Aunque en tiempos previos a la pandemia, tal como ocurría con la industria del home office, los avances digitales se estaban incubando en la industria aeronáutica, la aparición del coronavirus y sus consecuencias determinaron aceleramiento de muchos de los resultados que se esperaban implementar en el futuro cercano.
Los requerimientos de seguridad sanitaria obligaron a convertir a los aeropuertos en espacios más seguros. Sistemas digitales de limpieza automática, nuevos uniformes con células detectoras o dispositivos de febrículas devinieron en figuras obligadas; testeos de todo tipo transforman a estas miniciudades en el primer paso de control frente a la nueva era del turismo post coronavirus.
Aquí nos vamos de viaje para saber qué están haciendo los aeropuertos que lideran la tendencia de cuidar sus fronteras, alentar a los viajeros y disponer de cierta normalidad que permita retomar la cultura del turismo.
Con el impulso de Leonardo
Fiumiccino, el aeropuerto de Roma, llamado así por la localidad que lo aloja, pero en verdad conocido como “Leonardo Da Vinci”, inspirado en ese personaje, supo tomar decisiones multisistémicas que le han valido en convertirse en el primer aeropuerto del mundo en obtener la “Clasificación de aeropuerto de 5 estrellas COVID-19” de Skytrax, un organismo de clasificación de la industria aeroportuaria internacional que por la pandemia creo una designación para la higiene de los aeropuertos.
Según el comunicado oficial emitido por la entidad, ésta basó su calificación en “una combinación de controles de eficiencia de procedimientos, análisis de observación visual y pruebas de muestreo de ATP”.
Es el aeropuerto más transitado de Italia y, a principios de septiembre, abrió un centro de pruebas COVID, con el involucramiento de la Cruz Roja Italiana.
Aunque Skytrax es conocido por su clasificación de los mejores aeropuertos del mundo, la crisis de COVID-19 llevó a la organización a crear una designación para la higiene de los aeropuertos.
Fiumiccino obtuvo puntos por tener una señalización fácil de leer en varios idiomas, una estricta aplicación de los barbijos, personal de limpieza visiblemente presente y eficiencia gracias a la consolidación de todos los vuelos entrantes y salientes a una sola terminal para facilitar el seguimiento.
El Michelin de los aeropuertos es el programa global de calificación de la calidad de las aerolíneas fue introducido en 1999 por Skytrax. Las calificaciones con estrellas se otorgan tras un análisis profesional detallado de los estándares de calidad de una aerolínea por parte de la oficina de auditoría. Una calificación típica de estándares se basa en el análisis de entre 500 y 800 elementos de evaluación de entrega de productos y servicios. Esto cubre los servicios aeroportuarios.
Las calificaciones de estrellas de Skytrax son reconocidas como un punto de referencia global de los estándares en todo el mundo, y utilizan una escala de calidad desde 1 estrella hasta el premio exclusivo de 5 estrellas. Las calificaciones se basan en la evaluación de los estándares de productos y servicios para los entornos a bordo y aeroportuarios, utilizando un sistema de calificación unificado y consistente.
Un sol para España
Skytrax hasta el momento sólo ha recorrido aeropuertos europeos que, por otra parte, han sido los primeros en comenzar a operar con efecto burbuja o fronteras direccionadas. Así Málaga-Costa del Sol (AGP) en España otriene tres estrellas en la clasificación.
Los pasos dados para alcanzar ese guarismo implicaron el cierre de la T2 y la concentración de toda la operativa en la nueva terminal, la T3. Es una de las acciones tomadas para adaptar la infraestructura a estos tiempos. Desde El propio aeropuerto señalan, en comunicado oficial, que “el cierre de la T2 se ha decidido para atender la reducción de la actividad con motivo del inicio de la temporada de invierno y la evolución de la pandemia. Este nuevo escenario facilita el tránsito de pasajeros, al unificar toda la operativa en la T3, consiguiendo además un servicio más adecuado a la coyuntura del tráfico”.
Allí es donde se llevará a cabo el control de seguridad de pasajeros, en talto los embarques se realizarán por esa misma terminal, en el muelle D, utilizando el C para los vuelos internacionales. “Esta adaptación al tráfico, que permite optimizar los recursos asignados y los recursos humanos disponibles, así como las empresas que comparten tareas dentro del aeropuerto”.
El aeropuerto Sabiha Gokcen de Estambul está certificado con la clasificación de aeropuerto COVID-19 de 3 estrellas, según los procesos de higiene y otras medidas preventivas implementadas, incluye procedimientos y consistencia de limpieza y desinfección, políticas y control de distanciamiento social, uso de mascarillas, disponibilidad de desinfectantes, estándar y uso de EPP por parte del personal en el aeropuerto, y otras aplicaciones de higiene que se estén utilizando.
