Los viajes ya no volverán a ser lo que fueron antes de la pandemia. La globalización había seducido a todo tipo de experiencias, incluyendo a una enorme cantidad de público nuevo a la industria del turismo. Sin embargo, sin que medie posibilidad de prevenirlo, un virus no tecnológico hizo más estragos que uno digital. El mundo se detuvo como si algunas de sus baterías se hubieran extinguido.
Mientras en algunos pocos sitios comienzan las experiencias burbuja, o se lanzan protocolos en aeropuertos y los hoteles abren con cautela sus puertas a los primeros pasajeros, se puede soñar pensando en que la escasez de viajeros en el tiempo que viene puede ser acerquen oportunidades que antes eran inalcanzables. Tal vez soñar por un rato con aquellas exuberantes experiencias hoteleras termina despertando gusto por volver al ruedo. Allá vamos a conocer por dentro los hoteles más estrellados del planeta.
Aunque en verdad la categoría de 7 estrellas no existe, claramente hay una serie de propiedades que se extienden mucho más que la galaxia de las 5 máximas provistas por los cálculos internacionales. Estas son las expresiones del lujo por sobre el lujo.
El icono mundial
Burj Al Arab en Emiratos Arabes, precisamente en Dubai, ha de ser casi con seguridad el emblema más popular de lujo extremo. Con una altura de 321 metros, se considera el cuarto hotel más alto del mundo. Está situado en una isla artificial a 280 metros en la costa en el Golfo Pérsico. Es un lugar en el que el lujo y la excentricidad llega a límites inimaginables. Tiene el lobby más alto del mundo con altura más de 200 metros y está conectado a la costa por medio de una carretera.
Su diseño está inspirado de los barcos a vela tradicionales árabes y pertenece al arquitecto Tom Wright. En la azotea de este hotel se encuentra un helipuerto y también un espacio sobre la terraza con una cancha de tenis.
A pesar de su tamaño, sólo posee 202 habitaciones todas en suite. La más pequeña posee 169 m² mientras que la más grande cuenta con 780 m².
El hotel es una ciudad en sí misma, de hecho se propicia que el visitante no necesite salir en ningún momento de su estadía. De hecho tiene nueve restaurantes, entre los que destacan el restaurante famoso Al Mahara, un restaurante submarino, donde se cena acompañado de un autentico ambiente marino, corales y otras especies.
Mallorca como nadie
El acantilado mallorquín de Port de Sóller permite admirar las maravillas del Jumeirah Port Soller Hotel & Spa, un lugar en el que destacan los paisajes, la gastronomía y una pileta gigantesca.
Enclavado en la cima de uno de los acantilados que rodean la bahía de Sóller, caracterizada por su forma de herradura, el Jumeirah Port Sóller Hotel & Spa brinda a sus huéspedes la posibilidad no solamente de disfrutar de una lujosa y relajante estancia, sino también de deleitarse con las maravillosas vistas al mar y a las majestuosas montañas de la Tramuntana.
El establecimiento mallorquín rezuma la opulencia y se fusiona a la perfección con el entorno circundante. Cuenta con 11 edificios bajos pintados de blanco enclavados en una ladera. Desde el momento en el que se accede al vestíbulo se puede percibir la tranquilidad que destila. A su llegada, los huéspedes son recibidos con una toalla refrescante y un vaso de jugos recién exprimido hecho con naranjas de Sóller.
El Talise Spa dispone de una sauna, un circuito termal completo, 10 cabinas de tratamiento, una piscina de hidroterapia y un hammam árabe tradicional. Asimismo, cuenta con dos piscinas en el exterior, una infinita para adultos y otra de mayor tamaño, perfecta para familias y niños.
Cada una de las 121 habitaciones (de las cuales 26 son Suites) está decorada utilizando una paleta de colores neutros beige y piedra. El mobiliario es de madera oscura y las camas, de gran tamaño, destacan por su comodidad. Todas las habitaciones disponen de terrazas o balcones desde donde se puede disfrutar de vistas panorámicas al mar o a las montañas. En el check in a los huéspedes se les agasaja con una selección de productos mallorquines de cortesía que incluyen, entre otros, vino y aceite de oliva. Los baños de mármol cuentan con grandes duchas a ras de suelo y artículos de alta gama de la marca Natura Bissé.
Con Vittorio Emanuele de compañía
Si uno se desplaza por Milán es imposible no toparse encontrarnos con la belleza del Town House Galleria, un hotel en el que el arte es una parte fundamental. Es en realidad el único hotel de 7 estrellas del mundo según un rango otorgado por la mismísima SGS (Société Générale de Surveillance), una certificadora suiza de reputación. Como es de esperar cuenta con todos los detalles para pasar una estancia de ensueño.
Este elegante hotel de suites, ubicado en el centro comercial Galleria Vittorio Emanuele II, se encuentra a 3 minutos a pie de la parada de tranvía más cercana, a 2 minutos del histórico teatro La Scala y a 5 del Duomo di Milano.
Las refinadas suites decoradas de forma individual cuentan zonas de descanso y sábanas de seda y cachemir. Las suites superiores tienen salas de estar independientes, computadoras con impresoras y bañeras independientes.
Los servicios gratuitos incluyen servicio de mayordomo y desayuno italiano, que se sirve en las suites o en un restaurante exclusivo con salón. Otro restaurante tiene un bar de vinos y una terraza.
