Desde Atacama hasta Cagnes-sur-Mer: 10 destinos remotos y mágicos alrededor del mundo

Sitios soñados, cercanos a la naturaleza y con pocas aglomeraciones que resultan una buena alternativa para vacaciones en el mundo del COVID-19

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Lugares mágicos que deslumbran por sus bellezas naturales y por estar lejos de todo
Lugares mágicos que deslumbran por sus bellezas naturales y por estar lejos de todo

Las ganas de viajar no se han ido. Una encuesta realizada por Booking.com reveló que los argentinos ocupan la 4º posición entre los más ansiosos por volver a viajar cuando finalicen las restricciones o al menos se distiendan.

Con ese nuevo término que se coló en todas las disciplinas a mano, la “nueva normalidad” ha puesto algunos condicionantes que se reflejan en las tendencias que los expertos de la industria ven para las próximas temporadas: sitios poco concurridos, que sea posible visitarlos con vehículo propio o alquilado, que implique espacios al aire libre, que aún aplicando esas condiciones, sume valor al paseo, sea desde el paisaje, el conocimiento o la cultura, la gastronomía o la curiosidad. Aquí nos vamos en una ruta no tradicional pero que, en cada parada, va a dejar algo nuevo que aprender y descubrir.

La que intrigó a Ginastera y a Mujica Laínez

Bomarzo demuestra ser algo más que el título de una obra de Manucho o una ópera de Alberto Ginastera
Bomarzo demuestra ser algo más que el título de una obra de Manucho o una ópera de Alberto Ginastera

Apenas a una hora de auto de Roma, escondida entre la ignorancia de los propios lugareños, Bomarzo demuestra ser algo más que el título de una obra de Manucho o una ópera de Alberto Ginastera. No es un destino turístico dispuesto en las rutas de viajes o en las guías y tampoco es un sitio concurrido por locales. Más allá de que serpentear entre las rutas italianas garantiza encontrarse siempre con alguna sorpresa, Bomarzo tiene historia, belleza, un pueblo colgado de la ladera y una historia más que curiosa que contar.

Durante el Renacimiento Vicino Orsini había ido un poco más allá. Algo aburrido de la vida cotidiana, decidió crear un parque propio cerca de su pueblo, invirtiendo allí gran parte de su fortuna y apostando a un eclecticismo artístico cercano a la mente de Marta Minujín.

Pirro Logorio (que colaboró con Miguel Ángel en la basílica de San Pedro) y Jacopo Vignola pusieron diseño al parque que se transformó en un laberinto. Más allá de las increíbles esculturas y montajes, la magia de su casa inclinada que marea a cualquiera que la visita, un poco más allá del parque, se encuentra el pueblo. Tan bucólico y genuino que permite perderse en el por varios días y colgarse de la rutina italiana de tierra adentro.

Una luz a cada paso

Faros de Nueva Escocia
Faros de Nueva Escocia

Nueva Escocia en Canadá es un imán que deja pleno el afán de los amantes del mar. Es el sitio con mayor concentración de faros del mundo, peleando cuerpo a cuerpo con los fiordos escandinavos. Halifax tiene algo de Nueva Orleans. Es el punto de partida ideal para subirse a un auto y emprender hacia adelante una rueda completa por una cadena de bahías interminables una ruta que puede superar las 100 paradas.

Son tantos los pequeños pueblos, de centros de un par de cuadras, con casas sin estridencias pero todas impolutas, con vistas al mar todas, sin excepción, y un faro tras otro con historias célebres, bien narradas en cada puesto como detallistas museos de sitio.

Es imperdible meterse en los yard sales, las venta de garaje locales, que nunca tienen aglomeraciones, más bien un encuentro uno a uno con el comprador y el vendedor,

Si hay que elegir un faro favorito será, en esta recomendación, Peggy’s Cove, a 45 kilómetros de Halifax, con Beales Bailiwich, una mezcla de café y tienda de diseño, y RH Crocks donde comprar una boya marina para colgar en el balcón de casa.

El secreto de la Costa Azul

Cagnes-Sur-Mer
Cagnes-Sur-Mer

¿Quien no quisiera desplegar su esqueleto en la riviera francesa? Es que cuando uno piensa en Mónaco, Cannes, Antibes, Saint Tropez o Niza se siente abrumado por las historias de jet set. No obstante, un secreto bien guardado por los locales se esconde en medio de esa cadena de lujo y ostentación. Cagnes-sur-Mer es un destino familiar, un sitio que se originó como pequeño pueblo pequero con más de 4 kilómetros de playas, donde no importa que se lleva esa temporada.

