A solo días del comienzo de las vacaciones de invierno y para quienes buscan conectar con la naturaleza y desconectarse de la estresante rutina, los asombrosos prodigios naturales y las más extraordinarias formaciones de La Rioja implican una escapada perfecta. El recorrido a través de paraísos de rutas transporta al viajero entre rincones donde la calidad humana y la belleza paisajística confluyen.
"Si bien podría decirse que el reconocido Parque Nacional Talampaya es el atractivo más importante de la provincia, existen diversas alternativas igual de encantadoras que ningún viajero debería perderse", contó a Infobae Nadia Barrera, titular de la Secretaría de Turismo del departamento General Felipe Varela.
Los productos regionales, como los deliciosos vinos y grapas, exquisiteces gastronómicas y admirables artesanías son las piezas más demandadas por los turistas como recuerdo de su paso por este conjunto de asombrosos lugares.
"Además del famoso Parque Nacional Talampaya, la renovada Cuesta de Miranda, el Paso Internacional Pircas Negras, la Laguna Brava, el Vallecito Encantado y, por supuesto, la amabilidad de los locales son solo algunas de las maravillas que convierten a la región en diferencial", explicó en diálogo con Infobae Yamil Sarruff, intendente municipal del Departamento Gral. Felipe Varela.
Cómo llegar: la ruta de los colores
Lo primero a definir será el método de transporte. Si bien el avión es cómodo y rápido, habrá que desembolsar una suma alta para una familia tipo. Si de todas maneras se elige este medio, contratando cualquier servicio de charter para el traslado del aeropuerto al alojamiento en pocas horas estarán disfrutando de las vacaciones.
El viaje en bus, sin embargo, puede ser una opción interesante para quienes no quieran manejar, donde lo mejor será llegar a las capitales de La Rioja o San Juan y desde allí tomar otro hasta Villa Unión, cabecera del Departamento General Felipe Varela.
Pero claro, siempre está la opción de realizar un largo viaje por carretera en automóvil. En ese caso, habrá que calcular el consumo de nafta según cada vehículo, peajes y distancias. Pero vale la pena, ya que cualquiera sea el punto de partida, el paisaje estará repleto de colores rojizos, verdes, amarillos y cobres, y acompañado siempre por los cardones, testigos del paseo.
Si se partiera desde Buenos Aires, tomando la Ruta Nacional 9, se deben recorrer unos 1250 kilómetros de distancia, todos en excelente estado. Hacerlo en un solo tramo puede resultar agotador, con lo cual tal vez lo mejor sea pasar la noche en Córdoba, en la capital o en cualquiera de sus hermosas ciudades; por la mañana retomar viaje, transitar la cautivante y legendaria Ruta 40, y cuando se llegue a la intersección con la Ruta 76, será momento de descansar en Villa Unión.
Dónde alojarse
Si bien la ciudad de Villa Unión ofrece una amplia variedad de servicios, las localidades de Guandacol y Pagancillo también cuentan con acogedoras opciones para pasar unos días. Los valores oscilan desde los 500 pesos la noche hasta los 2250 pesos en los hoteles de más alta categoría.
Si bien el pequeño poblado de Pagancillo se arroga la condición de asentamiento más cercano al Parque Nacional, Villa Unión aparece como el centro administrativo y de servicios más próximo al mismo, existiendo en ambos cálidos alojamientos.
Ubicados estratégicamente para aprovechar los espacios naturales de la región, los hoteles boutique y de alta categoría, como el Pircas Negras y el hotel Cañón de Talampaya, cuentan con casi 30 habitaciones para recibir a sus huéspedes. Allí los viajeros podrán disfrutar de los mejores momentos de tranquilidad en compañía de las montañas, en ambientes relajados y únicos.
Sus restaurantes ofrecen una interesante propuesta gourmet en platos regionales, vegetarianos y clásicos, además de exquisitos desayunos. "La hospitalidad de la gente convierte cualquier alojamiento riojano en una excelente alternativa de hospedaje", agregó Sarruff.