El mismo camino han seguido Heathrow y Stansted Londres, Niza Côte d’Azur en Francia y el aeropuerto Chopin de Varsovia.
De este lado del mundo, en tanto, el aeropuerto de Galeão, de Río de Janeiro, recibió a principios de mes el sello “Safe Travels” del WTTC (World Travel & Tourism Council), avalado por la Organización Mundial del Turismo (OMT). En tanto, el de Guarulhos, en San Pablo, fue certificado por Airport Health Accreditation, entidad que “evalúa los protocolos implementados para promover la seguridad de pasajeros, clientes habituales y empleados”.
El ministro de Turismo brasileño, Marcelo Álvaro Antônio, aseguró que “son protocolos como estos y los del Ministerio de Turismo los que brindan seguridad para que los pasajeros vuelvan a viajar. Estas iniciativas demuestran que todos los segmentos turísticos están comprometidos con la protección de la salud de los brasileños y de quienes nos visitan”.
De la mando de todos los recursos
Finlandia utiliza perros amaestrados para “oler” la enfermedad. Noruega lanzó su propia aplicación en sus aeropuertos. Berlín se anima a inaugurar su nuevo aeropuerto a fines del próximo mes. La febril actividad de los espacios de viajes en el mundo se activan como motor inaugural de lo que será la nueva etapa de viajes con COVID sin vacuna.
La inmunidad obtenida a partir de la higiene ha adquirido relevancia clave en todos los procesos. El éxito más acabado llega de la mano de los rayos ultravioleta C (UV-C) que dañan el ARN y el ADN del virus, impidiendo que pueda multiplicarse. Una alternativa para abordar con inteligencia la higiene de baños.
El Aeropuerto Internacional de Pittsburgh venía desarrollando una serie de robots que podían realizar la limpieza a partir de agua a presión y desinfectantes. Juanto a una empresa local, Carnegie Robotics, intentaron reversionar esa idea sumando rayos ultravioleta. Ya se encuentran 4 trabajando. “Nuestros viajeros los aman -declaró Christina Cassotis, directora ejecutiva del aeropuerto-. Lo mismo ocurre con el personal de limpieza que, ahora, protegidos de la primera línea de higiene, puede concentrarse en otras áreas”.
Los “supersónicos” de la higiene llevan nombres que homenajean a grandes personas de la historia del aire de su ciudad, entre ellos, el de Rose Collins, la primera mujer con licencia para volar en los cielos de Pensilvania.
Otra experiencia similar es la que se ha puesto en marcha en Cincinnati. Allí, en su aeropuerto internacional, también hay robots, aunque con enfoques más tradicionales, con tecnología similar a las de los de uso casero. Esta tecnología pertenece a la empresa canadiese AvidBots y se sirve del 3D y el láser para diseñar sus recorridos y evitar chocar con personas y objetos.
La experiencia de control es otro elemento que estaba en vías de dejar de ser personal. Ahora, en virtud de la necesidad de reducir el contacto físico, se ha vuelto prioritaria. El uso de dispositivos biométricos será la estrella de lo que se viene en medidas de tránsito fronterizo. Los dispositivos que ya han puesto en marcha Air France y Delta, por ejemplo, permiten reconocer ciertos rasgos únicos de las personas como la forma del pabellón auditivo.
A la par, se desarrollan nuevos sistemas de entrega y retiro de equipaje, kioskos de autoservicio para la mayoría de las prestaciones de migraciones, check in y egreso de los aeropuertos.
Del lado de la toma de temperatura, Symptom Sense funciona de un modo similar al detector de metales, como un dispositivo de circulación, y en apenas una pasada permite evaluar, además de la presencia de fiebre, el nivel de oxígeno en sangre, el ritmo cardíaco y respiratorio.
La celeridad también es un proceso que se anuncia. En este sentido, la plataforma de detección de IA Evolv Edge, que ya está en uso en el Aeropuerto Internacional de Oakland en los EE. UU., puede examinar a 900 personas en una hora.
En las antípodas, en tanto, en Hong Kong, los viajeros están siendo “fumigados”. La cápsula CLeanTech utiliza de presión negativa tecnología fotocatalizadora y un aerosol desinfectante a la que cada viajero se somete por 40 segundos. La puesta en marcha definitiva de manera masiva está prevista para comienzos del próximo año.
La confluencia de soluciones parece ser el camino para cubrir las necesidades de seguridad en los viajeros, además de potenciar la posibilidad de recuperar los cielos y una nueva globalización pasada por detectores de todos los tipos y colores.
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