Nueva Zelanda posee un esplendor natural que pocos países en el mundo ostentan. Tiene 15 000 kilómetros de costa, innumerables lagos, ríos y un espíritu aventurero que invita a explorar sus maravillas de punta a punta, y a sumergirse en sus aguas cristalinas para conocer sus rincones más misteriosos.
Compuesta por la Isla Norte y la Isla Sur, y por otras muy populares como Great Barrier, Waiheke, d'Urville, Stewart y Chatham, la costa de Nueva Zelanda bañada por el Océano Pacífico y el Mar de Tasmania es el lugar ideal para practicar deportes acuáticos. Y el stand up paddle (SUP) es uno de ellos. Dónde practicarlo:
Bay of Islands
Las bahías subtropicales de la región norte poseen aguas cristalinas, cientos de islas, reservas marinas y algunos de los puntos históricos más antiguos y fascinantes de Nueva Zelanda. Lo más difícil es decidir a dónde ir, aunque una buena opción sería comenzar por Russell o Kerikeri.
Escuelas locales como SUP Bro y Northland Paddleboarding ofrecen clases, alquiler de tablas, recomendaciones de excursiones y ayuda para planificar el paseo perfecto. Se recomienda finalizar el día observando la puesta del sol en la playa acompañado de una cerveza artesanal refrescante y del tradicional fish n'chips.
Rotorua
Rotorua es una la fascinante ciudad ubicada en un área volcánica activa. Un lugar en el que se encuentran, por todas partes, piscinas de barro termal, fuentes termales naturales y un característico olor a azufre. Además, es uno de los mejores lugares para aprender sobre la cultura indígena de Nueva Zelanda, debido a la marcada presencia histórica y moderna del pueblo maorí.
Rotorua está rodeada de lagos creados por millares de años de actividad volcánica, lo que la convierte en un lugar bastante dinámico para el stand up paddle. Con Rotorua Paddle Tours se pueden explorar los lagos azules y verdes de la región y también los ríos, arroyos, selvas y fuentes termales naturales.
Nelson
En Nelson, los turistas reman desde la playa de Tahunanui para explorar la isla de Haulashore y las regiones de Nelson Haven y Boulder Bank. Si la marea es apropiada, suben por el río Maitai hasta uno de los cafés al borde del agua en la ciudad, para reabastecer su regreso a las arenas.
En el Parque Nacional de Abel Tasman, que queda a una hora de auto de Nelson, los adeptos del stand up paddle se unen a los kayaks para explorar las aguas turquesas y las playas de arena dorada. Las empresas Moana NZ SUP y Abble Tasman Paddleboarding tienen todo lo que puedas necesitar. El estuario junto a Kaiteriteri y Marah es un destino especialmente agradable, con cavernas, ensenadas y muchos lugares desiertos para nadar o hacer snorkel.
Tekapo
Solamente quien va al Lago Tekapo logra comprender su belleza. Repleto de un fino polvo de arcilla suspendido en el aire, este lago glaciar es de un color azul claro etéreo que, en los meses más fríos, contrasta con las montañas cubiertas de nieve.
Es un sueño para los fotógrafos. Se puede alquilar una tabla en Paddle Tekapo y, rodeado de pinos, explorar el río que en verano se tiñe de colores por las plantas y flores. Se culmina la visita en las fuentes termales locales o caminando hasta la cima del Monte John para conocer el observatorio y tener una vista del valle de 360 grados.
Wanaka
Cercado de montañas, el asombroso lago Wanaka es el punto central de la villa homónima. Además de estar repleto de aventuras acuáticas, el lugar ofrece excelente café, cerveza artesanal, gastronomía y muchas opciones de compras.
Las excursiones guiadas en stand up paddle de Paddle Wanaka permiten aprender nuevas técnicas antes de explorar el lago o río Clutha, haciendo un viaje hasta la pintoresca Albert Town. Otra opción emocionante es el llamado heli-SUP, en el cual un helicóptero lleva a los turistas hasta el lago de las montañas sobrevolando glaciares próximos al Monte Aspiring o Tititea, que con 3033 metros de altura es uno de los picos más altos de Nueva Zelanda. Después de remar en un lago alpino y desierto a mil metros sobre el nivel del mar, ideal un picnic a la orilla del agua.
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