Al noroeste de Bélgica se encuentra Brujas, una ciudad rodeada de canales y mares. Encantadora , envolvente y contradictoria: parece calma y aburrida; y en realidad es eléctrica y efervescente. En la ciudad de Brujas – por muchos llamada la Venecia del Norte- pasan cosas.
Es uno de los destinos que aparece como favorito en los radares de los viajeros, ya que guarda un encanto particular, con sus callecitas que bordean los canales.
Y es que esta ciudad es una combinación bastante equilibrada entre cultura, historia y una visión de futuro. Brujas atesora edificios grandes y maravillosos, predomina la arquitectura barroca y gótica, que da cuenta del esplendor económico de los siglos XIII y XIV. Sus edificaciones son fáciles de recorrer a pie, en bicicleta, o incluso en alguna de las embarcaciones acuáticas -góndolas que no son góndolas- que recorren los canales y permiten tener una visión cercana de la antigua ciudad.
Esta urbe es una de las más antiguas de toda Europa, a pesar de que la ciudad avanzó en materia de estructura y de diseño, hoy sigue manteniendo su fisionomía casi intacta.
Cada año recibe un caudal importante de turistas de todo el mundo, ansiosos por conocer la cultura y la historia de una localidad fundada en el siglo XI, que fue una de las más importantes estratégicamente gracias a sus canales que favorecían el comercio.
En el año 2000, el casco histórico, que es uno de los principales centros de turísticos, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tiene como grandes íconos las plazas como Mayor o Markt, los mercaditos rodeados de calles típicas y su gastronomía.
En la Plaza Mayor se encuentra la torre del campanario, también llamada Belfort o Torre de Belfry, desde donde se puede observar una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, y que ostenta más de 366 escalones para ascender sus impresionantes 83 metros de altura.
Uno de los edificios iconos de la ciudad es la sede del Ayuntamiento, construido en el siglo XIV. En el interior de esta legendaria estructura se encuentran la Sala Gótica y la Sala Histórica, con techos altos de madera con detalles de oro y documentos y pinturas que resguardan la historia de Brujas.
Otro de los grandes atractivos de los visitantes de todo el mundo es la Basílica de la Sagrada Sangre, en cuyo altar está guardado el tabernáculo en el que según la fe católica y la tradición se alojan gotas de la sangre de Cristo.
El sitio más visitado es tal vez la Iglesia de Nuestra Señora, el segundo edificio de ladrillo más alto del mundo gracias a sus 122 metros de altura. En su interior guarda un gran patrimonio artístico impresionante, gracias a las obras Gerard David, Pieter Paurbus y Miguel Ángel.
Sin dudas, una de las actividades más elegidas por los turistas son los emblemáticos paseos por los canales en mini cruceros. Y es que por los canales se pueden observar diferentes puntos turísticos como las iglesias, los puentes y los jardines así como la arquitectura de una manera plácida y tranquila.
La gastronomía es una de sus ventajas, que se centra en dos grandes orgullos de Brujas: la cerveza y los bombones de chocolate, que se pueden adquirir en casi cualquier rincón de esta espectacular urbe medieval.
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