Viajero “Gran Hermano”: cómo será y qué implicará la era del turista observado

Monitoreados con dispositivos para controlar sus pasos, los países imponen uso de tecnologías para mantener a los paseantes analizados lo suficiente como para limitar las posibilidades de expansión de coronavirus

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Viajeros en el aeropuerto de Split, Croacia en el mes de agosto (REUTERS/Antonio Bronic)
Viajeros en el aeropuerto de Split, Croacia en el mes de agosto (REUTERS/Antonio Bronic)

El deseo de instalar un gran ojo que mantenga registrados los movimientos de los viajeros en la nueva era que se abre para el turismo está haciéndose -aunque sea parcialmente- realidad. Mientras las tecnologías arrasan entre los recursos demandados por las agencias de viajes y hoteles para acercar a los clientes de manera segura y ágil, los países crean redes que intentarán controlar los pasos de los turistas fronteras adentro.

Las primeras experiencias de control de tránsito se dieron en China apenas comenzado el proceso de reapertura del confinamiento, aunque las quejas no se escucharon, ya que la mayoría de sus habitantes están habituados a que su acceso a servicios locales se haga posible gracias a la entrega de alguna información personal. Aún así, el seguimiento impuesto para quienes comenzaron a circular fue algo más intrusiva de lo habitual. Uno de los hechos relevantes fue el ofrecimiento de las tres empresas de telecomunicaciones más importantes del país de brindar información al estado sobre las ciudades que habían visitado por más de 5 horas sus clientes en un lapso de dos semanas.

En algunas ciudades, como en el caso de Shanghai, quienes circulan deben registrarse antes de usar el servicio de metro. De ese modo, sólo podían viajar aquellos que podían identificarse a partir de una app. Si bien siempre el objetivo parece ser el de hacer seguimiento para que, ante eventuales contagios, se puedas reconstruir los contactos realizados, existe cierto escozor en cuanto a la intrusión a la libertad de circulación. Dos herramientas siguen los pasos para reunir datos: el servicio de mensajería WeChat y la plataforma de pago Alipay han aplicado códigos QR de colores para etiquetar el rango de “seguridad’ de una persona.

Las cámaras de reconocimiento facial comenzaron a usarse en distintos ámbitos
Las cámaras de reconocimiento facial comenzaron a usarse en distintos ámbitos

Las tan comunes cámaras de reconocimiento facial que se utilizan cotidianamente en China y a las que su población ya no presta atención, se han comenzado a utilizar para detectar el uso o no de máscaras adecuadas o la circulación de personas con fiebre.

Selfie de estado

Ahora serán los organismos estatales y de salud los que estarán detrás de tomar las mejores imágenes de los que circulen por sus ciudades. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, por ejemplo, dio detalles en una conferencia de prensa esta semana sobre una serie de puntos de control que habrá en los ingresos a la Gran Manzana, donde todos los turistas deberán dejar registro de su situación, un informe que se sirve, además, de un estrecho vínculo con las empresas de transporte para poder hacer un sabio seguimiento del tránsito viajero.

Chicago usará las redes sociales para verificar si los visitantes están rompiendo la cuarentena. La actividad, por indicación de Lori Lightfoot, la alcaldesa de la ciudad, ha quedado en manos del Departamento de Policía de la ciudad.

Miami ha instalado en su aeropuerto y en varios espacios púbicos una solución de análisis de movimiento llamado Safe Distance que permite detectar la distancia social, además de reunir datos en cuanto al movimiento de las personas.

Un pasajero con mascarilla después de llegar al aeropuerto de Birmingham, en Reino Unido, el 27 de julio de 2020. REUTERS/Phil Noble
Un pasajero con mascarilla después de llegar al aeropuerto de Birmingham, en Reino Unido, el 27 de julio de 2020. REUTERS/Phil Noble

También en Estados Unidos, pero esta vez de la mano de la Universidad de Arizona, una empresa (Beamer) trabaja en una nueva solución que permita recopilar datos de los viajeros antes de que emprendan su itinerario a través de sus celulares.

Desembarcar y hacerse de un auto que, además, mantenga seguimiento de todos los recorridos por parte de eventual usuario es una de las propuestas de la empresa Sixt, especializada en alquiler de vehículos. Las llaves de sus autos se dejan en los casilleros a los que se accede a través de su teléfono móvil. Su competencia, Zipcar, posee desbloqueo controlado por dispositivos móviles a través de su aplicación.

En Singapur, desde el pasado 11 de agosto se ha obligado a los viajeros (incluyendo a ciudadanos nacionales) a utilizar un dispositivo de monitoreo electrónico, a modo de pulsera de libertad condicional, que realiza seguimiento respecto del cumplimento de las cuarentenas impuestas al arribo al país. Expresamente los voceros gubernamentales han informado en un comunicado de prensa que dichas herramientas no conservan información de datos personales.

Pulseras electrónicas propiamente dichas se han utilizado también para seguir la movilidad de los viajeros en Hong Kong y Corea del Sur.

