Torres del Paine: una guía para conocer esta maravilla natural de Chile

Miles de turistas de todo el mundo llegan hasta aquí todos los años para visitarlo por uno o dos días o para internarse en sus bosques con la intención de completar alguno de sus circuitos de trekkings más conocidos

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Gran bloque de hielo roto del glaciar Grey flotando en el Parque Nacional Torres del Paine, en Chile (Reuters)
Gran bloque de hielo roto del glaciar Grey flotando en el Parque Nacional Torres del Paine, en Chile (Reuters)

Es tal la belleza y riqueza natural de Torres del Paine que fue declarado Reserva de la Biósfera por la UNESCO. Y en 2013 fue votado como la octava maravilla del mundo en un concurso organizado por virtualtourist.com, parte de TripAdvisor Media Group, donde compitió con más de 330 destinos turísticos de más de 50 países, ganándole a maravillas como las ruinas mayas de Tikal en Guatemala o la amurallada ciudad de Dubrovnik en Croacia.

En los últimos años las visitas se han acrecentado mucho, llegando a recibir 155.000 personas al año. La época más elegida es la primavera y el verano donde las temperaturas son más agradables y los días más largos.

Desde el lunes 23 de noviembre Chile ha reabierto sus fronteras para el turismo. En esta primera etapa, el ingreso será únicamente por el aeropuerto de Santiago de Chile. Los requisitos para extranjeros no residentes que se solicitan son: un examen PCR con resultado negativo con una antigüedad menor a 72 horas desde la toma de muestra y de un laboratorio reconocido por la autoridad sanitaria de la localidad. Completar el formulario electrónico “Declaración Jurada de Viajeros” hasta 48 horas antes del embarque en www.c19.cl. Y un seguro de salud que cubra prestaciones asociadas a COVID-19 durante su estadía, con cobertura una mínima de USD$30,000 Para que puedas chequear las últimas novedades antes de planificar un viaje al país vecino, es recomendable visitar la web www.chile.travel/coronavirus.

Para llegar a Torres del Paine desde Santiago, existen vuelos hacia los dos aeropuertos de acceso: Punta Arenas, a 6 horas del parque, y el más cercano, Puerto Natales, a unas 2 a 3 horas. Una vez que las fronteras terrestres se abran, una muy buena alternativa es llegar por tierra desde El Calafate, Santa Cruz.

Las opciones como siempre son ir en un tour organizado donde tendrás la ventaja de contar con un guía habilitado para desenmascarar los secretos del parque, o recorrerlo en tu vehículo a tu propio ritmo. El parque es muy extenso, por lo que visitar por lo menos los sectores más renombrados lleva por lo menos dos días completos.

Entre su fauna se puede encontrar:  guanacos, cóndores, ñandúes y hasta pumas (Reuters)
Entre su fauna se puede encontrar: guanacos, cóndores, ñandúes y hasta pumas (Reuters)

El parque tiene diferentes accesos o “porterías” cómo las llaman aquí, donde se encuentran los centros de visitantes y donde se paga la entrada de acceso al parque. Atención porque, por lo menos hasta el año pasado, sólo se podía pagar en pesos chilenos. Se supone que a partir del próximo año ya aceptarán dólares o euros, por lo que hay que prever cambiar algo de plata antes de salir. En paralelo, se está trabajando en habilitar la venta de tickets online y en puntos de venta en Puerto Natales con tarjetas de crédito, por lo que es recomendable chequearlo antes de que planees tu visita.

Una vez dentro del parque se da una combinación única de maravillas naturales por las que debe su fama internacional. El bosque de lengas y ñires cubre las montañas; los lagos y lagunas que aparecen de un lado y del otro de la ruta y que van desde el azul más profundo al turquesa más increíble. Sus icónicas y tan fotografiadas montañas, entre las que destacan los Cuernos del Paine y Las Torres, donde vale la pena tomarse todo el tiempo del mundo para contemplar en silencio la majestuosidad con la que se imponen, como si todo lo que las rodea fuese un escenario montado para que ellas se luzcan en todo su esplendor. Por la fauna que te encontrarás a tu paso y por la que vale la pena estarse atento: guanacos, cóndores, ñandúes y hasta pumas si es tu día de suerte. Y por último sus glaciares que se desprenden del Campo de Hielo Sur, siendo el Glaciar Grey el más visitado ya que se puede acceder hasta su pared frontal con una navegación que sale desde la playa del lago del mismo nombre.

