De Sevilla a Montpellier: 5 de las mejores ciudades de Europa para visitar en primavera

Durante los meses de primavera, desde mediados del mes de marzo hasta fines de junio, los aromas, colores y sabores en las más maravillosas ciudades europeas florecen. Los campos, la flora, las laderas y los mercados vuelven a la vida, rebosantes de colores y fragancias.

Los viajeros experimentados saben que la primavera es el momento adecuado para aprovechar al máximo su dinero. Los descuentos, junto con mejores vistas de las habitaciones y mayor disponibilidad en todos los ámbitos, incluso en esas pequeñas pensiones rurales, son algunas de las ventajas de visitar el continente europeo durante la primavera.

"La primavera es la estación ideal para viajar por el continente europeo. Pasado el invierno, los días se vuelven más soleados y cálidos, aunque no tan sofocantes como en verano, lo que resulta ideal para recorrer las ciudades a pie. Además, al no tratarse de la temporada alta, los precios, tanto de pasajes como alojamientos, suelen ser más accesibles", explicó en diálogo con Infobae Inés Peluffo, experta en viajes de TurismoCity. 

Según una encuesta realizada por la compañía de reservas de viaje Booking.com, el 74% de los argentinos asegura que en el 2019 buscaran viajar fuera de temporada para evitar los sobreprecios, las aglomeraciones y filas eternas en museos y atracciones. "Por eso visitar Europa en la temporada de primavera posee múltiples beneficios. Esta época del año invita a salir, a disfrutar de los parques, terrazas y de las horas de luz", expresó en diálogo con Infobae Luiz Cegato, experto en viajes de la agencia.

Desde la hermosa floración de tulipanes en Holanda en el famoso "jardín de Europa", el Keukenhof, hasta las procesiones de Semana Santa más famosas de Sevilla, una de las celebraciones más importantes a nivel nacional en España, son solo algunos de los atractivos propios de esa época del año.

Desde la agencia de viajes Despegar explicaron que las temperaturas templadas, los precios más bajos y las calles y sitios turísticos liberadas, son las principales ventajas de visitar el continente en la estación primaveral.

Sevilla, España

Los veranos en la extravagante capital andaluza a menudo superan los 40° C, pero con sus parques multicolores y el aroma de las flores en el aire, la primavera es una delicia. Durante Semana Santa las calles cobran vida con carrozas y procesiones. También da el presente la ruidosa Feria anual de Abril: una fiesta de desfiles, flamenco y fiesta durante toda la noche por una semana.

Romántica y llena de energía, con vistas y paisajes únicos en abundancia, desde la catedral que figura en la lista de la Unesco, la catedral gótica más grande del mundo, hasta el hermoso palacio real del Alcázar. Sin embargo, simplemente pasear por las calles medievales de Santa Cruz y por el río hasta La Real Maestranza, la plaza de toros más espectacular de España, alcanzará para enamorar de esta emblemática ciudad española.

Sevilla es el lugar de nacimiento de las tapas y es perfecta para una pausa gastronómica: unirse a un tour de tapas, o detenerse en los innumerables bares a la calle para tomar una copa de jerez con jamón ibérico local. Los mercados de comida incluyen la Feria, la más antigua, y el Metropol Parasol de madera, de aspecto futurista.

Pero mientras la historia resuena en todos lados, Sevilla se trata tanto del aquí y ahora como del pasado. Se trata de comer tapas en un bar abarrotado o ver el final del día tomando una copa en una plaza animada.

Trieste, Italia

En abril, las temperaturas aumentan en la ciudad situada en el norte de Italia. Si bien es mucho menos turística que Florencia o Roma, Trieste, como opinó el historiador y escritor de viajes de Gales Jan Morris, "no ofrece un hito inolvidable, ni una melodía universalmente familiar, ni una cocina inconfundible"; y sin embargo, es una ciudad que encanta.

El Passeggiata Rilke es, sin dudas, uno de los paseos más bonitos de Italia, un sendero junto al acantilado con increíbles vistas de la bahía de Sistiana. Con un poco más de 1,7 km de largo, el camino comienza frente a la oficina de turismo en la ciudad de Sistiana (al norte de Trieste) y termina en el castillo Duino, famoso por su leyenda sobre un malvado esposo que lanzó su esposa sobre el acantilado.

Los mismos italianos viajan para visitar sus cafés belle époque resplandecientes, bares y buffets oscuros y agradables. Pero hay algo más en la identificación profundamente arraigada con el café que impregna Trieste, algo que va más allá de la historia y la economía. Para la ciudad, el café es más que un café, un polvo negro, una bebida o un ritual diario: es parte de su espíritu.

