Cuando uno visita Italia, el típico recorrido es conocer sus ciudades más famosas, como Roma, Florencia, Venecia y Milán. Algunos se aventuran a la Costa Amalfitana o a la Liguria. Sin embargo, este país quizás sea uno de los más variados y únicos del mundo, que ofrece destinos para todos los gustos. Pero es en sus pequeños pueblos donde aún hoy en día se puede respirar el verdadero espíritu italiano.
Alberobello, Apulia
Alberobello es un pintoresco pueblo ubicado en Apulia. Aquí se hallan los "trulli", unos edificios blancos con forma de cono, una extraña arquitectura por la que la UNESCO declaró a Alberobello en 1996 como Patrimonio de la Humanidad. La Piazza del Popolo es un punto de observación impresionante, donde se puede observar con claridad el magnífico paisaje de la región.
Pietrapertosa, Basilicata
Pietrapertosa está ubicada en la provincia de Potenza, en la región de Basilicata -en el sur de Italia, a orillas del mar Tirreno-. Tiene poco más de 1.300 habitantes y se alza a más de mil metros sobre el nivel del mar. Es más, el pueblo se encuentra incrustado en la roca. Construido a un costado de una montaña, cuenta con una historia milenaria. Sus antiguas ruinas y el castillo sarraceno del siglo IX se pueden visitar hoy en día son testigos eternos.
Atrani, Salerno
Pocos se aventuran hacia la pequeña y mágica Atrani, en la Costa Amalfitana. Pero, como ya recomendó Infobae, vale la pena aunque sea realizar una pequeña escapada a esta pequeña comune de callejones y callecitas laberínticas. Con menos de 1000 habitantes, es parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Castelluccio, Umbría
Castelluccio se encuentra en la región de Umbría, y está ubicado a 1.452 metros sobre el nivel del mar, por lo que es el poblado más alto de los Apeninos- la cadena montañosa que recorre Italia de norte a sur. Tiene menos de 200 habitantes y está rodeado de montañas, nevadas en invierno, y un valle fértil y verde, donde las flores son protagonistas y la primavera es maravillosa. Es un pueblo pequeño, pero recorrer sus plazas y su única iglesia es una experiencia única que parece salida de un cuento de hadas.
Santa Maddalena, Italia
El pequeño pueblo de Los Dolomitas, Italia, flanqueado por montañas irregulares, cubiertas de nieve y colinas verdes, materializa el sueño alpino. Santa Maddalena conjuga culturas diversas. Por eso, se puede leer en su interior señales en alemán, italiano y en idioma ladino. Por más que su vida nocturna y oferta hotelera sean escasas, una estancia de pocos días permite recorrer la totalidad de su terreno.
Cefalú, Sicilia
A una hora de la ciudad de Palermo se encuentra Cefalú, un pueblo medieval siciliano cuyo encanto es tan particular que varias películas se filmaron entre sus calles, como "Cinema Paradiso", de Giuseppe Tornatore. Los visitantes que llegan a este pueblo suelen tomar largos paseos por el "lungomare", un camino frente al mar, y explorar sus varios rincones históricos. Es un destino balneario y uno de los más elegidos por los propios sicilianos e italianos en general.
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