El alojamiento dentro del parque suele tener un sistema all inclusive, que incluye no sólo las comidas sino también las excursiones, por lo que las tarifas en estos hoteles suelen ser bastantes elevadas. Las ventajas son el tiempo de traslado que se ahorra cada día, tener todo resuelto y las vistas que desde estos hoteles suelen ser inolvidables.

Un hombre camina por el parque nacional Torres del Paine, Chile (Reuters)
Un hombre camina por el parque nacional Torres del Paine, Chile (Reuters)

Si tu presupuesto es más acotado, la opción es alojarse en la ciudad vecina de Puerto Natales que se encuentra a unas dos horas en auto de la entrada al parque. La oferta es muy amplia, desde hoteles, hosterías, campings y refugios para mochileros o cabañas. Otra alternativa es alojarse en alguna estancia de los alrededores o en el mismo camping que se encuentra en la Villa Serrano, a unos minutos de la entrada al parque.

Julio Llanos, oriundo de la ciudad austral de Punta Arenas y guía de Paine desde hace más de 20 años, da varios consejos sobre cómo aprovechar al máximo la visita al Parque.

Si estás cruzando desde El Calafate, deberías salir temprano porque en temporada alta se suelen acumular muchos buses en el cruce de frontera. Son unas 8 horas en total hasta el Parque si es que no hay demora. Lleva unas 4 horas de ruta hasta llegar a Cancha Carrera. Una vez hechos los trámites en la frontera argentina, debes hacer lo mismo al ingresar en Chile por Cerro Castillo.

¡Dos consejos fundamentales! No te olvides de llenar el tanque de tu auto en la estación de servicio de Esperanza. Después de aquí no hay más donde cargar y en el parque se recorren muchos kilómetros de ruta.

Los chilenos son muy estrictos en cuanto a la prohibición de ingresar cualquier tipo de vegetales o semillas, es por eso que hay que revisar la lista de productos prohibidos antes de cruzar la frontera porque las multas son bien elevadas. Se puede llevar yerba mate, sólo hay que acordarse de declararlo en el formulario que te dan al ingreso al país.

Una vez en territorio chileno, una parada imperdible en el camino antes de llegar a destino es “El Ovejero” en Cerro Castillo. Aquí podrás comprar desde mapa ruteros hasta snacks para llevarte en la excursión del día siguiente. Si te gusta el chocolate, no te pierdas de comprarte un clásico chileno que viene en tableta grande: el “Sahne Nuss”. Es muy probable que Juan Carlos, su carismático dueño te recibe con una de sus típicas camisas hawaianas y su boina de gaucho. Julio cuenta que los locales suelen recargar energías con un “café carretero”, un café bien cargado, con un sándwich “churrasco a lo pobre” que trae carne, cebolla frita y huevo.

Según los guías locales, hay caminatas cortas de unas dos horas aproximadamente que están muy bien señalizadas (Reuters)
Según los guías locales, hay caminatas cortas de unas dos horas aproximadamente que están muy bien señalizadas (Reuters)

El clima en esta parte de Patagonia es muy impredecible por lo que los planes pueden cambiar muy rápido. Por eso Julio sugiere que si el día está despejado, entremos al Parque por la portería de Laguna Amarga y así poder ver las Torres, ícono del parque y que sólo se ve desde este sector. Y dejar para la salida el camino por Serrano, atravesando bosques y con sectores de la ruta que van entre paredones de piedra. No te olvides de parar en el Mirador del Toro para una última vista panorámica de los Cuernos.

En cuanto a la fauna que encontramos aquí, Julio recomienda conducir a no más de 40 kilómetros por hora para no perderse de ver los animales que suelen encontrarse en la orilla del camino. Es común ver grupos de ñandúes y si vas en primavera verás a los “charitos” caminando despreocupadamente detrás de su mamá.

Los días de viento son ideales para ver a la gran estrella de los Andes: el cóndor. Si los ves en grupo y en el suelo es señal de que se están alimentando de algún animal muerto. Se suelen observar con más facilidad en el mirador del Lago Sarmiento o cercano a la Laguna Amarga.

Los otros grandes protagonistas de este Parque son los guanacos, que suelen encontrarse en mayor número en el sector de Laguna Amarga y Lago Sarmiento. En primavera los podés ver con sus crías o “chulengos”. El secreto para verlos de cerca, nos dice Julio, es “bajarse del auto en un sector donde se pueda parar, apagar el motor, mantener la distancia y moverse en silencio para no asustarlos”.

Y en los últimos años se han avistado pumas. Para aquellos que quieran intentar verlos, deberían realizar la caminata denominada “Portería a Portería” que solamente se puede realizar con la compañía de un guía certificado.