Trieste es excelente para los amantes de los mariscos, con los productos más frescos que llegan directamente del Adriático, cocinados de manera sencilla y a precios muy razonables en la gran variedad de osterías y trattorías tradicionales. Con sus mesas de madera rústicas y su soleada terraza, la amigable Trattoria alla Sorgente es una excelente opción para el almuerzo, pero popular entre los lugareños, así que muy concurrida.

Belgrado

Cuando Belgrado se aleja de la nieve, las mesas de los cafés comienzan a colonizar las calles nuevamente. No es que la capital de Serbia hiberne durante el invierno, pero la primavera trae una frescura que vale la pena saborear antes de que comience el calor del verano.

Las más grandiosas cafeterías salpican Knez Mihailova, un animado bulevar peatonal flanqueado por edificios históricos hasta la antigua fortaleza de Belgrado. El barrio ribereño de Savamala ha pasado de la ruina a la resurrección, y es la sede creativa de la ciudad. Más profundo en las entrañas de Belgrado hay museos que guardan el patrimonio cultural, religioso y militar del país.

Por debajo del Kalemegdan, el enorme parque y la fortaleza que abrazan la confluencia de los ríos Danubio y Sava, hay amplios senderos a orillas del río que ofrecen excelentes recorridos en bicicleta hasta el atractivo suburbio de Zemun.

Aunque apenas pasa un mes sin un festival, el ritmo se acelera durante la primavera. El Festival de Danza de Belgrado atrae a compañías de danza de todo el mundo. La guitarra clásica tiene su propio centro de atención durante el Festival de Arte de la Guitarra del 12 al 17 de marzo, y del 26 al 28 de abril tienen lugar las festividades de la Pascua ortodoxa.

Montpellier

Montpellier combina una elegancia sencilla y una vibrante escena cultural con un ambiente juvenil: su universidad, fundada en el siglo XIII, aloja a aproximadamente unos 60.000 estudiantes.

Se trata de una ciudad dinámica, que mezcla edificios elegantes, hermosas plazas y grandes hoteles. A menudo ignorada por las grandes metrópolis del sur de Francia, Toulouse y Niza, Montpellier empieza a emerger de la sombra de sus vecinos del sur, lista para revelar sus encantos particulares.

El centro medieval es un laberinto hecho para vagar: en primavera se pinta de color verde y se llena de vida con cafés al aire libre. La vasta y peatonal Place de la Comédie conecta el casco antiguo con el sorprendente nuevo distrito de Antígona, repleto de modernos edificios de estilo neoclásico.

Para una incursión de arte, el Musée Fabre , uno de los más grandes de Francia, es quizás la mejor alternativa. Montpellier también cuenta con el jardín botánico más antiguo de Francia, que data de 1593 y es particularmente hermoso en abril y mayo. Boutiques independientes, teatros de ópera, mercados cargados de productos de Languedoc y excelentes opciones para comer  se suman al atractivo.

Berlin

Después de un invierno largo y frío, los locales no pierden el tiempo  y celebran el regreso del sol, con las aperturas de cervecerías al aire libre y mercados de pulgas por toda la ciudad. El pintoresco Café Am Neuen See con mesas al aire libre ofrece la más deliciosa pizza a la piedra acompañada por una cerveza helada junto al lago en el Tiergarten.

El paseo a lo largo del canal en el flohmarkt más fresco de Berlín , rodeado de cerezos, es un lugar encantador para navegar. Sin embargo, para la mejor floración, diríjase a uno de los senderos a lo largo de la línea de la pared, el Mauerweg, cerca de S-bahn Bornholmer Strasse, o Lichterfelde Süd, donde los árboles fueron regalados por los japoneses para celebrar la reunificación alemana en 1989.

Este año la ciudad de Berlín celebra 100 años desde que se fundó la Bauhaus y 30 años desde que se derrumbó el muro, por ende los eventos anuales incluirán exhibiciones y bailes temáticos alrededor del primero o un sentimiento por el caos creativo de Berlín posterior al muro en la exhibición multimedia Berlín de los noventa.

Los paseos en barco por el río y los canales son excelentes en primavera, pero, en general, el ciclismo es la mejor manera de moverse (muchos hoteles y hostales ofrecen bicicletas).

"En Berlín se recibe la primavera con sol y festejos. Después de varios meses de mucho frío, donde el sol poco se ve, la ciudad cobra vida, florecen la vegetación y todo el mundo sale a las calles, aprovechando el buen clima. Es una buena época para caminar la ciudad y aprovechar de sus ferias y mercados al aire libre, como el famoso Mauerpark de los domingos o alquilar una bici y pedalear sus parques", concluyó Peluffo. 

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