La elección del destino tiene muchas variantes dependiendo del tipo del viaje que el turista desee. Una vez que se selecciona el lugar, la visita a museos, galerías de arte y emblemas locales se encuentran entre los puntos turísticos más frecuentes. Sin embargo, hay múltiples joyas arquitectónicas que se deberían incluir en el radar del turista: las bibliotecas.
En este contexto, Lonely Planet realizó un ranking con las mejores bibliotecas del mundo:
Biblioteca de Alejandría (Egipto)
Heredera de la antigua biblioteca de Alejandría, una de las instituciones clásicas más importantes, la nueva, abierta en 2002 en plena Corniche Alejandría, es un intento de resucitar el esplendor de aquel centro del saber y la cultura que fue la institución fundada por Tolomeo en 283 a. C.
El edificio es una impresionante obra de arquitectura moderna, con una forma de disco gigantesco inserto en la tierra, que evoca un segundo sol saliendo del Mediterráneo. Según Lonely Planet, se convirtió en una de los puntos turísticos más concurridos de la ciudad. Posee una sala de lectura principal con capacidad para 8 millones de libros y 2.500 lectores bajo su techo inclinado. Además cuenta con tres museos permanentes, cuatro bibliotecas especializadas, un planetario, un centro de conferencias y un completo ciclo de actividades.
Biblioteca del Palacio Nacional de Mafra (Portugal)
La biblioteca forma parte del palacio que se encuentra a menos de 40 kilómetros del noroeste de Lisboa. Con sus 83,6 metros de largo, guarda en este palacio alrededor de cuarenta mil volúmenes de los siglos XV al XVIII.
Biblioteca de Santa Genoveva (París)
La biblioteca parisina forma parte de la Universidad de la Sorbona Nueva ubicada en plena Plaza del Panteón. Es considerada una de las obras más bellas del siglo XIX y uno de los trabajos más espectaculares de la llamada arquitectura del hierro.
Por fuera parece un palacio italiano renacentista, pero dentro esconde un armazón de hierro, en forma de dos naves abovedadas en la que se destaca la sala de lectura, con 16 columnas, de nueve metros de altura que soportan una vidriera. Junto a esta sala se hizo un inmenso depósito, concebido para 900.000 libros. Fue proyectada por Henri Labrouste a mediados del siglo XIX y hoy alberga unos dos millones de documentos.
Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de Yale (EEUU)
Imponente, como un enorme contenedor de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale, en New Haven. En este recinto se guardan ejemplares impresionantes como unas de las primeras Biblias de Gutenberg.
El edificio no posee ventanas sino que tiene paredes hechas de mármol traslúcido. Fue construido en 1963 con una fachada exenta de ventanas a base de granito y mármol blanco y fue un regalo de la familia Beinecke a la Universidad de Yale. "El interior es iluminado tenuemente gracias a la luz tamizada que le da una ambientación acorde con los libros antiguos y pergaminos que exhibe", dicta la revista del viajero.
Biblioteca Palafoxiana de Puebla (México)
Es uno de los tesoros más importantes de la ciudad de Puebla y presume de ser la primera biblioteca pública de América, como se explica en su página web.
Su historia comenzó en 1646, cuando el obispo Juan de Palafox y Mendoza donó su biblioteca particular de 5.000 volúmenes a los colegios de San Pedro y San Juan, con una única condición: que se le permitiera el acceso a cualquier persona que supiera leer y no solo a los miembros de la Iglesia y seminaristas. En 2005 la biblioteca fue registrada por la UNESCO como Memoria del Mundo ya que es la única biblioteca en América que conserva su edificio, estanterías y esencia original.
Biblioteca de Libros Raros Thomas Fisher (Canadá)
Este edificio se caracteriza por su impresionante diseño interior, que forma parte de la Universidad de Toronto en Cánada. Cuenta con la mayor colección de libros raros y manuscritos abierta al público canadiense. En ella se puede encontrar, por ejemplo, una extensa compilación de las primeras ediciones de los libros de Lewis Carroll, así como material biográfico y fotografías.
Su obra más antigua es una tablilla babilónica cuneiforme que se remonta al año 1789 a.C. Además, en este recinto se encuentra la colección donada por un antiguo miembro del Partido Comunista de Canadá, Robert S. Kenny, y compuesta por más de 25.000 obras relacionadas con los movimientos obreros en todo el mundo, con un énfasis particular en Canadá.
Real Gabinete portugués de lectura (Rio de Janeiro, Brasil)
El magnífico edificio del Real Gabinete, con su impresionante sala de lectura de estilo neo-manuelino portugués, alberga más de 350.000 libros, muchos de ellos de los siglos XVI-XVIII, además de una colección de pinturas, esculturas y monedas antiguas.
Fue fundada en 1837 por un grupo de inmigrantes portugueses. Sin embargo, el actual edificio fue construido entre 1880 y 1837 con piedra traída desde Portugal. Es uno de los mejores exponentes del estilo imperial de la ciudad de Brasil.
Biblioteca del Monasterio Benedictino de Admont (Austria)
Muchos la reconocen como la mayor biblioteca monacal del mundo. Y es que su ubicación es en el monasterio austríaco de Admont, el más importante de la región austríaca de Estiria, en medio de un entorno natural magnífico, entre las cumbres alpinas, a solo 250 kilómetros de Viena. "Guarda 200.000 volúmenes, y entre sus tesoros más valiosos se encuentran 1.400 manuscritos y 530 incunables", según Lonely Planet
Biblioteca del Trinity College de Dublín (Irlanda)
Para los amantes de los libros y las bibliotecas, la de Dublín es una visita imprescindible. La biblioteca es el edificio más emblemático del Trinity College, una de las universidades más antiguas de Irlanda, y fue construido en el siglo XVIII por el arquitecto Thomas Burgh.
Es considerada Biblioteca Nacional del Reino Unido y de Irlanda del Norte, y debido a ello, guarda una copia de todos los libros publicados tanto en Gran Bretaña como en Irlanda.
Biblioteca Joanina de la Universidad de Coimbra (Portugal)
La Biblioteca Joanina se encuentra en la Universidad de Coimbra, construida en el siglo XVIII, durante el reinado del rey portugués João V. Se encuentra en la parte alta de la universidad.
Sus orígenes se remontan a principios del siglo XVI, y cuenta entre su patrimonio con más de un millón de volúmenes, numerosos tesoros bibliográficos y publicaciones propias. Entre los tesoros de la literatura con los que cuenta esta biblioteca se encuentra una imponente colección de obras impresas desde el siglo XVI hasta finales del siglo XVIII. Debido a su riqueza arquitectónica y decorativa, fue declarada monumento nacional portugués.
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