Comparte con otros destinos de la zona, la tradición de tener costa y colina. Por lo que la playa se conjuga con vistas impecables ni bien uno se trepa un par de kilómetros por los caminos de la propia ciudad que serpentean hasta la parte más alta para brindar una vista única de toda su extensión.

Es allí donde Auguste Renoir fijó su residencia definitiva. Se puede visitar la que fue su casa y el taller con algunas de sus obras.

Más lejos que el polo

Fogo es una isla renacida
Fogo es una isla renacida

El auto se mete en un barco. El barco lo lleva a uno hasta la isla en un viaje que no dura más de 50 minutos. Una vez allí, algo menos que una decena de pueblos se distribuyen en esta antigua isla de pescadores. Se supone que fue en ella donde se instalaron los primeros hombres que habitaron Canadá. Fogo es una isla renacida. En un tiempo quedó vacía producto de la muerte de la pesca artesanal, pero hace algo más de una década, en base proyectos sustentables, se reconvirtió en sitio de lujo, pero de un modo más sano.

No hay sobreexposición de objetos, el lujo está en el lugar y en cómo la comodidad y el diseño se han encontrado para pasarla bien. Hay un hotel 5 estrellas, pero una veintena de pequeños alojamientos ideales para estos tiempos de espacios con poca gente.

En cada época del año se disfruta algo diferente. La primavera trae a las ballenas, el invierno crudo el paisaje blanco, en todo momento el trekking en decenas de recorridos bien delineados y que llevan a hitos de la isla interesantes para descubrir. Para los fanáticos que insisten con la bizarra teoría de que el mundo es cuadrado, Fogo es, precisamente, una de las esquinas.

Es el sitio ideal para conectarse con la comunidad local, las costumbres de la pesca artesanal y disfrutar de un sitio agreste y solitario.

Los Alpes brasileros

Gramado y Canela (Turismo Brasil)
Gramado y Canela (Turismo Brasil)

Si hay algo que identifica a Brasil es la arena y el mar. Sin embargo, detrás de esa costa interminable, hay un interior rico en curiosidad y costumbrismo. A un par de horas desde la ciudad de Porto Alegre el toque suizo se hace inesperadamente presente. Luego de iniciar una ruta tradicional, a poco de andar, el camino se transforma en un torbellino de curvas y escaladas por montañas que parecen emerger de la nada. Canela y Gramado son dos ciudades casi gemelas separadas por un breve camino.

Aunque tienen forma de ciudad pequeña del sur argentino, su arquitectura y el estilo que se promueve esta más cerca de los valles alpinos. En invierno nieva. En otoño y primavera se cubre de neblina y el verano luce como nadie la fiesta navideña, una celebración a la que se le pone tanto color que hasta cuentan con un parque temático donde, se supone, vive Papá Noel cuando visita este lado del planeta. Hay bodegas de vino local, casas especializadas en chocolate y fondue, la cascada Caracol que es un atractivo interesante, el lago Negro que puede recorrerse en bote y, sobre todo ese aire tirolés sin haber cruzado el océano.

La isla de NYC

Roosvelt Island - (NuevaYork.com)
Roosvelt Island - (NuevaYork.com)

Aún con todas las dificultades de estos tiempos Nueva York sigue siendo atractivo inevitable. Tal vez una buena idea puede ser sentir el “slow newyorker spirit”. Uno puede ser apuestas entre aquellos visitantes recurrentes de la ciudad y casi seguro sale airoso: casi nadie sabe del teleférico que lleva a Roosevelt Island. Al mismo precio que un viaje en metro (hay que tener la Metrocard), y con un recorrido que demanda unos 3 minutos, mientras se tienen unas vistas increíbles de Manhattan, se toma en la calle 59th con la 2nd.

El viaje se eleva algo más de 70 metros, lo que permite tener perfiles diferentes de una de las ciudades más famosas del mundo. La isla no tiene más de 3 kilómetros de largo. El ambiente es muy familiar y tranquilo. Hay muy pocos automóviles y sí niños jugando en la calle. El Franklin D. Roosevelt Park en el extremo norte de la isla deja un landscape de Queens y Manhatan que dejarán las mejores fotos del viaje. En medio de la isla hay una pequeña colina que la divide en dos.

Alojarse allí puede ser una experiencia de paz y serenidad aún estando en el estilo New York City.

El Guinness de las iglesias

Chiloe
Chiloe

La ruta 5 de Chile se parece a la 40 argentina. Su hito es en Quellón, la última ciudad de la Isla Grande de Chiloé. La isla que tiene más iglesias en el mundo: 150 en sus algo más de 9000 km, todas de madera, y construidas en el siglo XVIII. Chacao es la ciudad a la que se arriba cuando el trasbordador deja el continente desde Pargua, cerca de Puerto Montt.

