Por Graciela Gioberchio
Todo el año madrugando para llevar a los chicos a la escuela, llegar a horario al trabajo, soportar el tráfico, hacer las benditas compras y preparar la cena. Llegó la hora de un merecido descanso. Y si el bolsillo lo permite, crisis económica mediante, es hora entonces de poner manos a la obra: organizar los tiempos de la familia, averiguar precios, decidir el destino y contratar el alojamiento de las próximas vacaciones. En estas tareas las mujeres tienen un papel preponderante: ellas se ocupan de investigar las opciones posibles y, finalmente, son las que deciden y reservan.
Esas conclusiones arrojan una medición especial sobre más de 5 mil turistas de todo el país realizada por la plataforma digital de alojamientos temporarios Alquiler Argentina. El relevamiento señala que, si bien el presupuesto se evalúa en partes iguales entre mujeres y hombres, son ellas quienes tienen la última decisión: el 70% investiga acerca del destino y también información sobre excursiones y entretenimientos; el 65% reserva el alojamiento; el 60% junta toda la documentación para salir de vacaciones, y el 90% prepara el equipaje, arma las valijas y compra lo que falta llevar.
Estas mujeres son detallistas, ahorrativas y expeditivas: buscan calidad, servicio, precios, lugares cómodos y les preocupa la atención del personal, la distancia al centro, entre otros detalles. La búsqueda la hacen en plataformas digitales, sitios online y demás herramientas que hoy brinda la tecnología. En las empresas turísticas ya hablan del nuevo rol travel planning cada vez más presente en el target femenino promedio: dos hijos, marido y trabajo full time. "Necesitan que toda la información en un mismo lugar: ubicación, precio, contacto. No tienen tiempo para perder. Si la idea es visitar un parque o un museo, antes consultan por redes sociales y compran la entrada en forma online", apuntan desde Alquiler Argentina.
Con toda la organización al hombro
En un contexto en el que la participación femenina se multiplica y avanza a paso firme en diversos ámbitos de la sociedad, que la mujer se cargue al hombro la organización de las vacaciones de su familia puede disparar al menos, dos visiones: un liderazgo que pone en juego su sensibilidad maternal y el cuidado de la economía doméstica, por un lado, o un exceso de tareas, incluso, sin reconocimiento, por otro.
Lo cierto es que en algo coinciden los especialistas en vínculos familiares, perspectiva de género, marketing y hábitos de consumo consultados por Infobae, y es que, si bien en los últimos años se ha avanzado mucho en el reparto equitativo de las tareas domésticas no remuneradas del hogar, sobre todo entre las parejas jóvenes y determinados perfiles, todavía permanece ese sesgo del hombre como proveedor y de la mujer abocada al ámbito materno privado con más responsabilidades.
"Las mismas obligaciones que muchas mujeres mantienen durante todo el año en el hogar -ir al supermercado, decidir lo que se va a cocinar, ocuparse del chequeo de salud de los hijos, por mencionar algunas- también permanecen durante las vacaciones: el hombre proveedor puede decir qué tipo de vacaciones se puede tomar la familia pero en general es la mujer la que busca el hotel, prepara el equipaje y demás", analizó Mariela Mociulsky, directora general de consultora Trendsity, especializada en investigación de mercado y tendencias de consumo, apoyada en los resultados obtenidos en un informe regional realizado este año sobre 1.000 casos de padres y madres de Argentina, Chile, Perú, Brasil y México.
"Si bien se ha avanzado mucho, observamos que todavía las tareas no están distribuidas de una manera pareja. En la crianza el varón aún acompaña, suplementa: todavía hay, por ejemplo, varones que no cambian pañales o los cambian sólo si están mojados. Y advertimos también que la intención de madres y padres jóvenes es que sus hijos tengan roles más equitativos. Eso es lo que quieren inculcar en la crianza, sobre todo las parejas millennials".
Liderazgo o exceso de tareas
Para la psicóloga Adriana Guraieb, miembro titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) hoy la mujer asume liderazgos. "Es por su capacidad de ejercer una influencia genuina que apunta al bienestar propio, de la pareja, de la familia", explicó en diálogo con Infobae. "La mujer programa la organización de las vacaciones y elige qué hacer y no quedar relegada en la cocina de la casa", enfatizó.
Con ese enfoque, Mirta Goldstein, psicoanalista y vicepresidenta de APA, consideró que "la mujer goza de organizar y tiene aptitud para eso". Y siguió: "Las que se consideran torpes a la hora de organizar, generalmente sufren por ello. Por eso no hay que confundir la liberación de la mujer con su aptitud para realizar tareas por gusto o porque lo hace mejor".
En tanto, la psicóloga y periodista Liliana Hendel, coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina, plantea otra visión sobre la temática. "No lo asocio con ninguna forma de liderazgo como tampoco con la idea de que la mujer es la reina del hogar, eso es un matriarcado. En la organización de la casa o, en este caso de las vacaciones, no hay liderazgo posible, lo que hay es una responsabilidad que la mujer asume como propia".
"No es liderazgo, es exceso de tareas, pero lo más grave es que sin reconocimiento porque está naturalizado que es nuestra función hacerlo. Digo sin reconocimiento porque, en general, no sucede que alguien se acerca y te dice ¡qué bueno todo lo que hiciste!", afirmó Hendel, autora del libro Violencias de género: las mentiras del patriarcado.
"Por supuesto -aclaró- que hay muchísimas mujeres que sienten un enorme placer en hacerlo, lo sienten gratificante y grato y probablemente se constituya en una zona de micro-poder en relación a los otros integrantes de la familia porque es ella quien resuelve y quien decide, pero todo esto nada tiene que ver con una condición de liderazgo".
Ella y él: dos formas diferentes de comprar
Desde la óptica del marketing femenino, la tendencia de este rol protagónico de la mujer en la contratación de las vacaciones no está relacionado con el reparto de las tareas del hogar en forma ecuánime. Ante la consulta de Infobae, Alberto Pierpaoli, fundador y director de la consultora The Gender Group, explicó que se debe a que las mujeres tienen otro abordaje de compra y que en la organización de las vacaciones puede resultar más eficiente.
¿De qué se trata ese abordaje y qué diferencias tiene con la forma de comprar de los hombres? Pierpaoli analizó las cuatro diferencias básicas que tienen los caminos de compra de hombres y mujeres, en cuanto a cómo procesan la información y a la toma de decisiones, un tema que desarrolla a fondo en su libro digital Mal-tratadas por el marketing.
"Ellas preguntan siempre a su alrededor respecto a la experiencia y conocimiento que sus amigos y conocidos tienen de un producto o servicio. Es que el objetivo de las mujeres es buscar la respuesta perfecta. Por eso indagan por más información que los hombres, investigan más y buscan más opiniones. Y su proceso no termina con la compra, sino en la etapa de repetición", enumeró. Y comparó: "Ellos, en cambio, se mueven en un proceso que no tiene ni vueltas atrás ni movimientos tangenciales. Buscan una buena solución como meta final y no una respuesta perfecta".
Pierpaoli se preguntó: "¿El hombre está equivocado en el modo en el que toma las decisiones? ¿Ella hace un mejor trabajo de búsqueda?" "No. Simplemente hay una diferencia de género: hombres y mujeres proceden de manera diferente", respondió categórico.
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