¿Quién nunca soñó, al menos por un instante, con viajar al espacio? Fantasías infantiles de ser astronautas, o simplemente un deseo interior de conocer las estrellas. Hace unos meses, Rusia se propuso llevar a turistas al espacio por un precio inferior a 100 millones de dólares. Sin embargo, una startup estadounidense realizó una oferta aún más tentadora.
La startup aeroespacial Orion Span planea construir un hotel de lujo espacial llamado Aurora Station, que, mediante un lanzamiento orbital en el 2021, comenzará a aceptar sus primeros huéspedes en el 2022 por un precio de 9,5 millones de dólares por persona, que incluye entrenamiento, despegue y un hospedaje de 12 días.
"¿Crees que estabas destinado a una vida menos que ordinaria? Únete a nosotros a bordo de Aurora Station para una aventura de 12 días que cambiará tu vida. Experimentá la emoción de la gravedad cero, mirá la aurora boreal, cultivá alimentos en el espacio o sumergite en nuestro holodeck, la única experiencia de astronauta auténtica del mundo", describen en sus sitio web.
"Cuesta entre 20 y 50 millones de dólares llegar ahí", explicó en diálogo con Condé Nast Traveler Frank Bunger, CEO de Orion Span. "Nuestro precio va a ser muchísimo más bajo". Es que el plan no es nada barato. La empresa deberá construir y mantener una cápsula espacial que orbitará a unos 322 kilómetros sobre la Tierra, que será lanzado por cohetes privados de SpaceX o Blue Origin.
"Aurora Station será el primer hotel espacial de lujo del mundo en órbita a 322 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. Nuestro lujoso alojamiento incluirá suites privadas para dos personas, la mayor cantidad de ventanas jamás creadas para vuelos espaciales, ingravidez y la única experiencia de astronauta auténtica del mundo", aseguran.
En el hotel habrá seis personas abordo todo el tiempo, incluyendo a dos tripulantes. Habrá dos suites privadas y los huéspedes tendrán la oportunidad de realizar proyectos de investigación como aquellos que se llevan a cabo en la Estación Espacial Internacional, cultivar alimentos a gravedad cero, por ejemplo.
Para sumarse a esta aventura, además de contar con 9,5 millones de dólares los huéspedes deberán pasar por un programa de entrenamiento obligatorio antes del lanzamiento de tres meses, un período mucho más corto del habitual, ya que otros turistas espaciales anteriores debieron someterse a entrenamientos de dos años.
Si este primer hotel de la compañía es un éxito como ellos anticipan, enviarán una flota con módulos idénticos para construir una estación espacial privada, para agregar capacidad a medida que aumente la demanda. Incluso, en el futuro creen que va a haber dueños de partes de la estación, que visitarán, vivirán y hasta alquilarán. ¿Una casa de verano en el espacio? Las posibilidades parecen ser infinitas.
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