Pero las caminatas merecen un capítulo aparte. Hay senderos para todos los niveles y para ello conversamos con María José Cabezas, o “Cota” como la conocen sus amigos y colegas, guía de Paine desde 17 años. Ella explica que hay caminatas cortas de unas dos horas aproximadamente que están muy bien señalizadas y que pueden realizarse por cuenta propia. Sugiere el circuito que va al “Mirador de los Cuernos” que es de baja dificultad y es uno de los más lindos por los atractivos que se encuentran en ella: comenzando por el imponente Salto Grande y terminando con una vista cercana del Lago Nordenskjöld y de los majestuosos Cuernos del Paine.

En invierno, los días se acortan, pero en otoño es una estación ideal para visitar el parque porque los bosques cambian de color (Shutterstock)
En invierno, los días se acortan, pero en otoño es una estación ideal para visitar el parque porque los bosques cambian de color (Shutterstock)

Otra caminata sencilla es la de “Península Lago Grey”. Primero se atraviesa el bosque, para luego cruzar un puente colgante sobre el río Pingo y así llegar a la playa del lago, desde donde se suelen observar témpanos que se han desprendido del Glaciar Grey. El circuito termina en la península desde donde se puede tener otra vista panorámica inolvidable.

Un factor a tener en cuenta para encarar alguna de estas actividades es que el viento sopla con mucha fuerza en el verano, con ráfagas que llegan a los 100 kilómetros por hora.

Para los que quieran realizar trekkings más extremos y de varios días de duración, Cota cuenta que el parque ofrece diferentes circuitos pero que requieren hacer una reserva previa para acampar, la cual se realiza desde el sitio web oficial del parque. Los más conocidos son el “Circuito W” de 3 a 5 días de duración, o el “Circuito O” de 7 a 9 días rodeando al Macizo Paine. El otro circuito muy popular es el de la “Base de las Torres”, que no requiere reserva previa ya que se puede realizar en un promedio de ocho horas.

Cota además de visitar el parque como guía, suele volver cada vez que puede aprovechando la temporada baja. Además de la menor cantidad de visitantes, las características que hacen del otoño una estación ideal para la visita al Parque son que el bosque cambia de colores cuando llega abril y mayo, y que el viento, que es una presencia constante en el verano, desaparece. Y en el invierno, cuando comienza a nevar, los días se acortan pero “el parque se vuelve increíblemente silencioso y hay más posibilidades de ver animales puesto que el blanco de la nieve los hace más fácil de distinguir”. Por las bajas temperaturas suele haber muy pocos visitantes pero según ella justamente “la soledad hace que la experiencia sea muy íntima para el viajero al que le gusta descubrir la naturaleza casi sin gente alrededor”.

Como regalo, Cota nos deja una poesía escrita por ella misma dedicada a la naturaleza indomable de Torres del Paine.

Yo.

Sobre huellas de tiempo , la lluvia que canta

amenaza el viento

El paso , el frío, el pasto, el silencio

Avanzo hacia cumbres de nieve y de hielo

y rompiendo

al paso rompiendo, entrando y gimiendo ...

Una mirada, ... un forastero ...

Y amanecer al adiós y al incierto

Yo.

Cruzando la vida,

engañando al anhelo

buscando en segundos un instante eterno

mordiendo la roca y salir ileso

Salir corriendo,

salir sin miedo

safar con gracia de un no volver y un lo siento ...

Tu.

Cuando todo era noche , cuando todo en mi era un desierto

Como aurora improbable, grito indecible ahogo y aliento

Sales a encontrarme donde nunca anduve , ni me detuve , ni quiero

Pero ahí estás y no hay más que un montón de fuego

Una intrusión volcánica, un bosque , un incendio

Un lago que brilla me ahoga y de luz me ciego

De amor me ciego me prendo en llamas te llamo y te espero

Me parto en miles de flores, de aves y hojas y formas y vuelo

A ti vuelvo, de ti amanezco , en ti venero

Todas las cosas que me bendicen están en tu cielo

de tu cerro un mar en llamas ... Yo no soy , ni puedo,

ni quiero,

la batalla en tu huella la pierdo

en tus azul no hay más que seguir viviendo!

Doy giros como estrellas en el cosmo, nada en mi es cierto

nada me recuerda dónde comienzas,

dónde tu estrella,

dónde tu Cruz

donde mis sueños,

Y devoro el sabor de tu playa penetrando en mi aliento

Paine,

Y yo que te llamo,

Paine,

Y yo que ya no puedo.

Paine,

Tu que me llevas perdida , prendida, abandonada ... por un giro del viento.

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