Mientras la pandemia sigue ensombreciendo las posibilidades turísticas de retornar a aquellas ilusiones viajeras de comienzos de año, las ganas de hacerse una escapada corta, larga, mítica, discreta es lo que está fijo en la mente de los aficionados a las andadas.
En un escenario que recién comienza a abrirse, los modos de hacer paseos se acomodaron a posibilidades más reales. Los sitios cercanos, espacios más abiertos, traslados solitarios en familia, destinos poco concurridos, cierta vida nómade se estuvo empezando a retomar en los países europeos que fueron los primeros en enfrentar la temporada de vacaciones veraniegas. Las tendencias indicaron una sorpresiva demanda de motorhomes. En España se trata de vehículos que rondan los 50 mil euros. A pesar de su costo, en el reciente período de descanso las ventas se dispararon allí un 20%. Alemania también siguió los mismos pasos y sus campings tuvieron cartelito de “sin lugar” durante toda la temporada. Es Estados Unidos, donde la práctica de la caravana es popular, los alquileres de este tipo de vehículos se incrementó en un 30% según datos informados por la plataforma especializada RVshare.
Argentina aún no cuenta con un público extendido en este estilo de viajes. Sin embargo, el interés en la búsqueda de casas rodantes de Mercado Libre, por ejemplo, se incremento un 23% en julio respecto a junio, y casi un 50% comparado con julio del año pasado.
Lo cierto es que lo que se viene son viajes para desarrollar la vida en ruta. La 66, la 40, la de Napoleón o la del Desfiladero de Hermida... allí están una decena de experiencias que esperan.
El origen
Es el sueño de motoqueros, fans del manejo y propietarios de casas rodantes. La Ruta 66 de Estados Unidos que une Chicago con Los Ángeles en un recorrido de casi 4000 kilómetros. Se la conoce como “The mother road”, la madre de las rutas. Cierto es que versión original ya no existe, pero su espíritu sigue allí. En parte del trazado, sobre todo entre Oklahoma y Texas, se puede rastrear los tramos que mantienen el asfalto original de los años 20.
Detallar los enclaves puede dejar fuera muchos atractivos, aunque, para los que saben, más allá de los hitos, la gran experiencia es el recorrido. Chicago, en Illinois; Puente Chain of Rocks de St. Louis y Cuevas de Meramec en Missouri; la Ballena Azul de Catoosa en Oklahoma; Cadillac Ranch en Amarillo, Texas; Motel Blue Swallow en Tucumcari, Nuevo México; Muelle de Santa Mónica en California.
La más mítica, aunque hay que señalar que la carretera original ya no existe como tal, aún se puede conducir siguiendo su camino, desde Chicago a Los Ángeles, pasando por todo el Medio Oeste y sus atracciones, como el Gran Cañón. En definitiva, el paraíso de la aventura.
Hecho para rutear
El tamaño de Australia y el imponente diseño de sus paisajes son una convocatoria a incluir el motorhome en la fotografía. Se trata de una costumbre muy amada por los viajeros locales. La Pacific Coast Drive es un itinerario entre Sídney y Brisbane, si se prefiere hacer concentrada, o extender hasta Wollongong, 90 minutos de Sídney, atravesando el imponente Sea Cliff Bridge. La distancia aproximada es algo menos de 1000 kilómetros. La experiencia incluye bordear el mar de Tasmania, los parques, los bosques húmedos y las más míticas playas para surfers.
El gran desarrollo de este tipo de industria de viajes ha convertido a las rutas australianas en espacios donde manejar es un lujo. Al alcance de la mano queda la arena blanca deHyams Beach, Pebbly Beach y los canguros, o extasiarse con la fauna de pingüinos y delfines en Summerland Beach. Si de avistajes de animales se traentre entre mayo y noviembre, se puede deleitarse con las ballenas jorobadas en su migración hacia el norte, en Byron Bay y la bahía de Hervey.
