Argentina ya no será la misma en materia de turismo y conectividad. En el año 2016, la premisa era “conectividad o muerte” y se advertía a gritos que había que reinsertarse en el mundo, en donde el principal problema se reducía a una simple obviedad: “Estamos lejos”. Al menos, lejos de los grandes destinos emisivos del planeta.
Fue entonces que se empezó a hablar de “América del Sur” como marca fuerte. Sí, Argentina se presentaba en las principales ferias del mundo -FITUR en España fue la primera- para posicionar no sólo al país como destino sino a todo un territorio con un gran potencial turístico.
“En aquel comienzo me miraban como un loco. Hoy todos estamos hablando de esto, de los corredores integrados, de los productos integrados. Todo el mundo se da cuenta de que los destinos lejanos que más van a crecer, como los asiáticos, no van a venir a un solo país. Y es por eso que tenemos que crear infraestructura para estar preparados”, dijo a Infobae el secretario de Turismo de la Nación Gustavo Santos.
América del sur lleva solo el 3% del turismo global. A los pesimistas los deprime, a los optimistas como yo, le parece una enorme oportunidad para crecer
Un plan ambicioso
Aquello fue solo el comienzo. “Lo que imagino hacia adelante es generar un gran plan de desarrollo territorial en la República Argentina a partir del turismo. Un gran plan endógeno territorial. Tomar porciones enteras de la Argentina y desarrollarlas a partir de la matriz turística, con gastronomía, con cultura, con conectividad, con desarrollo de productos, con todo lo que necesitás para generar matrices de crecimiento. Estoy convencido de que, sobre todo en la Argentina profunda, la herramienta del turismo va a ser la principal oportunidad para cambiar la vida de cientos de miles de argentinos”.
Argentina en números: en 2018 arribaron casi 7 millones de turistas extranjeros -por aire, tierra y mar-. Este incremento -que representa un 3,4%- es, en gran parte, producto de este trabajo: a través de mejoras en la conectividad, en la competitividad, en la ampliación de la oferta de los destinos, las experiencias que ofrecen, y por una fuerte promoción del país en mercados estratégicos.
Ya en noviembre fueron más los extranjeros que vinieron a la Argentina que los argentinos que salieron al exterior. Y esto se consolidó en diciembre. Si se mantiene esta tendencia, va a significar un año en donde la balanza comercial turística va a estar en equilibrio o va a ser positiva, con más ingresos de divisas. Básicamente un objetivo macro.
En ese marco, tampoco hay que perder de vista a dónde se quiere llegar. Hoy en día, en las ferias de turismo del mundo, es muy difícil diferenciarse, en un mundo en donde la oferta turística es muy grande: “Competimos con todos, todo el tiempo”, dijo Santos. Y la clave parece ser diferenciarse, pero no desde un marketing vacío, sino desde una propuesta sustancial.
“Argentina debe posicionarse como el reservorio de naturaleza del mundo. Las grandes ciudades, como las asiáticas que más turistas van a emitir en el futuro, tienen serios problemas de contaminación, de aire puro, de preservación de la naturaleza. Eso no se recupera. Y Argentina tiene un territorio gigantesco y solo 45 millones de habitantes. Cuando el mundo piense en naturaleza, quiero que se piense en Argentina”.
Para ello, durante el año pasado, se crearon seis parques nacionales. Desde 1947 que sucedía algo semejante: Parque Nacional Esteros del Iberá, Parque Traslasierra en Córdoba, el Aconquija en Tucumán, el Ciervo de los Pantanos en la provincia de Buenos Aires y los dos parque marinos en la Patagonia.
La visión de la secretaría es duplicar en esta primera etapa la reserva de parques naturales pero sobre todo posicionar al destino como un reservorio de naturaleza en el mundo.
El turismo receptivo dejó 5900 millones de dólares en 2018
Una “extraña” temporada
El turismo también se transforma dentro del país y las cifras demuestran que cada vez se mueven más argentinos por más destinos, quitando -aunque no todo del podio- a la famosa ciudad de Mar del Plata o incluso Villa Carlos Paz.
Los destinos más tradicionales no crecieron, tuvieron una performance semejante a la del año pasado, teniendo en cuenta que aún resta terminar el mes de febrero y aguardar el feriado de Carnaval.
En su lugar, aparecieron otros: se puso de moda el sur, con los jóvenes a la cabeza. De hecho, la ministra de Turismo de Neuquén, Marisa Marvel Focarazzo, estimó un 20% de crecimiento. El norte, por su parte, toca los 10 puntos. “Hay todo un reacomodamiento muy interesante. Mendoza fue otro destino que explotó. El sur todo. No hubo ningún lugar del sur que no haya dejado de crecer en este verano”, analizó Santos.
Otro dato es que se trató de un enero récord en conectividad. La explosión aerocomercial es la oportunidad para que destinos lejanos de la Argentina puedan funcionar por dos, tres o cuatro días, que es como hoy funciona el turismo.
“Mi gran obsesión es dejar un gran equipo joven en la Argentina que pueda llevar adelante una política turística en el tiempo, sustentable. Mi otro gran sueño es poder firmar un gran pacto colectivo en donde los principales partidos políticos y líderes se comprometan a continuar con determinadas líneas de trabajo. No se puede nunca más no conectar a la Argentina, no comunicarla, no abrirnos al mundo. Sueño con que no se vuelva atrás. Hay que ser perseverante, trabajar con consistencia. Las cosas están pasando y desarrollar el turismo es una enorme oportunidad para la Argentina”, concluyó Santos.