Este hotel urbano goza de una situación idílica en la aclamada galería comercial y cuenta con una arquitectura de elegante diseño y estilo italiano de su interior. El servicio, personal a la par que discreto, asegura una estancia impecable en una atmósfera cautivadora. Ofrece solo 11 habitaciones.
En Mandarín pero árabe
Desde este año la cadena Mandarín Oriental tomó posesión del Emirates Palace en Abu Dabi, lo que permitirá una restauración completa, Una renovación gradual durante dos años tendrá lugar para incrementar aún más el lujo preexistente.
El hotel se encuentra en una playa privada de 1,3 kilómetros, con 394 habitaciones y suites, 12 restaurantes y bares, 40 salas de reuniones, un auditorio para conciertos y un salón de baile con capacidad para 2.500 personas. Las instalaciones incluyen un puerto deportivo, dos piscinas, un spa y dos gimnasios.
Tiene una ubicación céntrica en el corazón de la ciudad, convenientemente ubicado tanto para viajeros de negocios como de placer. La Gran Mezquita y el Centro Nacional de Exposiciones de Abu Dabi están a poca distancia en coche. El centro comercial Marina Mall está cerca y también se puede acceder fácilmente al centro de la ciudad.
Es un buen ejemplo del diseño árabe, fue concebido para albergar la Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo y sigue siendo el lugar preferido para varias conferencias de alto perfil en el sector público y privado. También es reconocido por dar la bienvenida a varios jefes de estado, dignatarios extranjeros y celebridades.
La cola de dragón
China no podía quedarse fuera de una lista en la que rebosa el lujo. Pangu 7 Star, situado en Pekín, es un resort que ofrece un servicio a medida. Con unas vistas impresionantes de la capital china, está ubicado en la cola del dragón de la plaza Pangu y ofrece una vista impresionante del Parque Olímpico de Beijing y muchas sedes olímpicas como el Estadio Nacional Bird’s Nest y el Centro Acuático Water Cube.
Cuenta con un enfoque que combina los espíritus orientales y las técnicas arquitectónicas occidentales y el diseño de interiores del afamado Richardo Bello Dias, diseñador italiano, que demuestra un equilibrio perfecto entre ambos.
El alojamiento de 21 plantas incluye 234 habitaciones de lujo.
Cada mañana se invita a los huéspedes al bar para desayunar. Los huéspedes pueden disfrutar de un buen almuerzo en el restaurante de jardín del hotel. También puede cuenta con un bar de 24 horas. El establecimiento dispone de un jacuzzi y una sala de vapor gratuitos
Pacífico propio
El paraíso existe y se encuentra en una isla privada en el sur del Océano Pacífico, concretamente en Oceanía y ahí se encuentra uno de los hoteles 7 estrellas con más encanto del mundo: el Laucala Island Resort.
Este exclusivo complejo emplazado entre la selva tropical e idílicas playas de arena blanca está reservado para la élite.
Solo cuenta con 25 villas y un equipo de 300 personas se encarga de satisfacer las necesidades de los huéspedes. Aquellos que necesiten aún más privacidad, pueden optar por la Residencia de la Colina, situada en lo alto de la montaña entre 11.000 m2 de intimidad que, además, cuenta con una piscina panorámica, dos casas de invitados, chef personal, chofer y niñera.
Laucala un paraíso de mimos y lujo, y una propiedad con visión futurista del medio ambiente y la cultura.
Situada sobre 1,416.4 hectáreas exclusivas, en medio de plantaciones de cocoteros, playas, montañas verdes y la impresionante naturaleza. El lujo verdadero es apreciado en la exclusividad de las villas del resort que están ampliamente distribuidas en el extremo norte de la isla. La transición del interior al aire libre crea un ambiente relajado y lujoso. Laucala muestra su lado más etéreo en un caleidoscopio iridiscente de actividades deportivas y culturales. Bucear en un mundo submarino único, giras a la selva, cabalgatas, surf, golf en un campo de 18 hoyos, o conocer a artistas locales.
Una jirafa en la ventana
Entre los conocedores del buen vivir, se sabe que el Karkloof Safari Spaha sido por mucho tiempo el hotel de 7 estrellas de referencia en Pietermaritzburg, Sudáfrica.
Lo que se ofrece allí no tiene comparación con ningún otro hotel, ya que se combina el lujo con la naturaleza de forma magistral. Admirar búfalos y bebes chimpancés es posible en este idílico lugar.
Cuenta con 16 suntuosas villas decoradas al estilo africano y están equipadas con todas las comodidades. Se percibe claramente la elegancia y la sofisticación sin renunciar a la sensación de estar en medio de la sabana. Es posible disfrutar de la fauna africana desde un coche súper protegido, volver al hotel, practicar yoga o Tai Chi, relajarse en el impresionante spa y después volver a sus ciudades de origen y contar las memorias de África…
Ubicado en una reserva de 3000 hectáreas y rodeado de cascadas y ríos, ofrece un alojamiento exclusivo a solo 24 km a las afueras de Pietermaritzburg.
Las villas son amplias y ofrecen un mirador privado. Los huéspedes pueden elegir entre una carta de almohadas. El baño tiene bañera con vistas. Las villas están conectadas con las zonas de spa y comedor a través de pasarelas de madera. Los huéspedes disfrutan de un safari diario gratuito.
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