La región es sinónimo de vino y gastronomía, pero también de reservas naturales y "Patrimonios de la Humanidad"
Además de alojar reservas arqueológicas y tesoros paleontológicos, pueblos antiguos constituidos en bellos paisajes, la maravillosa La Rioja alberga bodegas donde se vivencia la historia de la vitivinicultura.
Ubicado al oeste de la provincia, entre el macizo de Velazco al este y el Nevado de Famatina al oeste, el valle de Chilecito es la zona vitivinícola más importante. Más de 1000 metros sobre el nivel del mar; suelos con textura franca a franca-arenosa; baja humedad ambiente; alta luminosidad y una amplitud térmica promedio en época estival que va de los 35° C durante el día y desciende a 17° C por las noches, este valle ofrece condiciones óptimas para el cultivo.
Las comidas típicas de la provincia de La Rioja, una zona netamente de tradición argentina, se caracterizan por la complejidad de sus sabores y la simplicidad de sus recetas. No se trata solamente de una gran variedad de comidas típicas, ya que en la provincia también reinan el dulce y los variados y deliciosos postres.
“La gastronomía de la región es variada y típica del norte. Dentro de los platos más tradicionales se encuentran el chivito, los tamales, las humitas, el locro, las carbonadas y las cazuelas”, agregó Barrera.
La base de la alimentación está compuesta por maíz, frijol, pimiento, harina, calabaza, aceitunas, carne de res, llama, cordero, conejo y cabrito. Y si bien la cocina de esta zona de Argentina es picante, no llega a serlo tanto como la mexicana o la asiática.
Una experiencia única en el Parque Nacional Talampaya
En caminatas o bicicletas, de día o de noche, en micros o automóviles de turismo adaptados, visitar el Parque Nacional Talampaya, declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, es posible en múltiples alternativas.
El horario de apertura del parque es desde las 8:30 hs. y el acceso en todos los casos tiene un valor de 140 pesos por persona; para menores de entre 6 y 12 años es de 70 pesos, mientras que los menores de 5 años, jubilados, pensionados y personas con discapacidades no pagan este derecho a acceso.
Con esta entrada, que tiene una validez de 48 horas, se pueden visitar dos senderos autoguiados, como son el Sendero del Triásico –con réplicas en tamaño real de algunos de los dinosaurios encontrados en el área protegida- y el Sendero del Monte, donde se puede conocer el bioma que caracteriza a la región.
Una vez abonadas las entradas, puede optarse por cualquiera de estas modalidades para conocerlo en todo su esplendor: ingresando por la Base Cóndor –donde además hay un restaurante, venta de artículos regionales, camping y otros servicios– se pueden realizar las famosas visitas al Cañón y a las figuras emblemáticas que la naturaleza parece haber tallado, como "El Monje" o "El Tótem".
El restaurante Naturaleza mística es el único en la base y el encargado de abastecer de alimento a quienes visiten el camping agreste. Sirven desayunos, meriendas y cenas. "El plato más pedido por los paladares que lo visitan es el locro. ¿La receta? Maíz, porotos, zapallo, chorizo y carne vacuna", revelaron a Infobae desde la cocina del restaurante.
Desde la concesionaria de las excursiones tradicionales revelaron los siguientes valores: la excursión Overland, de tres horas de duración en vehículos 4×4 para disfrutar del parque a pleno tiene un valor por persona de 750 pesos; la de Cajones de Shimpa, una excursión que atraviesa cinco estaciones en las que se visita las figuras emblemáticas tiene un valor de 795 pesos por persona; y por último la llamada Cañón de Talampaya, se consigue por 725 pesos por persona, y consta de un recorrido de dos horas y media de duración y se visitan cuatro estaciones.
Las excursiones se pueden llevar a cabo en vehículos tradicionales o todoterreno. Algunos, sin embargo, eligen visitar el cañón en bicicleta o a pie por la Quebrada de Don Eduardo, paralela al cañón.
