Irse de lujo por Londres puede parecer redundante. La propia ciudad es un desborde de elegancia y estilo, que se ha reconvertido muchas veces, conservando sus genes genuinos, pero también ha sabido subirse a las vanguardias para convertirse en el mascarón de proa del mundo trendy en todas las gamas imaginables.
Cultura, experiencia gastronómica, teatro, museos, literatura, arquitectura… las posibilidades son tantas que abruma. Hoy elegimos los lugares que no es posible perder para codearte con las personalidades más trendy. Barrios, tiendas, hoteles, restaurantes. Todo lo más nuevo que te vas a encontrar en Londres esta temporada.
Comenzando desde arriba
El diseño minimalista es una opción que no siempre se contempla al pensar en Londres. Sin embargo entre los pisos 34 y 52 de The Sharp, la mítica construcción de Renzo Piano acogen la primera parada. Shangri-La, At The Shard un hotel que deja ver la ciudad como un dron desde todas sus ventanas. La propia habitación, los restaurantes y el sitio de desayuno aseguran vistas únicas e irrepetibles. Estar "del otro lado" del Támesis, permite una serie de recorridos trendy. Primer paso: el Tate Modern, con una reunión explosiva de arte contemporaneo: Kandinsky, Duchamps, Dalí, Miró, Pocasso, Pollock, Warhol, Man Ray…
Un barco une cada 40 minutos con el Tate Britain y permite cruzar el Támesis, aunque también se puede optar por cruzar l puente que arriba a la Catedral de San Pablo, uno de los perfiles más reconocibles de la urbe. El el edificio más antiguo de la Tate se pueden recorrer más de 500 años de arte británico, realizado por los artistas locales más representativos.
Pasear para comprar
Hay un lujo particular en los mercados de la ciudad. El recorrido allí es cool y de tendencia. Es un modo sencillo de introducirse en la vida local habitual y mezclarse con la cotidianeidad londinense, como el Portobello en Ladbroke Grove, el Borough Market, cerca de London Bridge, donde es posible disfrutar de platos locales increíble, y del lado este el Columbia Market y el Roman Road Market.
El más famoso, puertas fuera de Gran Bretaña, es Nothing Hill. Gracias a las aventuras de Hugh Grant y su pequeña librería de textos de viajes, una tradición de compras inglesa ha traspasado fronteras. Allí la vida se experimenta, no sólo se compra. No sólo está en la calle, sino en los locales que se encadenan en el recorrido. Lo más mágico es la diversidad. No sólo en los artículos, sino en los estilos.
Aunque los espacios fashion en Londres son difíciles de circunscribir porque atraviesan la ciudad, dos son las calles ineludibles: Bond Street, para los que buscan tiendas de lujo y Regent Street, repleta de tiendas de moda.
El sello luxury obliga a cuatro clásicos de la ciudad. Alexander McQueen ganó innumerables premios por su atrevida colección de moda vanguardista. Fue uno de los mejores diseñadores de Inglaterra. La tienda en 4-5 Old Bond Street es un testimonio de sus creaciones que ofrece una amplia gama de indumentaria.
Las colecciones de Stella McCartney (30 Bruton Street, Mayfair) ha volcado su diseño a piezas con conciencia por cuidado del medio ambiente. Entre ellas incluye prêt-à-porter para mujer, accesorios, lencería, gafas, fragancia, una colección para niños y calzado deportivo.
Vivienne Westwood (44 Conduit Street, Mayfair) es sinónimo de esta ciudad. Será una experiencia única recorrer los estantes de una de las cabezas más creativas de Londres. Ha diseñado desde la década de 1970.
La tienda insignia de Victoria Beckham (36 Dover Street, Mayfair), está diseñada para mostrar sus diferentes colecciones, que incluyen prendas listas para usar, accesorios, gafas y su reciente colaboración en maquillaje con Estée Lauder. Moderna y espaciosa pone la ropa en el centro del escenario, y todas las compras se realizan a través de iPads en lugar de cajas.
Burberry (165 Regent Street), fundada en 1856, es una marca de lujo icónica, que de la mano de Christopher Bailey ha revolucionado el mercado con campañas publicitarias brillantes con nombres conocidos como Eddie Redmayne y Emma Watson.
Un plato lleno de estrellas
Una elegante posibilidad que abre la ciudad es la de hacer un recorrido por alguno de los 69 restaurantes que poseen estrellas Michelin y probar las cocinas de los grandes chefs como Gordon Ramsay y Heston Blumenthal, hasta restaurantes nuevos de talentos emergentes.
Es la oportunidad de reservar una mesa en uno de los mejores restaurantes, el de Alain Ducasse en el Dorchester, donde los elegantes interiores se combinan con la alta cocina francesa contemporánea y una amplia carta de vinos. Está supervisado por Alain Ducasse, y dirigido por su selecto y talentoso equipo londinense, incluido el chef ejecutivo Jean-Philippe Blondet, el director del restaurante Enrico Baronetto y el director sommelier Ruben Desport.
Allí hay que apostar por los platos de autor, como el cangrejo Dorset, el apio y el caviar; fletán con ostra y algas marinas o carne de res en seco con alcaucil.
Otra opción tentadora es la del Ritz es uno de los salones más hermosos del mundo, y deja una impresión indeleble en todos los que cenan allí. Una combinación de cocina clásica con influencias contemporáneas y un servicio legendario ha hecho del Ritz uno de los lugares más buscados para cenar. Los propios comentaristas de la Guía Michelin lo definen como "el colmo de la opulencia: espléndida decoración Luis XVI. Encantadora terraza sobre el parque. Servicio refinado, menú clásico y moderno".