Molinos de caravanas
Si algo tiene el Quijote de inspirador son los paisajes. La Ruta del Quijote en España tiene una extensión de 600 kilómetros, aunque para el Patronato de Castilla la longitud real puede extenderse hasta 2500 y comprender a casi 150 municipios. Parte de Toledo y termina en Argamasilla de Alba. Se concentra esencialmente en senderos de Castila la Mancha con puntos imperdibles como la parada en Ciudad Real donde se localiza el Campo de Criptana. sitio en el que se desarrolla el episodio más famoso gracias a los diez molinos de viento centenarios contra los que luchó Don Quijote creyendo que eran abominables gigantes.
Espiando la Aurora Boreal
Metiéndose en alguna de las tanas series nórdicas de paisajes eternamente nevados, la Ruta de los Fiordos de Noruega reúne cerca de 1500 kilómetros que se extinden entre Oslo y Cabo Norte.
Ha sido un recorrido pensado para que el destino sea lo menos relvante, poniendo especial fortaleza en el tránsito. Está repleto de servicios a intervalos cortos. Ante la posibilidad de elegir, no pueden quedar fuera del recorrido Oslo y Bergen. Allí los fiordos se convierten en piezas únicas. El Circuito de Sognefjellet (Sognefjord, el fiordo de los sueños, se adentra más de 200 kilómetros), o los fiordos de Geirangerfjord o Lysefjord, donde se puede visualizar la mítica piedra Púlpito o Preikestolen; las Islas Lofoten, la ciudad de Tromso, o el legendario Cabo Norte. Si el tiempo lo permite, cielos claros con noches estrelladas y temporada de invierno, con buena portuna desde la ventanilla de casa se puede visualizar algunas pinturas estelares de la aurora boreal.
En el volante de Frodo
Nueva Zelanda se transformó en un sitio emblemático gracias a la industria del cine y las series. Desde Auckland (en la Isla Norte) hasta Punta Slope (en la Isla Sur) se extienden algo menos de 2000 kilómetros donde la Tierra Media de El señor de los anillos se puebla de enanos, orcos, hobbits y elfos.
Descubrir los escenarios que sirvieron de escenografía a los films de Peter Jackson llevará por Parque Tongariro que da vida a Mordor o el Parque Regional Kaitoke que sirve de inspiración para Rivendel. Hobbitton se sirvií de los paisajes de Waipoua Forest. Aún fuera del marco literario, otras sorpresas tientan, como las cuevas de Waitomo, los Parques Nacionales de Egmont, Abel Tasman; la colina Kapakapanui, la formación rocosa de Pancake Rocks y el fiordo Milford Sound.
Un dato práctico: si el motorhome cuenta con almacenamiento de desechos que permite reservarlos para depositarlos solamente en sitios oficiales, se encuentran más estacionamientos disponibles que si no se cuenta con esa variante.
Mordiéndose la cola
Que el origen y el destino sea Reykjavik no deja nada de aburrido a la Ring Road de Islandia. En el sentido de las agujas del reloj esperan algo más de 1300 kilómetros. Tiene el atributo particular de circunvalar toda la isla, permitiendo un recorrido de paisajes completo. Es curioso pensar en que se la llama oficialmente Þjóðvegur 1 o Ruta 1, aunque es prácticamente la única, pero podría decirse que vale la pena porque su unicidad viene de la mano del encuentro con la naturaleza plena: volcanes, glaciares, lagos, flora y fauna cercana y profusa, montañas, costas.
Imposible no pasar por los gésiseres del Parque Nacional de Thingvellir, las cascadas de Gullfoss, Seljalandsfossy Skógafoss; los icebergs de la laguna Jökullsarlon; el glaciar de Mýrdalsjökull o las playas negras de Vík.
La cercana
La Ruta Nacional 40 en la Argentina tiene un lugar destacado entre las 10 carreteras más memorables del mundo entero: por sus paisajes, su extensión, sus condiciones extremas de altura y la variedad de regiones que recorre.
