Lo que comemos y lo que aprendemos sobre la cultura local cuando lo hacemos es una de las partes más importante de una experiencia de viaje. Aunque la mayoría de los adultos suele entusiasmarse con probar nuevos sabores, puede ser más difícil lograr que los pequeños exploradores sean más aventureros con la comida.
Desde la implementación de ingredientes disfrazados hasta canciones y juegos relacionados con la comida, hay muchos consejos y trucos para que los más chicos se inserten en el mundo de la alimentación completa y nutritiva. Pero si lo que realmente se busca es involucrarlos en la gastronomía local de cada país, ¿por qué no intentar convertir las experiencias gastronómicas en el punto central de un viaje?
Según datos recopilados por la agencia de viajes Booking.com, el 60% de los argentinos tenía como objetivo comer más comida local durante el 2018. Y el 46% busca en los destinos a los que viaja hacerlo especialmente en mercados callejeros.
"Este tipo de viajes en familia sirve para adentrarse en la cultura local a medida que se aprenden recetas deliciosas para llevarse a casa, ya sea con un chef privado, una clase de cocina tradicional, un tour a pie por distintos restaurantes o un mercado callejero de comida o un festival gastronómico", explicaron desde la compañía.
Según una investigación que realizó la compañía de reservas de alojamiento Hoteles.com, dos tercios de los jóvenes viajeros argentinos (60%) eligen el destino de sus vacaciones basado en lo que van a comer más que en lo que van a ver. La mayoría de los encuestados locales (86%) respondió que la comida es una de las cosas que más recuerdan de los viajes.
Despertar su espíritu aventurero hará que los pequeños se sientan ansiosos por probar todo tipo de platos inusuales y especias exóticas, y les brindará una comprensión más profunda de la cultura. Algunas de las más deliciosas y divertidas experiencias gastronómicas
Ninjas en Nueva York
El increíble restaurante Ninja New York combina el mundo del guerrero ninja con una experiencia gastronómica tradicional japonesa igual de espectacular. Desde una réplica de la Aldea Ninja, magos que se acercan a las mesas y varios rincones diseñados para despertar la imaginación son algunas de las experiencias para probar. La comida se sirve con un toque creativo que convertirá cualquier queja culinaria en curiosidad. Se trata de una experiencia temática completa y aunque no es muy económica, definitivamente es muy divertida.
El sushi es un alimento muy nutritivo que está creciendo en popularidad en todo el mundo, y los niños no son la excepción. Las algas nori utilizadas en sushi contienen altos niveles de vitamina A, complejo B y C, lo que la convierte en una excelente opción de alimentos para una nutrición óptima. También son una buena fuente de yodo natural, que es un nutriente importante para el desarrollo del cerebro y para mantener la función cerebral adecuada, además de ser una excelente ayuda digestiva.
El sushi tiene muy poca grasa y contiene un equilibrio saludable de carbohidratos y proteínas, lo que significa que es un placer sin culpa que ayudará a mantener las necesidades energéticas de los niños durante todo el día.
Un tour gastronómico en Roma
Roma es conocida por tener algunas de las comidas callejeras más deliciosas del país italiano. Desde los clásicos antiguos, como las bolas de risotto fritas que rebalsan de queso mozzarella fresco, hasta el moderno trappizino, un híbrido de pizza y un calzone relleno, con los platos romanos más exclusivos como el rabo de buey estofado. Esta inolvidable experiencia cultural y gastronómica le dará una idea de la vida local en uno de los barrios más emblemáticos de Roma: Trastevere.
En un paseo de 3 horas por las calles empedradas de Trastevere, las familias se deleitarán con la mejor comida callejera de la ciudad, en los lugares que los lugareños aún aprecian para conocer los coloridos personajes detrás de estas comidas clásicas y escuchar sus increíbles historias.
A menudo, las empresas ofrecen recorridos gastronómicos informativos por Testaccio (el corazón de la cocina tradicional romana), Trastevere y el gueto judío, con la posibilidad de degustar diversos manjares en el camino. Los supplì, croquetas de arroz similares a los arancini, pero hechas con salsa de tomate y queso, son sin dudas uno de los platos preferidos de los niños.
Adentrarse en la cultura aborigen australiana
Si bien las celebridades del momento podrán haber convertido el concepto de bush tucker en una novedad, pocas otras cosas les enseñarán más a los niños sobre las tradiciones, las costumbres y la cocina local de Australia que un tour de bush tucker. Dirigido por un guía aborigen, aprenderán cómo cazar y recolectar de la tierra y obtendrán una experiencia de primera mano de la vida en la naturaleza.
Bush food o Bush Trucker son alimentos tradicionales de los aborígenes australianos que han sido el sustento de los habitantes de esta tierra desde hace más de 50.000 años y que son reinventados por los mejores chefs del país manteniendo viva su trascendencia y espiritualidad. Los aborígenes australianos tienen un ancestral respeto por la tierra y la madre naturaleza que se transmite en su alimentación. Los principales productos que componen el bush tucker son aquellos que la tierra ofrece, sin someterla a agresiones o explotación.