La isla es nostalgia pura, con algo de los fiordos de Suecia y la campiña de Inglaterra. Las iglesias fueron hechas con unas tejas de madera con extremos redondeados y calados ensambladas una sobre otra, a modo de escamas de pescado. Según cuentan son el resultado del andar misionero que dejaba una posta religiosa cada tanto tiempo de caminata. Hay algunas que son verdaderas joyas y cuando a uno le toca cierta inclemencia del tiempo, no comprende cómo siguen en pie.

Este en un paseo ideal para meterse hacia adentro, convertirse en buen fotógrafo, reencontrarse con la naturaleza y amigarse con el silencio. Chiloé es casi un archipiélago, con pequeños islotes a visitar, con cumbres que dejan sin aire al poner el paisaje a los pies y con el curanto típico: la cocción hecha bajo tierra que se ha hecho famosa fronteras afuera.

Como rey con país propio

Vaduz Liechtenstein (Shutterstock.com)
Vaduz Liechtenstein (Shutterstock.com)

A pasos de Italia, Suiza, Austria y Alemania y con sólo 160 kilómetros cuadrados, Liechtenstein es el principado perfecto para escapar de las multitudes. Sus dos ciudades más relevantes son Vaduz y Triesen, a las que separan dos kilómetros. Además del ingreso per cápita más alto de Europa, sugieren que millonarios y quienes desean llevar una vida tranquila, lo eligen para hacerlo suyo.

Vaduz es la capital que tiene reservada una catedral gigantesca y el castillo que emerge de una colina empinada. No es posible visitarlo porque dentro residen los príncipes. Pero el recorrido hasta él vale la pena. Hay hitos señalizados en el camino que ayudan a ver las diferentes vistas y referencias del país. Una curiosidad imperdible es el puente de madera que es límite con Suiza llamado Alte Rheinbrucke que era cruzado de manera cotidiana por tanques y tropas durante la Segunda Guerra Mundial.

Malbun es el centro turístico que tiene un nudo de caminos que parten en todas direcciones hasta las montañas y una prestigiosa pista de sky.

El callar del descanso

Valdefrancos España (Shutterstock.com)
Valdefrancos España (Shutterstock.com)

En León, España, se encuentra el Valle del Silencio. Un hilvanado de pueblos construidos en piedra y pizarra que conservan las estructuras originales. Por sus senderos siguen siendo tránsito de los caminantes de la ruta de Santiago de Compostela.

Se trata de un sitio especialmente elegido religiosos eremitas para concentrarse con sus propio ser, Reúne dos condiciones claves: por un lado la pintura del paisaje monañoso que parece un lienzo, pero a la vez, repleto de arquitectura rural respeta en su esencia. La cadena de pueblos es interminable. Valdefrancos es pequeño y de calles angostas afincado en el centro del valle. Conserva los vestigios de un puente romano que los peregrinos de Santiago utilizan para cruzar el río Oza.

San Clemente de Valdueza es el pueblo que inicia el camino hacia las cumbres, donde las vistas dejan sin aire. Peñalba de Santiago es una joya en e medio de las montañas. Allí el turismo rural se ha puesto de moda, así es como muchas casas han sido reconstruidas para disponerse a ese destino. El pueblo de Montes de Valdueza se encuentran las ruinas del monasterio de San Pedro de Montes que expone a la vista lo que han sido estos monumentos en otra época. Una cadena de pequeños reductos que conservan la soledad como prioridad.

El desierto que tiene todo

Atacama es el epicentro para ver los astros como en ningún otro sitio
Atacama es el epicentro para ver los astros como en ningún otro sitio

Volcanes, dunas, ojos de agua, lagunas salada, mesetas interminables, la mejor visión del cielo del planeta, temperaturas superiores a los 50 grados, géiseres, flora y fauna inesperada... no falta nada en el desierto de Atacama.

Es el epicentro para ver los astros como en ningún otro sitio. De hecho, allí se encuentra uno de los centros de la Nasa para el estudio de los planetas. Es que aquí, gracias a la atmósfera particular, se vislumbran en detalle. Una cena opípara con los sabores del desierto y una excursión al medio de la noche a oscuras, sólo alumbrados por la luna y entibiados con el chocolate caliente, para ver de cerca a Júpiter o Venus en el silencio absoluto de la nada puneña, es una experiencia inolvidable. Público escaso, siestas largas, espacio que sobra y atractivos múltiples que no se terminan aunque el viajero le ponga ahínco.

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