Sigue en algunos tramos la traza del Camino del Inca, construida en el siglo quince por los conquistadores incaicos para unir la región austral de sus dominios con su capital en Cusco, Perú. También sigue, en la Patagonia ancestrales rutas seguidas por los Tehuelches, cuando a pie (milenios antes de que los españoles introdujeran el caballo en América), deambulaban en busca de sus presas (guanacos y ñandúes).
Nace en el punto más austral del territorio continental argentino, en el Cabo Vírgenes. Su punto más septentrional se encuentra muy cerca de la localidad fronteriza de Santa Catalina en Jujuy (también de Cienaguillas y de Oratorio).
La belleza de los paisajes es abrumadora porque lleva por todos los espacios diversos que contiene desde las montannas a la estepa, los lagos a formaciones geológicas, sin olvidar desiertos y glaciares.
África mía
La Ruta 62 o Garden Route (“Ruta de los Jardines”) une Ciudad del Cabo a Port Elisabeth. Transcurre por montañas y ríos, viñedos, playas de arena blanca, huertas y abruptos acantilados que se elevan sobre profundas simas y mares bravos. El recorrido está repleto de contrastes. Las coordilleras de Tsitsikamma y Outeniqua forman un telón de fondo que esconden el interior de tirra adentro.
Llueve casi todo el año sobre su recorrido, lo que produce un efecto interesante entre las laderas rebozantes de vegetación y el interior seco que se vislumbra entre los valles inteeriores.
El teleférico de Table Mountain con las mejores vistas en altura o Robben Island, donde se encuentra la antigua celda de Nelson Mandela; las degustacions de viñedos en el Valle Robertson y las míticas rocas rojas de Ashton.
Para los que se animan más allá del volante, se puede bucear con tiburones blancos en Gaansbaii, o con cocodrilos en Oudsthoorn.
Al borde del precipicio
En el Desfiladero de la Hermida apenas queda espacio para la sinuosa carretera N-621, que comunica Unquera con Lebeña y Potes. Es el único acceso vehicualar al valle desde el mar Cantábrico. Recorre un total de 21 km dejando a derecha e izquierda increíbles muros naturales que llegan a alcanzar los 600 metros de altura. A lo largo del recorrido del desfiladero se va bordeando el río Deva y dejándolo a derecha e izquierda alternadamente.
Más allá del brillante recorrido, dos paradas resultan imprescindibles. El “Mirador de Santa Catalina” brinda las mejores vistas del desfiladero. Por otro lado la Iglesia de Santa María de Lebeña es uno de los mejores ejemplos del arte prerrománico en España y del estilo mozárabe.
Con las rocas en la mirada
Partiendo del Parque Jasper y llegando al Parque Banff se deslizan 230 kilómetros de la ruta de las Montañas Rocosas en Canadá. La mirada más escarpada del país se luce en la Icefields Parkway, conocida como “la ruta más espectacular del mundo”. Cruza las provincias de Alberta y Columbia, mientras despliega en su recorrido 25 glaciares y llanuras de hielo a 3 mil metros de altura. Fauna desbordante que incluye alces, osos grises, pumas, lobos y carcayús.
Para ingresar a los parques es preciso tener permiso previo, de modo que es importante tramitarlo.
Los focos imperdibles son el Lago Louise; el glaciar Athabasca; El Lago Peyto a 1.800 metros sobre el nivel del mar, con casi tres kilómetros de largo.
Con ojos de Napoleón
El Valle del Loira, Francia, Patrimonio Mundia de a UNESCO une el camino entre los castillos de Sully-sur-Loire y Useé y Chalonnes-sur-Loire. Se trata de una zona que ha sido telón de fondo de la historia de Francia. Romanticismo, lujo y esplendor en castillos, palacios, abadías, iglesias y museos. Imposible será visitar las 200 fortalezas que se deslizan en sus laterales. Con poco tiempo, los imperedibles son Chambord, Cheverny (famoso por las historias del personaje Tintín), Chenonceau y Azay-le-Rideau.
Fotos: Shutterstock
SEGUÍ LEYENDO: