Las formas de viajar, como los destinos, son infinitas. Por eso todo apasionado de los viajes debería alguna vez en su vida experimentar un road trip. Esta forma de viajar brinda un nivel de independencia y flexibilidad apto para parejas, grupos de amigos y familias.
Según un relevamiento que publicó la agencia de reservas de viaje Booking.com, el 83% de los argentinos quiere hacer un viaje rutero, y casi un tercio de los viajeros a nivel mundial que hicieron uno volverían a hacerlo.
"No tener un itinerario marcado, ni tener que perder tiempo en terminales o aeropuertos, o que preocuparse por el exceso de equipaje, son solo algunas de las ventajas de esta modalidad de viaje. Sin dudas las mejores atracciones del continente son sus riquezas naturales; y un road trip nos permite acercarnos a viñedos, ruinas, playas, plantaciones de café y lagos, entre otros", detalló Luiz Cegato, experto en viajes de la compañía.
Para Inés Peluffo, experta en viajes de TurismoCity, "existen viajes en los cuales, por las distancias entre los destinos y por la inmensidad de sus paisajes, vale mucho más la pena (incluso muchas veces, económicamente), trasladarse de un lado a otro en auto, que en avión". Los viajes en carretera le dan a los viajeros la libertad de manejarse sin estar atados a un itinerario ni a horarios horarios y con la ventaja, además, de poder disfrutar de las vistas que da el camino.
Dentro de las recomendaciones para antes de emprender el viaje los expertos recomiendan ser flexibles con el tiempo, ya que en este tipo de viajes pueden aparecer lugares que no formaban parte del itinerario, contar con el registro de conducir internacional y tener un GPS con mapas descargados para poder usarlos sin conexión a Internet.
6 recorridos imperdibles para hacer al menos una vez en la vida:
Ruta 1 – Costa Oeste, USA
La costa oeste de California es uno de los más clásicos road trips para hacer alguna vez en la vida. El recorrido ofrece impresionantes vistas de la costa, que parten desde el Golden Gate en San Francisco y van hacia el sur, hasta San Diego.
Su primera parada es en la ciudad de Santa Cruz, para vivir a pleno la esencia de los años 60. Luego sigue hasta Monterrey, donde se hacer una parada para presenciar el avistamiento de ballenas en la costa, continuando hacia Big Sur, región montañosa que despierta un aire muy hippie. Malibú es una parada obligada para los amantes del surf, con sus infinitas playas de impresionantes olas.
La ruta sigue hacia Los Ángeles, y finaliza en San Diego. Los expertos en viajes recomiendan desviar la ruta para conocer los parques nacionales Yosemite, Secuoia y Death Valley y el grandioso Grand Cañon.
"Esta famosa ruta, que recorre la impresionante costa californiana desde San Francisco hasta San Diego, es conocida por tener algunas de las mejores vistas del mundo. Los 1.000 km de la ruta Pacific Coast no decepcionan: fantásticas vistas, pueblos y viñedos costeros pintorescos y bosques frondosos", aseveró Cegato.
Ruta A1/M31 – Costa Este, Australia
Pasando por diferentes escenarios esta ruta combina naturaleza con playa y es considerada una de las carreteras panorámicas más lindas del mundo. El recorrido entero va de Melbourne a Sídney, y atraviesa tres estados. Desde el auto se pueden ver grandes ciudades y zonas desérticas, playas vírgenes, cascadas y parques naturales.
Se trata de un viaje ideal para los amantes del mar y los deportes acuáticos. En sus playas se puede practicar desde surf y buceo hasta submarinismo. Los imperdibles: Los Doce Apóstoles (especialmente al atardecer), el parque nacional Great Otway, Hyams Beach (la playa con la arena más blanca del planeta) y Pebbly Beach para ver canguros, y Summerland Beach para ver delfines y pingüinos (y en algunos casos, también ballenas).
Ruta 500 – Costa Norte, Escocia
Es una ruta circular que bordea las famosas Highlands en la parte norte de la isla, en una extensión de 800 kilómetros. Comienza y termina en Inverness, ubicada unos 150 kilómetros de Edimburgo, conectando las ciudades y pueblos costeros de los condados de Wester Ross, Easter Ross, Sutherland y Caithness.
Si bien este viaje recorre paisajes de cuentos de hadas, pasando por varios castillos, lagos y cumbres, no tiene una ruta muy fácil de manejar, posee algunos tramos muy angostos, puntos ciegos y curvas cerradas, con lo que se recomienda manejar con mucho cuidado.
Las mejores vistas las proporcionan los miradores de Bealach na Ba, tramo que une Inverness con Applecross, sobre las islas Skye y las Hébridas y el tramo que une Urllapool con Durness. En este último, se puede ver el icónico puente curvo de Kylesku que cuelga sobre las aguas del loch a' Chàirn Bhàin.
Quienes detienen el trayecto son también los castillos o ruinas, como el de Ardvreck, Varrich, Mey y el de Dunrobin. Rumbo al sur en dirección a Iverness se puede pasar también por algunas de las destilerías de la zona, como Old Pulteney Distillery o Dunnet Bay Distillery.
Bonus track: si se viaja en invierno, con algo de suerte, se pueden avistar auroras boreales entre los trayectos.
Ruta 1 – Islandia
La Ring Road de Islandia, como su nombre lo indica, también es circular, y con un máximo de 10 días, se puede visitar el país entero en 1.340 kilómetros de extensión. La ruta comienza y termina en su capital, Reykiavik, atravesando Sellfoss, Hvolsvöllur, Vík, Kirkjubæjarklaustur, Höfn, Egilsstaðir, Akureyri, Blönduós y Borgarnes.
En el camino, se pueden ver glaciares, géiseres, lagunas azules, icebergs y pueblos perdidos entre la nieve. Además, desviándose un poco de la ruta hay todo tipo de atracciones para visitar: parques nacionales, lagos, cascadas, complejos volcánicos, cañones y sistemas de cráteres.
Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que la ruta está en buenas condiciones, pero al recorrer zonas tan deshabitadas, pueden cruzarse animales. Otro punto a considerar es el tipo de auto con el que recorrer: se recomienda alquilar autos 4×4 que son más adecuados para este tipo de camino.
Ruta 62 – Sudáfrica
Esta ruta que separa Ciudad del Cabo de Port Elizabeth, cruzando la parte sur del país, es considerada una de las rutas vinícolas más largas del mundo. A lo largo de su recorrido se atraviesan 70 bodegas, con al menos 10 de ellas especializadas en brandy.
Pero además de ser la ruta del vino, sus vistas tienen nombre propio: pasando por montañas, viñedos, túneles, tierras de cultivo frutales y bosques verdes. En el camino, además de las catas de vino en las bodegas, se puede aprovechar para realizar actividades al aire libre, como paseos en caballo y en avestruz, pesca, canotaje, escalada de montañas, senderismo y paracaidismo o incluso turismo aventura en pistas de 4×4.
Algunas paradas obligadas son: los arroyos termales de Montagu, Barrydale o Ladismith para senderismo, Zoar, Amalienstein, Calitzdorp, Oudtshoorn (el sitio con más granjas de avestruces del mundo) y Robertson.
Ruta 163 – Costa Amalfitana, Italia
Ideal para hacer en verano, con las ventanas bajas y disfrutando del aire de mar. Empezando por Nápoles, con la famosa pizza napolitana, la ruta se emprende hacia el sur, bordeando la costa del Golfo de Nápoles y el Golfo de Sorrento, pasando por sus pueblitos costeros.
De camino se recomienda visitar la histórica ciudad de Pompeya y hacer el tour por sus fascinantes ruinas donde todavía se pueden ver las marcas intactas del volcán erupcionado en el año 1979. Al llegar a Sorrento, se hace una primera parada para dejar el auto y tomar una lancha hacia la paradisíaca Isla de Capri.
Al retomar viaje, la ruta continúa por Positano, Canca del Marini y Amalfi hasta llegar a Viertri Sul Mare. Otro lugar imperdible en el camino es Regina Giovanna (Punta del Capo), una laguna natural escondida cerca de Sorrento.
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