Ir de compras a un mercado de comida europeo
Para aquellos que disfrutan de combinar un viaje con una buena variedad de comidas, el viejo continente ofrece con los mejores mercados para hacerlo. Explorar los mercados de alimentos al visitar un destino es quizás la mejor manera de experimentar los verdaderos sabores y tradiciones de cada lugar. En París, el Mercado del Agricultor Orgánico de Boulevard Raspail; en Budapest, el Mercado Central de Budapest y su paprika, y por último el arancini en el Mercato Centrale en Florencia, son algunos de los preferidos de los pequeños catadores de delicias.
Muchos opinan que La Boquería es una parada obligatoria para todo aquel que pase por Barcelona. Ubicado en La Rambla, una de las principales y más turísticas calles de la ciudad catalana, este mercado se lleva la aprobación de los visitantes de todas las edades ya que su oferta es muy amplia y de calidad. Jamones ibéricos, pescados y quesos son solo algunos de los productos que abundan dentro de este espacio de más de 300 puestos de comida.
Deleitarse con el chocolate de Bruselas
No se puede crear una lista de experiencias culinarias divertidas para niños y no incluir algo relacionado con el chocolate. Bélgica es reconocida mundialmente por sus cremosas y deliciosas golosinas, con Bruselas como el corazón del país. En el Musée du Cacao et du Chocolat, se puede aprender todo sobre la historia del chocolate en Europa y por qué es bueno para la salud. Antes de ver los bombones elaborados por el maestro chocolatero, la degustación es obviamente obligatoria.
El Museo del Cacao y el Chocolate es un museo privado en Bruselas, Bélgica, fundado en 1998 por iniciativa de Gabrielle Draps, esposa de un famoso chocolatero belga, Joseph "Jo" Draps, fundador de Godiva Chocolatier.
Tomar una clase de cocina en Marruecos
La culinaria marroquí es considerada como de gran riqueza y diversidad, debido a la interacción que ha llegado a tener con otras culturas externas. Con excepción de los platos típicos, hoy en día puede considerarse como una mezcla de gastronomías procedentes de los bereberes, moriscos, Oriente Medio, mediterráneo y africano. La cultura culinaria de Marruecos cubre no sólo los alimentos sino también las tradiciones culinarias como el dyafa (una especie de banquete marroquí).
Participar de un taller de cocina marroquí es una actividad ideal para los amantes de la culinarios, y para familias enteras. Los asistentes al curso primero deberán dirigirse al mercado, donde deberán comprar los ingredientes principales, siempre acompañados de los guías. Y recién una vez que cuenten con la materia prima, se dirigen al riad donde se realiza el taller o curso de cocina.
Pruebe algo de comida callejera en Vietnam
Más de la mitad de la población de Vietnam se gana la vida en la agricultura o en la industria del comercio de alimentos. Su capital es famosa en el mundo entero por su comida callejera, y sus principales platos como las sopa de fideos pho y los sándwiches banh mi están en los menús de todo el mundo.
Los puestos de comida callejera han dominado el arte de equilibrar sabores. La mayoría de los puestos cocinan un plato, y así han llegado a perfeccionar el plato de su elección. Si inicia una conversación con el dueño de un puesto de comida local, a menudo escuchará que aprendieron sus habilidades culinarias de sus padres y que sus padres aprendieron de sus padres (¡y así sucesivamente!). Generaciones de retocar y perfeccionar recetas clásicas han llevado a que muchos puestos de comida callejera sean algunos de los mejores lugares para comer Vietnam.
Después de todo, el pho es el plato nacional de Vietnam, y es imposible caminar por cualquier pueblo o ciudad sin toparse con una multitud de personas hambrientas que sorben fideos en un puesto de pho destartalado.
Participar de un festival de comida en Foligno, Italia
Celebrada en Umbría en septiembre, Primi d'Italia es un festival gastronómico que celebra y enseña a la gente todo sobre la pasta y se enorgullece de ser especialmente apta para niños. Pasta, risotto, sopas, ñoquis, raviolis, agnolotti, polenta, también en variantes sin gluten, son las estrellas del evento más apetitoso de Italia.
En el centro histórico de Foligno, cuatro días llenos de degustaciones, más de cien recetas, un programa de cocina organizado por chefs internacionales e invitados especiales, clases de cocina, comida orgánica de alta calidad, espectáculos, talleres con periodistas y expertos, comida callejera y mucho más.
Tomar un clásico té ingles en Londres
Aunque a simple vista un té de tarde en un hotel de lujo en Londres puede sonar como una pésima idea para una familia con tres niños activos, bajo el lema "solo vives una vez" toda familia debería intentarlo. El hotel St. Ermin's ofrece un menú especial de merienda para los niños. La exquisita y hermosa presentación hace que los niños ni siquiera pregunten qué están comiendo y deseen probarlo todo. La experiencia, verdaderamente diseñada para familias con niños pequeños, finaliza con el obsequio de pequeños regalos especiales para los más chicos.
"La típica tradición inglesa de tomar el té sigue siendo tan popular como en el período georgiano y los viajeros de Booking.com recomiendan a Bath como uno de los mejores destinos para disfrutar de esta costumbre. No hay mejor lugar para disfrutar de esta tradicional merienda de canapés, scones con nata y mermelada y budines que The Pump Room, considerado como el corazón de la sociedad de Bath durante más de dos siglos y mencionado en varias novelas de Jane Austen", explicaron desde la agencia de viajes.
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