El dólar blue cerró $5,92-$5,94 y los taxis de la ciudad de Buenos Aires, que todavía no habían enfrentado las apps tipo Uber, aumentaban un 12%: la bajada de bandera pasaba de $7,30 a $8,20. Era un dato a tener en cuenta si no había colectivos y subtes al día siguiente, por el paro al que había llamado Hugo Moyano: los peones taxistas, del gremio de Omar Viviani, reciente antimoyanista, iban a trabajar.
Cristina Kirchner habló por cadena nacional durante más de una hora y, sin nombrar a Moyano, argumentó que el paro no tenía sentido “salvo que haya más que cuestiones gremiales”. Desde su perspectiva, “los principales beneficiarios” del kirchnerismo desde el 2003 “están tratando de pinchar el bote con la lógica del escorpión”. La CGT le reclamaba que cambiara el piso para pagar el impuesto a las ganancias y universalizara las asignaciones familiares.
Fue menos agresiva que su jefe de Gabinete: Juan Manuel Abal Medina dijo que “pelear por el 8% de los que pagan Ganancias no es peronismo, es oligarquía”. Y defendió el impuesto. “Está muy en boga este tema, que en realidad es un tributo a los altos ingresos, que existe en todas partes del mundo”, reformuló la presidenta. Para evitar acusaciones si había violencia, anunció que había ordenado que la Policía Federal no controlara la marcha.
La agenda del día era espantosa. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, no paraba de expresar su confianza en que Nación no le fallaría y le giraría los millones que le faltaban para pagar sueldos y aguinaldos a los trabajadores estatales. Más que a sinceridad, sus palabras sonaron a manipulación en la Casa Rosada: “Deben cesar las operaciones. Esta presidenta no se deja operar”, dijo Kirchner. “Deben aprender todos a gestionar los recursos con la misma responsabilidad que lo hace la presidenta”.
A continuación, sin siquiera una pausa para respirar, le disparó a Scioli una ráfaga de cifras: “En 2011, los fondos transferidos a la provincia de Buenos Aires por coparticipación, obras públicas, jubilaciones, subsidios y otros fueron $136.296 millones, un 130% más que el presupuesto total de la provincia. La coparticipación, desde que este gobierno asumió, ha crecido en forma exponencial en el caso de Buenos Aires: un 625 por ciento”.
La ira presidencial alcanzó también a los trabajadores contratados que habían tomado el yacimiento de Cerro Dragón durante varios días: “Me tocó ver este fin de semana escenas que creí que los argentinos habríamos superado en esta Argentina que ha generado 9.159.186 puestos de trabajo”. Nueve gendarmes enviados al lugar habían muerto aquel martes en un accidente de ómnibus, junto a otras tres personas y 48 más que quedaron heridas, al retirarse de la localidad de Chubut. “Si estaban buscando un muerto, ya lo encontraron, en un accidente”.
Dos micros, que llevaban a 120 gendarmes luego del fin de la toma, iban por la ruta 3, cerca de Puerto Lobos, cuando un camión de granos chocó contra uno de ellos.
“No vamos a someter más a la Gendarmería a situaciones que deben ser responsabilidad de los gobiernos provinciales, como es custodiar también en sus respectivas jurisdicciones el orden y la seguridad”, siguió la presidenta en cadena. “Les digo también a los jueces, porque estos gendarmes fueron convocados por la jueza federal de Comodoro Rivadavia, que van a tener que procesarme a mí porque no voy a permitir que ningún gendarme salga más”. La magistrada, Eva Parcio, se declararía incompetente en la causa al día siguiente, en respuesta.
Aunque la presidenta habló durante 70 minutos, el genocida Jorge Rafael Videla le robó el show con declaraciones disparatadas en el juicio que se le realizaba —como a Reynaldo Bignone, Santiago Omar Riveros, el ex jefe de la ESMA Jorge Acosta y Eduardo Ruffo— por el robo de niños. “Todas las parturientas, a quienes respeto como madres, eran militantes activas de las maquinarias del terrorismo, y muchas de ellas usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos al momento de operar como combatientes”, dijo.
Repitió que “no hubo un plan sistemático” de apropiación de menores. Ubicado más allá de la justicia, concedió que se sometía a la “farsa” del juicio y aceptaría una eventual condena como “un acto de servicio” para contribuir a la “concordia”. Luego regresó al penal de Marcos Paz.
Diez años atrás, otro 26 de junio, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, eran asesinados por la policía que reprimió una manifestación por subsidios en el país desangelado que dejó la crisis de 2001. Para recordarlos, sus familiares y amigos, junto a numerosas organizaciones sociales hicieron una noche de vigilia sobre el puente Pueyrredón y cerraron con un acto en la estación de ferrocarril de Avellaneda, donde sucedieron los crímenes.
El ex presidente Eduardo Duhalde, presidente tras la sucesión vertiginosa Fernando de la Rúa-Ramón Puerta-Adolfo Rodríguez-Saa-Eduardo Camaño, fue muy criticado: “Debería estar en la cárcel”. Los manifestantes también consideraron “un insulto” que los autores materiales de los asesinatos, Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, hubieran recibido días atrás el beneficio de pasar a cárceles de régimen abierto, donde básicamente se les solicitaba que fueran a dormir.
La destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo tras un juicio político express dividió las opiniones en el Consejo Permanente de la OEA, reunido en sesión extraordinaria para decidir si reconocía o no al gobierno de Federico Franco. El secretario general de la organización, José Miguel Insulza, dijo que se trataba de una “crisis institucional”; el representante paraguayo, Bernardino Hugo Saguier, aseguraba que Franco era “legítimo presidente”; Venezuela y Nicaragua pedían la suspensión de Paraguay por lo que llamaban golpe de estado.
A los 71 años, por una neumonía que complicó su cuadro de leucemia, Nora Ephron murió en Nueva York. La escritora, guionista y directora, identificada por su humor y popularizada por Cuando Harry encontró a Sally, Tienes un e-mail y Sintonía de amor, recibió tres nominaciones al Oscar. Trabajó con Meg Ryan, Tom Hanks, Steve Martin, John Travolta, Lisa Kudrow y Will Farrell, entre otros. “Es difícil explicar todo lo inteligente que era”, dijo Meryl Streep, y la describió como “una mente filosa suavizada por un encanto genuino.”
En Inglaterra, mientras el Big Ben era rebautizado, en honor a los 60 años de la reina en el trono, como Elizabeth Tower, Juan Martín del Potro debutaba en Wimbledon. “Cuanto más tiempo juegue en césped, mejor me va a sentar”, dijo tras ganarle a Robin Haase en un enfrentamiento reñido. “Estoy contento por poder disputar este grand slam y por haber jugado casi tres horas”.
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