Robótica y monitoreo en aeropuertos

Un oficial junto a un "robot policía" en el aeropuerto de Wuhan el 8 de abril del 2020. REUTERS/Aly Song
Un oficial junto a un "robot policía" en el aeropuerto de Wuhan el 8 de abril del 2020. REUTERS/Aly Song

Los efectos tecnológicos no sólo se verán en las ciudades. El primer paso se ha visto en aeropuertos y líneas aéreas. Aunque en tiempos previos a la pandemia, tal como ocurría con la industria del homeoffice, los avances digitales se estaban incubando en la industria aeronáutica, la aparición del coronavirus y sus consecuencias determinaron aceleramiento de muchos de los resultados que se esperaban implementar en el futuro cercano. Los requerimientos de seguridad sanitaria obligaron a convertir a aeropuertos y aviones en espacios más seguros. Sistemas digitales de limpieza automática, nuevos uniformes con células detectoras o dispositivos de febrículas devinieron en figuras obligadas.

La inmunidad obtenida a partir de la higiene ha adquirido relevancia clave. El éxito más acabado llega de la mano de los rayos ultravioleta C (UV-C) que dañan el ARN y el ADN del virus, impidiendo que pueda multiplicarse. Esta tecnología se encuentra disponible desde fines del siglo pasado, pero era utilizada específicamente en centros de salud para inmunizar cuartos y equipamiento. En este sentido, la sanitización de los baños es una de las preocupaciones presentes tanto en tierra como en aire.

El Aeropuerto Internacional de Pittsburgh venía desarrollando una serie de robots que podían realizar la limpieza a partir de agua a presión y desinfectantes. Juanto a una empresa local, Carnegie Robotics, intentaron reversionar esa idea sumando rayos ultravioleta. Ya se encuentran 4 trabajando. “Nuestros viajeros los aman -declaró Christina Cassotis, directora ejecutiva del aeropuerto-. Lo mismo ocurre con el personal de limpieza que, ahora, protegidos de la primera línea de higiene, puede concentrarse en otras áreas”.

Los chequeos de temperatura y otros tests médicos ya son moneda corriente en los aeropuertos de todo el mundo REUTERS/Kim Kyung-Hoon
Los chequeos de temperatura y otros tests médicos ya son moneda corriente en los aeropuertos de todo el mundo REUTERS/Kim Kyung-Hoon

Los “supersónicos” de la higiene llevan nombres que homenajean a grandes personas de la historia del aire de su ciudad, entre ellos, el de Rose Collins, la primera mujer con licencia para volar en los cielos de Pensilvania.

Otra experiencia similar es la que se ha puesto en marcha en Cincinnati. Allí, en su aeropuerto internacional, también hay robots, aunque con enfoques más tradicionales, con tecnología similar a las de los de uso casero. Esta tecnología pertenece a la empresa canadiese AvidBots y se sirve del 3D y el láser para diseñar sus recorridos y evitar chocar con personas y objetos.

La experiencia de control es otro elemento que estaba en vías de dejar de ser personal. Ahora, en virtud de la necesidad de reducir el contacto físico, se ha vuelto prioritaria. El uso de dispositivos biométricos será la estrella de lo que se viene en medidas de tránsito fronterizo. Los dispositivos que ya han puesto en marcha Air France y Delta, por ejemplo, permiten reconocer ciertos rasgos únicos de las personas como la forma del pabellón auditivo.

Una cabina sanitizante, parte del programa "Healthy Airport" en Toronto, Canadá REUTERS/Carlos Osorio
Una cabina sanitizante, parte del programa "Healthy Airport" en Toronto, Canadá REUTERS/Carlos Osorio

A la par, se desarrollan nuevos sistemas de entrega y retiro de equipaje, kioskos de autoservicio para la mayoría de las prestaciones de migraciones, check in y egreso de los aeropuertos.

Mientras la solución masiva de toma de temperatura que se utiliza popularmente fue la primera que se implementó para viajeros, ante la advertencia de la OMS sobre la imposibilidad de que detectaran a los portadores asintomáticos, un nuevo desarrollo ofrece un avance sustancial. Symptom Sense funciona bajo el sistema de detector de metales, como un dispositivo de tránsito, y en apenas una pasada permite evaluar, además de la presencia de fiebre, el nivel de oxígeno en sangre, el ritmo cardíaco y respiratorio. Derek Peterson, es el CEO de Soter Technologies, la compañía que ha hecho este desarrollo, ha indicado que han tratado de “emular los datos relevantes que toma un profesional en una consulta médica”.

La celeridad también es un proceso que se anuncia. En este sentido, la plataforma de detección de IA Evolv Edge, que ya está en uso en el Aeropuerto Internacional de Oakland en los EE. UU., puede examinar a 900 personas en una hora.

En Hong Kong, los viajeros están siendo “fumigados”. La cápsula CLeanTech utiliza de presión negativa tecnología fotocatalizadora y un aerosol desinfectante a la que cada viajero se somete por 40 segundos. La puesta en marcha definitiva de manera masiva está prevista para comienzos del próximo año.

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