Una modalidad alternativa, recomendada para los amantes de los recorridos a pie y del contacto con la naturaleza, es la que ofrece la Asociación Civil de Guías del Parque Nacional Talampaya con opciones de trekking y mountain bike por el Cañón, el Gran Mirador y por la Quebrada Don Eduardo.
Solo para quienes tengan el privilegio de coincidir con el plenilunio dos días antes y durante, y dos días después de la luna llena, podrán realizar una caminata a la luz de la luna con el cañón como testigo en lo que son las excursiones nocturnas.
“Para sorprender a nuestros clientes, ofrecemos productos regionales en una degustación de vinos, licores, aceitunas y confitados”.
"Por solo cinco noches todos los meses realizamos el paseo con luna llena. El próximo plenilunio será del 25 al 29 de julio. Una vez que llegamos a un sitio llamado Puerta del Cañón, realizamos una caminata de dos horas y media en donde además de contar las historias propias del parque, pasamos momentos en silencio, contemplando la tranquilidad y la paz del lugar", explicó a Infobae Fabian Paez, organizador de Runacay, una de las agencias que ofrece este servicio.
Reserva provincial Laguna Brava
Para una experiencia completa y por las duraciones de las excursiones, lo ideal es contar con una estadía de al menos cinco días en el Departamento General Felipe Varela. Dentro de las imperdibles, la excursión en la Laguna Brava, una increíble reserva natural a más de 4500 metros sobre el nivel del mar, ocupa el segundo lugar luego, sin dudas, del reconocido Parque Nacional Talampaya.
La extensa laguna de más de 60 kilómetros cuadrados que le da su nombre es el hábitat de flamencos rosados y blancos. "En primavera y verano los turistas comparten la jornada con los hermosos flamencos, y en invierno, debido a las bajas temperaturas, la laguna se encuentra semi congelada o con nieve", advirtió Barrera.
Según explicó la especialista, las agencias que organizan las excursiones ofrecen un servicio completo de excursión de ocho horas: recogen a los pasajeros por sus respectivos alojamientos por la mañana para continuar hacia Vinchina. Una vez allí, hacen una parada en el mercado artesanal; donde compran comida, presentes o souvenirs, para darle comienzo a la travesía.
Al ser una excursión en la altura, los guías recomiendan tomar un buen desayuno y llevar algo liviano para el almuerzo. El estómago lleno y la altura no son buenos compañeros.
El Vallecito Encantado, donde la naturaleza esculpió las geoformas más fascinantes
Ubicado sobre la Ruta Nacional 40, a 15 kilómetros de la localidad de Guandacol, es un espacio natural de la era Paleozoica; del periodo Carbonífero, que actualmente presenta un paisaje rico en geoformas. Además se puede observar la flora y fauna autóctona del imperdible valle con tonalidades rojizas, que se ha transformado en una impresionante postal.
Ciudad Perdida y Cañón Arco Iris: tal vez no sean excursiones tan famosas como las tres anteriores, pero sin duda son igual de recomendables. Para realizarlas, sin embargo, es necesario alejarse algunos kilómetros, unos 73 para ser precisos si se sale desde Villa Unión. Allí se encuentra el Área de Servicios Cañón Arco Iris, desde la cual salen las excursiones con vehículos por los circuitos más fascinantes.
"Realizamos dos salidas por día y en temporada alta una cada 45 minutos. El circuito del Cañón Arco Iris es apacible y tranquilo, y permite observar la fauna del lugar: guanacos, ñandúes, avestruces, cóndores, águilas moradas y, por supuesto, la coloración en el sedimento, el único en la región que posee esa cantidad de colores", sostuvo en diálogo con Infobae Juan Carlos Latiff, presidente de la cooperativa cooperativa Talampaya.
Los imponentes restos arqueológicos; artesanías, delicias gastronómicas y viñedos locales, son solo algunos de los atractivos para comenzar un excitante recorrido por el oeste de la provincia. Sus paisajes de montañas encadenadas, listas para apreciar desde la distancia o preparadas para escalar hasta agotar las energías, llaman al viajero sea cual sea su estilo.
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