Fue un sábado tan centrado en el deporte que las escasas noticias políticas del día fueron apenas ecos de hechos de la semana.
El gran acontecimiento eran los dos partidos en los que se dirimía el regreso de River a la Primera A. Tenía que ganarle a Patronato, en Santa Fe, mientras que Instituto tenía que perder ante Deportivo Merlo en Córdoba. Luego de una semana con más presencia en las noticias policiales, por el asesinato de un hincha en el estadio, que en las deportivas, River llegaba muy ilusionado al partido.
Sin embargo, las cosas se combinaron de la peor manera posible. No sólo River perdió 1 a 0 con Patronato, sin aprovechar la oportunidad de un penal sobre el final del juego: Instituto derrotó 2 a 0 a Deportivo Merlo. Así Instituto y River quedaron iguales en puntaje. Si Rosario Central le ganaba a Chacarita, superaría a River en la competencia por salir de la B. Pero Chacarita le hizo tres goles a los rosarinos, que aunque estaban en su casa sólo lograron marcar uno. La definición sobre el destino de River se demoraba entonces una semana más.
“Estamos amargados y nos vamos sin nada, pero queda una semana para dejar todo, hay que definir y ganar”, dijo el entrenador del equipo, Matías Almeyda. “Retrocedimos una fecha hacia atrás, pero no hay tiempo para lamentarse, quedan 7 días decisivos que definirán 110 años de historia”.
Los hinchas de Estudiantes de La Plata despedían a Juan Sebastián Verón, que se retiraba del fútbol profesional a los 37 años. O más o menos, porque regresaría, tras un breve paso por la liga amateur local, para el campeonato 2013-2014, y luego una vez más en 2017, cuando además era presidente del club. No sería lo único inédito que la Brujita haría ese año, cuando finalmente concretaría su retiro: fue el único jugador que participó de la Copa Libertadores con 42 años. “Yo nací en Estudiantes”, dijo el jugador que había debutado en ese equipo en 1994. “Acá crecí y viví todo lo que hace a la carrera de un futbolista”.
Luego de dos años Esteban Lozada volvió a los Pumas, que le ganaron a Francia, el subcampeón mundial de rugby, por 23 a 20. “Extrañaba mucho todo esto, compartir así con mis compañeros”, dijo Lozada, quien había jugado muchas veces con Felipe Contepomi y Eusebio Guiñazú. El partido fue muy peleado pero con poca gracia, según los testigos.
La Eurocopa 2012 distraía un poco a los griegos, que en medio de la terrrible crisis económica acababan de votar por los candidatos que prometían arreglarla y a la vez mantener al país en la zona euro: de manera sorprendente, el seleccionado de Grecia pasó a los cuartos de final luego de ganarle a Rusia.
Aquel sábado frío y ventoso en Argentina —sólo las provincias del noreste tenían temperaturas promedio superiores a los 15ºC, aunque acompañadas de lluvia a diferencia del resto del país— se supo que la Inspección General de Justicia había emitido dos resoluciones para restringir el acceso a la información sobre sociedades comerciales, basada en un dictamen de la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales. O quizá no, o no solamente.
Días antes, una pesquisa periodística había revelado que el legajo de The Old Fund, la empresa dueña de Ciccone por la que se investigaba al vicepresidente Amado Boudou, había desaparecido de la IGJ y estaba en plena reconstrucción. Sólo alugnos datos, como el dictamen pre-calificatorio que hacen los inspectores, se perderían. No obstante, un grupo de diputados del PRO presentó al Congreso un pedido de informe sobre los “los motivos de la desaparición” del expediente.
El anuncio del programa de viviendas ProCreAr había atraído a tanta gente que el Banco Hipotecario organizó las consultas de manera grupal. A partir del lunes, los interesados no serían atendidos de a uno sino junto a otros para conocer los requisitos y los detalles del plan de crédito para construir o comprar casas y departamentos nuevos. El primer fondo creado tenía ya $3.000 millones y 1.800 hectáreas de terrenos disponibles. Había también planos accesibles, de planta estándar, aprobados para los interesados que lo requirieran.
ProCreAr no sólo atraía a las personas que tenían capacidad de endeudarse pero no encontraban oferta en los bancos: también la industria de la construcción y sus asociadas se ilusionaban con que agregar 100.000 viviendas en un año mejorase la perspectiva: en lo que iba de 2012, los despachos de cemento habían bajado un 6,2% y los problemas para acceder al dólar habían paralizado casi el mercado inmobiliario existente, lo cual a su vez enfriaba los desarrollos nuevos, según un informe la consultora Ecolatina.
Barack Obama, que buscaba la reelección en los Estados Unidos, llevaba la campaña a las redes sociales, de manera similar a lo que había hecho en 2008 pero ni remotamente cerca de lo que haría Donald Trump en 2016. Twitter se abrió camino entre los actos proselitistas y los debates televisivos cuando Obama le escribió a su competidor republicano: “Estimado Mitt Romney: aquí tiene por qué echar a maestros y asistentes médicos no es bueno para nuestra comunidad ni nuestra economía” con un enlace; Romney le contestaría pronto ”el slogan de reelección de @BarackObama podrá ser ‘avancemos’, pero me parece que estamos retrocediendo”.
En Pinterest, Michelle Obama arrollaba a Ann Romney: el día que abrió la cuenta obtuvo 15.000 seguidores, el doble que la aspirante a sucederla como primera dama logró trabajosamente en tres meses. También Tumblr era un espacio donde el presidente y el republicano que lo enfrentaba subían videos de campaña.
Aquel sábado Birmania salió de la lista de países donde no se consigue Coca-Cola: la empresa de refrescos comenzó a operar allí luego de 60 años de haberse retirado. En la lista de naciones con bebidas alternativas quedaron solamente Cuba y Corea del Norte.
Luego de muchas semanas en el número 1 de los best sellers, Cartas marcadas, de Alejandro Dolina, cayó ante Tormenta de espadas, de George R. R. Martin, tercer volumen de la saga de Canción de hielo y fuego, el origen de Game of Thrones. Y la literatura argentina perdía a Alicia Steimberg, quien murió inesperadamente a los 78 años. Steimberg, a cargo de la Dirección del Libro en los noventa, escribió textos singulares como La loca 101, Amatista y Cuando digo Magdalena.
En Estados Unidos y el Reino Unido “Call Me Maybe”, de Carly Rae Jepsen, encabezaba los charts de música y en el teatro Colón de Buenos Aires el director Martin Haselboeck estrenaba Rinaldo, ópera de Georg Friedrich Haendel y Giacomo Rossi.
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