Los viernes y sábados por la noche ofrece una cena tradicional con baile bajo la melodía interpretada por una banda de cuatro miembros y una pista a la vieja usanza. La terraza privada y el jardín italiano realzan los almuerzos durante los meses más cálidos.
El chef ejecutivo, John Williams, es un apasionado de usar los mejores ingredientes británicos de temporada: carne orgánica de los páramos de Cornualles, cordero del distrito de los lagos y langostas del sudoeste de Escocia.
Los menús cambian según la temporada. La filosofía es conservar el aroma natural y el sabor de los mejores ingredientes disponibles.
Puntuales, a las cinco
Sumergirse en las tradiciones locales es parte de la vida lujosa. Una tetera, pastelería con crema y mermelada, bocadillos y tortas delicadas … nada podría ser más británico que el té de la tarde en Londres. Desde el más clásico en el Ritz hasta los sándwiches en el Savoy, es posible disfrutar de una de las experiencias más emblemáticas de Londres en un entorno elegante, desde lujosos vestíbulos y elegantes salones de hotel, hasta jardines de palmeras tropicales.
El Ritz, a un minuto de la estación de Green Park, rodeada por boutiques y el Royal Parks, es famoso en todo el mundo. Mermelada recién horneada y bollos de crema pastelera, y una selección de exquisitos budines, acompañan una ecléctica selección de tés y hasta una copa de champán.
Otra posibilidad es acceder al salón que fue inaugurado por la reina Isabel II, el Diamond Jubilee, es el orgullo de los almacenes de Fortnum & Mason a 7 minutos a pie de la estación de metro de Piccadilly Circus. La tienda, que data de 1707, se ha convertido en sinónimo de lujo y está nombrada entre los mejores lugares de Londres para el té de la tarde.
Ofrece su exclusiva variedad de conservas, mermelada exclusiva de la tienda, mezclas de té y pasteles meticulosamente elaborados.
El salón de té cuenta con un piano de cola brillante, que ofrece un acompañamiento relajante al té de la tarde. Los sommeliers pasteleros de están a u disposición para asesorar sobre una combinación perfecta para la elección de delicias.
Un brindis de cultura
Si la intención es sumergirse en el mundo cultural, los paisajes que recorriera Virginia Woolf pueden ser una excelente alternativa. El reciente reinaugurado hotel The Bloomsbury, totalmente rediseñado por el maestro de tendencias Martin Brudnizki, espera con un estilo atrevidamente barroco inglés. Está enclavado en el centro de los museos y teatros más interesantes.
Las alternativas teatrales son otras de las posibilidades de lujo que ofrece la ciudad. En este momento se encuentran en escena en el West End las puestas de "La historia no contada de las brujas de Oz", "El fantasma de la ópera" (en su 32da, temporada), "Los Miserables", "Mamma Mía!", "La obra salió mal" y "Escuela de Rock" entre muchas otras. Es aconsejable comprar los tickets antes de viajar, se hace fácilmente en las webs que reservan para todos los espectáculos, hay muchas alternativas.
El hotel homenaje a Churchill es el rey del West End. El Hyatt Regency London The Churchill se encuentra en una callecita tranquila, con el encanto británico más típico.
Para un plan familar, también cabe la alternativa de lujo. El Warner Bros. Studio Tour provee una oportunidad para explorar el mundo mágico de las películas de Harry Potter. Este recorrido lleva detrás de las escenas y muestra una gran variedad de puestas, trajes y accesorios. Es aconsejable comprar los tickets con transporte de regreso y entrada al estudio.
El museo Victoria & Alberto reivindica las artes decorativas en su más amplio espectro y siempre cuenta con muestras temporarias que atraviesan las expresiones más lujosas. En este momento se desarrolla allí la muestra más grande realizada alguna vez sobre las creaciones de Dior, en tanto se inaugura la primera retrospectiva de la diseñadora Mary Quant. El ingreso es gratuito, aunque las muestras temporarias tienen costo. Su tienda es de las más exclusivas de la ciudad, donde se reúne la vanguardia del diseño local exhibiendo piezas de todo tipo.
El Museo Británico es de los más importantes del mundo. Fue el primero en su tipo en el planeta. En él se conservan las piezas más relevantes del antiguo Egipto. Allí pueden verse piezas imperdibles de la historia de la humanidad como la Piedra de Rosetta, mármoles del Partenón o el Discóbolo de Mirón.
The National Gallery es la galería nacional de arte, clave en la visita. Es un lujo pararse frente a "Las bañistas" de Paul Cézanne, "Sansón y Dalila" de Peter Paul Rubens o "Los Girasoles" de Vincent van Gogh.
Para el final, antes de despedirse de esta ciudad tan vibrante y seductora, es preciso sumergirse en vida de palacio. El de Buckingham es la residencia oficial de la reina Isabel II. Alberga la colección más importante de arte real, incluyendo algunas de las joyas de la corona. del monarca británico en Londres. También se utiliza para ceremonias oficiales, visitas de Estado y visitas turísticas. Es famoso por albergar una parte sustancial de la Royal Collection, extraordinario conjunto de obras artísticas fruto del coleccionismo real. Las dependencias reales sólo pueden visitarse durante 10 semanas en verano y las fechas se anuncian en la web durante el invierno precedente. Aún si no se coincide con la fecha, la visita general es magnífica.
El Palacio de Kensington, en tanto, se encuentra en los jardines del mismo nombre, y alberga a los príncipes Guillermo y Harry, con sus respectivas familias. Allí es posible visitar las estancias de la reina Victoria, además de muestras temporarias. Actualmente se exhiben algunos vestidos de Lady Di.
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