A medida que las restricciones por la crisis sanitaria de COVID-19 van mermando, los viajes de negocios lentamente comienzan a reactivarse y las compañías empiezan a planear jornadas de negocio lejos de las fronteras empresariales teniendo en mente las nuevas tendencias en los viajes corporativos.
En nuestra última Encuesta Global de McKinsey, el 65% de los encuestados dice que espera mejoras en sus economías de origen, por debajo de un rango del 73 al 79% que se había detectado en el marzo. El nuevo escenario de viajes se caracteriza por la consideración de los protocolos de seguridad con la intención de disminuir la probabilidad de incidencia del COVID-19, así como de garantizar una reactivación paulatina, confiable y segura. Es aquí cuando, luego de reacomodar los intereses, descubrir las reales necesidades de las reuniones empresarias y arrancar de nuevo, el panorama del viaje de los profesionales toma nuevos horizontes.
Sólo lugares seguros
Las diferentes olas de coronavirus complicaron la confianza de los viajeros durante los vuelos y la estancia en otros destinos. El riesgo existe, no obstante, las compañías aéreas orientan cada vez más esfuerzos hacia la implementación de medidas de higiene y protección eficientes y alineadas con el bienestar de los pasajeros.
En conjunto con la reducción en la incidencia de casos en varios países y con los protocolos sanitarios que eventualmente incluyen la solicitud de pruebas PCR antes de embarcar, esto ha fomentado la reanudación de los viajes de negocio siguiendo prácticas responsables. Pero, aún así, las empresas y los ejecutivos están optando por destinos con seguridad en los protocolos y la cautela en la frecuencia y la duración.
Ideas responsables
La huella de carbono tomó el discurso corporativo. La búsqueda por procesos más sostenibles ha llegado a los entornos de negocios no solo porque las empresas se están concientizando de su responsabilidad en términos de preservación ambiental, sino también por cuestiones de mercado.
Los consumidores también están muy atentos a las prácticas sostenibles de las empresas eligiendo sus marcas predilectas en función del impacto que generan en el ambiente. Esta incidencia cambió del 30% al 64 % pospandemia, según datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT) Por lo tanto, emprender viajes más sostenibles eligiendo vuelos menos contaminantes, hoteles que emitan comprobantes digitales y teniendo como partners de negocios a empresas con valores alineados al suyo en términos de consciencia sostenible es un excelente diferencial e, incluso, configura una poderosa ventaja ante el mercado.
Tecnología en desarrollo
El boom de las aplicaciones digitales se multiplicó por las exigencias propia de la pandemia, pero implicó un salto en cuanto al desempeño de los viajeros, al ahorro de recursos y la maximización de los resultados se ha convertido en un punto crítico para las estrategias de viajes corporativos. En la actualidad, es posible encontrar numerosas herramientas orientadas a añadir valor a los viajes reduciendo sus costos y elevando el potencial de cierre de buenos negocios como es el caso de las tecnologías Big Data, Machine Learning, Inteligencia Artificial y Cloud Computing.
Las aplicaciones móviles tienen la capacidad de generar, interpretar y analizar datos, lo que automáticamente confluye en una toma de decisión más acertada. Automatizar una serie de procesos ajenos al negocio, así como tareas repetitivas o que no dependan de la inteligencia humana como la atención al viajero vía chatbots para subsanar dudas comunes son algunos de los recursos de la tecnología que se impusieron para siempre.
Ha ingresado en el universo de los viajes corporativos con la finalidad de incrementar la calidad y la velocidad de los procesos disminuyendo sus costos, reduciendo los riesgos de fraudes y aumentando la productividad de los profesionales. Una pauta de ello es cómo el check in físico de los vuelos corporativos en los aeropuertos se ha reducido a un 1% en relación a la prepandemia, según revela la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Elección low cost
Eficacia y ahorro, rapidez en las decisiones, extensión de destinos, flexibilidad en la contratación, esos son algunos de las variables que invitan la preferencia por los vuelos de bajo costo ahora también para los viajes corporativos.
La calidad de la experiencia aliada con la tendencia de economizar en los viajes ejecutivos han incentivado cada vez más empresas a adherir a esta solución y así, realizar viajes menos costosos y más prometedores en términos financieros. La OMT indica que el 18% de los viajes corporativos eran low cost en el 2019, esa cifra escaló hasta el 31% en los últimos meses.
Experiencia no sólo para turistas
La productividad está directamente relacionada con la experiencia de viaje del profesional. Según los datos de McKinsey, los malos momentos pueden impactar negativamente en el cumplimiento de los objetivos de la jornada. Bajo esta perspectiva, no es en vano que la expresión bleisure, traducida como la combinación entre negocios y placer, se utiliza cada vez más en la esfera corporativa.
Los nuevos viajeros, principalmente los millennials priorizan no solo la ejecución de sus tareas y la realización de los mejores negocios para la empresa, sino también el aprovechamiento de la oportunidad de viaje para conocer más acerca del destino y así, tener una experiencia completa.
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