París, Roma y Londres, por ejemplo, son algunos de los destinos más populares de Europa. Sin embargo, hay muchos tesoros ocultos para los viajeros que quieren conocer lugares fuera del radar turístico. En este contexto, Infobae recopiló 13 destinos para conocer una Europa no tan popular.
Calzada del Gigante – Irlanda del Norte
Formada por aproximadamente más de 40 mil columnas hexagonales de basalto, esta imponente maravilla natural se encuentra en la costa de Irlanda del Norte y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las inusuales columnas que conforman la Calzada del Gigante se originaron en un proceso geológico que ocurrió hace 60 millones de años.
Pechersk Lavra – Ucrania
Con 28 hectáreas, nueve iglesias, una catedral y enormes espacios para rezar, el monasterio más antiguo de Ucrania se encuentra en la capital, Kiev. Con más de 967 años de antigüedad es uno de los lugares más increíbles de Ucrania.
Es conocido también como el Monasterio de la Cuevas debido a sus característicos laberintos de túneles subterráneos, formados por varias cuevas que se encuentran antes que el mismo monasterio y que ahora sirven de tumbas para varios de los monjes fallecidos, mientras que otros sirven de exposición como celdas o dormitorios.
Santa Giulia – Córcega
Aguas cristalinas, arenas blancas y un paisaje increíble que la convierten en una playa paradisíaca, es en la isla de Córcega donde se encuentra Santa Giulia, una playa francesa ubicada en el medio del mar Mediterráneo.
Con diferentes actividades, Santa Giulia es uno de los destinos elegidos para los amantes de las actividades en el agua como kayak, snorkel o buceo ya que son aguas muy tranquilas y con poca profundidad que son ideales para las familias.
Brujas – Bélgica
Es una ciudad belga que parece que se quedó atrapada en el tiempo, porque su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ostenta construcciones medievales perfectamente conservadas.
Perast – Montenegro
Sobre la Bahía de Kotor en Montenegro se encuentra una pequeña localidad con menos de 400 habitantes. Casas, iglesias antiguas, aguas cristalinas. Impactan sus construcciones de piedras, calles que parecen laberintos y que hacen de la bahía un hermoso lugar.
Sin dudas, la pequeña localidad está llena de sorpresas. Con más de 19 palacios, cuenta con dos pequeñas islas: una de ellas artificial, creada por los habitantes al tirar piedras y partes de embarcaciones.
Gruta azul – Capri
Para los amantes del agua, una cueva semi sumergida en el Mediterráneo, en la costa de la isla de Capri, muy atractiva para aquellos que quieren ver una imponente maravilla natural.
Su nombre se debe al extravagante color azul que se ve con total claridad dentro de la cueva, gracias a una apertura en el fondo de ésta que deja pasar la luz.
Monasterios de Meteora – Grecia
Ubicados en las montañas al norte de Grecia, los seis monasterios fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1988. Elevados a 600 metros sobre el nivel del mar reciben visitas de todas partes que desean conocer un poco más sobre la vida de los monjes que viven en lo alto de una montaña.
Castillo de Bran – Rumania
La inspiración que le dio lugar al castillo del Conde Drácula es precisamente esta mansión medieval, construida en 1212 y situada en Bran, Transilvania, en el centro de Rumania.
Rodeada de un ambiente sombrío que coincide con los mitos del vampiro posee una arquitectura antigua, 60 habitaciones, pasajes subterráneos que las conectan y ese halo de misterio que le dejó el novelista Bram Stoker.
A pesar de que tuvo varios dueños, como la reina María de Rumania, y de que estuvo un tiempo en venta cuando fue la segunda propiedad más costosa del mundo, todavía se encuentra con las puertas abiertas para aquellos aventureros que deseen conocer la mansión que inspiró a uno de los primeros personajes del mundo del terror.
Alberobello – Italia
Ubicada al sur de Italia, el pueblo tiene una característica única: los trullos que hacen del lugar algo único en Italia. Pintoresco, casi como salido de un cuento y detenido en el tiempo, Alberobello mantiene siempre la misma armonía.
Los trullos de Alberobello son Patrimonio de la Humanidad y el Trullo Sovrano es el más grande de todos: se construyó en el siglo XVIII y hoy es un museo que recibe a los turistas que desean entender a qué se deben los particulares trullos.
Acantilados de Dover – Inglaterra
Al sur de Inglaterra se encuentran los acantilados de Dover, cuya característica es su fachada blanca que se rodea de un verde oscuro y el mar azul que hacen del lugar un verdadero paraíso.
Se extienden sobre la costa a lo largo de 13 kilómetros y tienen una vertiginosa caída de hasta 110 metros, directamente hacia el agua de la parte más angosta del Canal de la Mancha. Detrás del acantilado hay varios kilómetros de túneles construidos en la Edad Media, que luego se ampliaron para formar parte del Castillo de Dover, un histórico centro de defensa inglés que también deberías visitar.
Tromsø – Noruega
Por encima del círculo polar ártico se encuentra esta ciudad noruega. Además de ser uno de los mejores lugares para observar la aurora boreal, cuenta con un casco histórico y varias atracciones más que permiten conocer a fondo una de las ciudades más frías del mundo.
Desde septiembre hasta la mitad de abril es posible ver la aurora, en especial durante las noches de cielos despejados, oscuros y llenos de estrellas.
Giethoorn – Países Bajos
El pueblo de Giethoon, una pequeña localidad ubicada en Overijssel, al noreste de los Países Bajos, parece digno de un cuento de hadas, gracias a los canales que lo embellecen.
Además de los muchísimos canales, Giethoorn es reconocido por sus típicas casas con techo de paja, con varios siglos de tradición. La mayoría son residencias particulares con un pequeño patio que da directamente a los riachuelos.
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