA-, nada que importara demasiado a Angela Merkel y mucho menos a la Unión Europea, donde había países en las letras B y C. La capacidad crediticia alemana dejó de ser perfecta, apenas.
Uno de esos países gravemente afectados era España, que había pedido el rescate de su sistema financiero y tambaleaba hacia el rescate total. Aquel martes pareció acercarse más al abismo cuando tres comunidades autónomas, Valencia, Murcia y Cataluña (la segunda economía regional) solicitaron el salvataje del gobierno central.
El 70% de las autonomías no podía cubrir los vencimientos de su deuda pública, lo cual amenazaba el mismo modelo de estado de España. “Si no cumplen con los objetivos del déficit los vamos a intervenir”, había amenazado en abril el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, para indignación en el País Vasco, Cataluña, Galicia y Navarra, entre otros lugares.
La reacción popular a la masacre en el cine de Aurora, Colorado, fue típicamente estadounidense: un aumento del 43% en la compra de armas en el estado. James Eagan Holmes, de 24 años, había dejado 12 muertos y casi 60 heridos al ingresar con cuatro armas y dos granadas al estreno de Batman: el caballero de la noche asciende.
En tres días la Oficina de Investigación de Colorado aprobó 2.887 solicitudes de averiguación de antecedentes, un trámite necesario en el estado para comprar armas de fuego. También aumentó la cantidad de inscriptos en las escuelas de tiro. Holmes no había tenido problemas en obtener la aprobación para comprar sus armas: estaba gravemente desequilibrado pero no había cometido delitos anteriores.
Medio centenar de opositores al gobierno cubano fueron detenidos cerca del Cementerio de Colón durante el entierro de Oswaldo Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación muerto en un accidente automovilístico en las dañadas rutas de la isla. Entre los arrestados estaba Guillermo Fariñas, un activista que había cumplido varias huelgas de hambre. El cardenal Jaime Ortega —máxima autoridad católica en Cuba— había despedido los restos del impulsor del Proyecto Varela, una iniciativa pionera de disenso político.
Un joven político del Partido Popular español, Angel Carromero Barrios, conducía el automóvil que chocó a alta velocidad en una carretera en pésimo estado. Los acompañaba el demócrata cristiano sueco Jens Aron Modig, que quedó apenas herido, como Carromero. “Su trabajo callado con el pueblo de Cuba, con la gente, seguirá dando frutos hasta conseguir finalmente que los cubanos accedamos a los derechos”, dijo la viuda de Payá, Ofelia Acevedo, en la ceremonia.
En Buenos Aires, en el Centro Cultural San Martín, comenzó el Bafici Animado, un festival de cine dedicado a la animación para adultos y para niños, que aprovechó las vacaciones de invierno para atraer público. El domingo, para el cierre, se proyectaría Ted, de Seth MacFarlane (Family Guy), que mezclaba actores y personajes animados y se acababa de estrenar en los Estados Unidos.
La noticia principal de los deportes era la novela de Juan Román Riquelme, que había dicho que no jugaría más en Boca pero enfrentaba ahora la falta de ofertas en el extranjero y la resistencia de la comisión directiva a dejarlo ir por las buenas. “Tiene las puertas abiertas”, dijo el técnico Julio Falcioni, con quien Riquelme se llevaba bastante mal —”no lo aguanto más”, había dicho— y parecía expresar un amor no correspondido: “No me puedo imaginar el equipo sin Riquelme”.
Agregó: “Seguramente estará meditando con su familia para decidir qué es lo mejor. Esperemos que lo mejor sea volver a Boca. Es lo que los hinchas esperan, lo que sus compañeros esperan”.
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