En Irlanda, una persona adquirió una isla privada luego de recorrerla virtualmente

Horse Island, una lujosa e imponente propiedad de 63,5 hectáreas, fue comprada de forma remota debido al COVID-19. Cómo es

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En Irlanda se vendió de forma virtual, una lujosa isla privada de 63.5 hectáreas (Private Islands Inc.)
En Irlanda se vendió de forma virtual, una lujosa isla privada de 63.5 hectáreas (Private Islands Inc.)

La llegada del coronavirus COVID-19 puso en pausa industrias como el turismo, los bienes raíces, y la hotelería, entre otras. Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo y que la humanidad se fue acostumbrando a esta “nueva normalidad”, de a poco algunas actividades volvieron a funcionar con modificaciones que hubieran sido inimaginables en otro contexto.

Tal es así que en Irlanda se vendió una lujosa isla privada de manera virtual, a través de un tour privado online en la que el comprador decidió adquirirla y continuar con todos los trámites de forma remota. Conocida como Horse Island (la isla del caballo, en español), se encuentra situada en Roaring Water Bay, en la costa de Schull, en el área de West Cork de Irlanda.

Totalmente autónoma, la lujosa propiedad cuenta con 63,5 hectáreas y posee una conexión eléctrica totalmente autónoma, generadores de electricidad y un sistema de emergencia de energía eólica, así como agua corriente y cloacas. Y es que todas las comodidades de Horse Island se encuentran enmarcadas bajo el concepto de autosuficiencia, proporcionándole al comprador la oportunidad de pasar su vida dentro de la isla sin necesidad de tener que salir de ella.

En total la propiedad posee 7 casas: una principal y seis de huéspedes 
(Private Islands Inc.)
En total la propiedad posee 7 casas: una principal y seis de huéspedes (Private Islands Inc.)

La casa principal tiene seis habitaciones, seis casas de huéspedes que varían en la cantidad de dormitorios pero que coinciden en algo: todas tienen impresionantes vistas a la bahía y al mar así como acceso a todas las áreas del imponente territorio irlandés.

Otro de los grandes distintivos de las propiedades dentro de la isla son sus vistas panorámicas gracias a los grandes ventanales así como la vista a las tres distintas playas dentro de la propiedad privada.

Después de años de abandono, se convirtió en una residencia que ofrece los lujos de la vida moderna junto con una privacidad y tranquilidad que atraen al hombre que busca escapar del bullicio de la ciudad. En cuanto a su acceso, la isla se encuentra a solo unos minutos en barco a los distintos puertos de la región y posee un muelle propio que permite desembarcar a los individuos así como un depósito de embarcaciones para aquellos que se queden en la isla.

Sin embargo, para aquellos que prefieran acceder por aire, también posee un helipuerto que también brinda la oportunidad de acceder a la propiedad desde lugares más lejanos.

Totalmente autosuficiente, la isla posee sus propias instalaciones agrícolas.Con un cobertizo para ganado, generadores propios, y talleres para reparaciones. Sin embargo, el sitio que la promociona ofrece la posibilidad de que en el caso de no querer continuar con las actividades agrícolas, los cobertizos se pueden utilizar para otras actividades de ocio como piscina cubierta, gimnasio, cancha de tenis cubierta, entre otras.

Posee un helipuerto y un muelle que permite su fácil acceso 

(Private Islands Inc.)
Posee un helipuerto y un muelle que permite su fácil acceso (Private Islands Inc.)

La historia detrás del lujo moderno

Horse Island formó parte de la industria del cobre que funcionó desde 1820 hasta 1874. De hecho, los restos de esta época todavía se pueden ver en la isla. Los mapas antiguos muestran que había varios pozos de minas en la isla. Sin embargo, en 1965 todos los habitantes habían abandonado la isla por lo que aún se pueden ver algunas de las ruinas del antiguo pueblo y las casas de los administradores. La isla posteriormente se convirtió en propiedad privada y la infraestructura actual se desarrolló a lo largo de los años. Sigue siendo privado hasta el día de hoy y es una de las pocas islas privadas re-desarrolladas y revitalizadas en la costa oeste.

La propiedad, se vendió por 6,3 millones de dólares y todo parecería indicar que la modalidad virtual producto de la pandemia podría quedarse por un tiempo largo.

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