La incorporación de Venezuela como miembro pleno del Mercosur había estado frenada por el Congreso de Paraguay. Pero luego del juicio express que destituyó al presidente Fernando Lugo, cuyas ondas expansivas alcanzaron organismos como Unasur y hasta la OEA, la cumbre de presidentes de la alianza, que terminaba aquel viernes en Mendoza, decidió a la vez suspender del bloque a Paraguay y darle la bienvenida a Venezuela.
El anuncio lo hizo la anfitriona, Cristina Kirchner, y las formalidades se cumplirían el 31 de julio en Río de Janeiro. Hugo Chávez, que iba a viajar a Argentina para participar del encuentro, no estuvo por razones de salud. La suspensión de Paraguay del Mercosur no conllevaría sanciones económicas, “porque el objetivo es no perjudicar al pueblo paraguayo”, dijo Kirchner.
Cuando el ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, pidió “comprensión” a la Federación de Gremios Estatales de la provincia de Buenos Aires por la decisión oficial de fraccionar el aguinaldo, los sindicalistas se molestaron. “Ya fuimos muy comprensivos cuando a principio de año aceptamos un aumento insuficiente”, dijo el secretario gremial, Jorge Baldovinos. “Ahora que planteamos la reapertura de la paritaria ¿nos vienen con esto? Es inaceptable”.
Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (actualmente reelecto), ya había anunciado un paro docente para el miércoles 4 de julio; la Asociación de Profesionales de la Salud, ATE y CTA de la provincia se sumaron en ese momento.
“La interna política perjudica a los bonaerenses”, agregó Baldovinos sobre la distancia que se había creado entre la presidenta y el gobernador, quien había expresado su deseo de sucederla. “Nos tienen prisioneros de sus peleas”. Pero Scioli simplemente no tenía recursos: había esperado que Nación le girase $2.300 millones y había obtenido $1.000 millones. Los estatales bonaerenses cobrarían sus salarios normalmente, pero el aguinaldo sería en cuotas, desde el 15 de julio hasta octubre.
El Indec publico una estadística alarmante: la construcción había caído en mayo un 8,8% en relación con ese mes en 2011. Todo indicaba que las restricciones al acceso de dólares que había impuesto al AFIP influían mucho en los problemas de una actividad que suele impulsar otras y crear empleo. Los anuncios de desarrollos inmobiliarios mostraban la cara de Julio Roca en el billete de 100 pesos, con la leyenda “Pague en pesos al tipo de cambio BCRA, precio fijo y en cuotas”, pero eso no alcanzaba para que aquellos con dinero disponible quisieran gastarlo, debido a la incertidumbre.
Si se miraba a los años anteriores, sólo una década antes, en 2002, por coletazos de la crisis de 2001, se encontraba una baja comparable: entonces había sido de 11,4 por ciento.
El Indec también difundió otra estadística, más amable: por primera vez, el Censo 2010 había preguntado si las personas eran indígenas o afrodescendientes y si integraban una familia homoparental. Así se oficializó que casi un millón de personas, en 370.000 hogares, se reconocían como indígenas y casi 150.000, en más de 60.000 hogares, se reconocían como afrodescendientes.
Más de 24.000 hogares estaban encabezados por una pareja del mismo sexo, con una pequeña diferencia en la distribución geográfica: si en el país en general había una proporción mayor de parejas de mujeres, en la ciudad de Buenos Aires era al revés, con el 52,3 por ciento de parejas de hombres y el 47,7% de mujeres.
La crisis en la Unión Europea no se calmaba: esa semana Chipre se convirtió en el quinto país en pedir ayuda financiera, luego de España, Grecia, Irlanda y Portugal. Pero Alemania se negaba a acceder a las propuestas de los jefes de gobierno español, Mariano Rajoy, e italiano, Mario Monti, que querían crear una unión bancaria en la zona euro y establecer una supervisión común del sector financiero.
Finalmente, en la madrugada de aquel viernes los líderes de 17 países de la UE, reunidos en Bruselas, acordaron que el fondo de rescate con que se intentaba paliar la crisis pudiera acudir en ayuda de los bancos directamente, evitando así que lo hicieran los estados. A esas alturas, el endeudamiento de alguos estados los obligaba a pagar tasas de interés imposibles.
Rajoy y Monti contaron con el apoyo de François Hollande, presidente de Francia, quien formó con ellos una suerte de frente común, preocupado tanto por la desolación del presente como por la oscuridad del porvenir si el ajuste se imponía sobre el crecimiento. Al cabo de cinco horas, los dirigentes declararon “imperativa la necesidad de romper el círculo vicioso que existe entre bancos y estados” y pidieron al Consejo Europeo que trabajara con urgencia en la creación de “un mecanismo único de supervisión” del sector bancario “asociado al Banco Central Europeo”.
En un sólo día la violencia en Siria provocó más de 180 muertos, en su mayor parte civiles. En Duma, muy cerca de Damasco, el ejército sirio mató a 50 personas de dos familias, mientras que en varias localidades la represión intentaba evitar las protestas de todos los viernes contra el presidente Bashir al-Assad.
Julien Benneteau le hizo bien difícil el triunfo a Roger Federer en Wimbledon, pero la estrella logró avanzar en el torneo luego de cinco sets de alta tensión. En cambio, el argentino Juan Mónaco quedó fuera al perder ante Viktor Troicki.
No había pasado la primera hora de aquel 29 cuando murió Juan Alberto Badía, uno de los locutores de radio y televisión más populares del país, a los 64 años. Estaba internado, con un cáncer de mediastino complicado por una neumonía. Desde desde Flecha Juventud hasta Estudio País varias generaciones habían querido al presentador y productor, un fan radical de los Beatles y un maestro de otros locutores, entre ellos Marcelo Tinelli. Sus programas más famosos fueron Imagen de radio y Badía y Compañía.
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