"Conectividad o muerte" fue su frase de cabecera allá por 2015 cuando fue designado por Mauricio Macri como ministro de Turismo de la Argentina. Hoy, casi 4 años después, la conectividad pasó de convertirse en una opción a ser un hecho.
La llegada de las 'low cost', la desregulación aérea, la facilitación para el visado, la ampliación y la mejora de la oferta para los turistas, son algunos de los items de la larga lista de logros que generaron que el país se "abra al mundo" y se consagre como un destino idóneo para los extranjeros.
Y por supuesto que todos estos factores se relacionan de manera directa con los resultados positivos: uno de ellos -y quizás el más esperado por la gestión-, es la cifra de turistas no residentes que ingresaron al país en el mes de mayo: un total de 464 mil que ingresaron por todos los pasos -aéreo, terrestre, marítimo/fluvial-, representando un incremento interanual del 6,6%.
El mismo relevamiento registró la cifra récord de los 3,3 millones de turistas no residentes que ingresaron al país hasta el mes de mayo, mostrando un crecimiento del 8,5% con respecto al acumulado de enero a mayo del 2018.
El turismo se transformó en la 4ta industria que más divisas trae al país
Por su parte, la OMT -Organización Mundial del Turismo-, ya dio a conocer el 'barómetro' del primer trimestre de 2019: el mundo creció 4%, América creció un 3%, Sudamérica cayó un 10%, mientras que la Argentina creció un 8,8%. Esto demuestra un aumento de más del doble que el mundo entero, y casi tres veces lo que creció América.
Los números hablan por sí solos y, aquellos objetivos que se propuso Gustavo Santos para abrir la Argentina al mundo y mostrarlo como un destino turístico por excelencia, se fueron cumpliendo año tras año. Pero esto no fue un camino fácil si se tiene en cuenta que en 2014, gran parte de las personas que ingresaban al país lo hacían para visitar a su familia o amigos, además de tener en cuenta que "es un país que tiene como obstáculo la distancia con el mundo emisivo, ya que se encuentra alejado de Europa y América del Norte", explicó Gustavo Santos en una entrevista en Infobae.
Lejos de conformarse con lo logrado, el secretario de Turismo busca ampliar y proponerse nuevas metas para hacer de Argentina "un país cada vez más inserto en el mundo y sin techo para el desarrollo turístico".
"El turismo es terapéutico"
Y para cumplir con estos objetivos, no solo las temporadas altas son las 'vedettes' del año, sino que los fines de semana largo hacen la diferencia: "Cuando yo era chico salíamos una vez al año que era en verano y los que tenían más dinero se podían dar el lujo de hacerlo también en temporada de invierno", cuenta Gustavo Santos, quien luego agregó: "Hoy en día, la endemia del siglo XXI es el estrés. Estamos todos buscando un momento para escaparnos, para tener una salida para poder salir de la rutina, reencontrarnos con nuestros familiares, amigos y con nosotros mismos para luego, volver con más fuerza, por eso creo que en la actualidad, los viajes son terapéuticos".
En lo que va del 2019, ya van cinco, teniendo en cuenta el último por el feriado de la Independencia que finalizó con una excelente 'performance': 1,3 millones de turistas que, al compararlo con el del 2018, representa un aumento del 20,8% a precios constantes. A la hora de hablar del impacto económico, el total fue de $5.540 millones mostrando un incremento del 87,3% con respecto al mismo fin de semana largo del 2018.
¿Los destinos elegidos? "Por supuesto el sur es la estrella, los destinos de nieve están en su apogeo junto con los lugares del norte como son Jujuy, Salta y Tucumán. Lo mismo ocurrió con la zona del Litoral, los Esteros del Iberá, Entre Ríos, Cataratas y Mendoza", destacó el secretario en la entrevista con Infobae.
Esta tendencia también se ve reflejada en las inminentes vacaciones de julio donde el 80% de los pasajes de Aerolíneas Argentinas ya están comprados y el índice de reservas en Booking supera también el 80%.
El objetivo fijado para el largo plazo sigue intacto: llegar a los 9 millones de turistas extranjeros para finales de 2020 -sólo en 2018 se alcanzaron los 7 millones-. Uno puede imaginarse que con las tendencias en alza que se vieron a lo largo de estos 4 años, llegar a esa cifra no va a ser algo difícil de alcanzar si se sigue con el plan de desarrollo de la conectividad y mejorando la oferta actual.
Ante la pregunta de si le quedaron cosas pendientes no dudó en responder -de manera positiva-, que le quedaron muchas cosas por hacer: "A medida que alcanzamos los objetivos, van surgiendo otros y bienvenido sea para que en un futuro la Argentina esté más inserto en el mundo y que la región de América del Sur esté más integrada".
Los números no mienten. No hay dudas que el país se posicionó a nivel mundial y su crecimiento se dio a pasos agigantados, pero para los optimistas como Santos, eso no es un motivo para relajarse sino que se vuelve un nuevo desafío para seguir creciendo en un país que parece no tener techo.