Los vuelos de larga duración suelen ser tediosos para el pasajero. Viajes que superan las 24 horas entre escala y escala no sólo cansan o incomodan, sino que pueden hasta derivar en problemas que afecten la salud del viajero.
"La inmovilidad prolongada puede provocar un estancamiento de la sangre en las piernas, que a su vez provoca hinchazón, rigidez y molestias -aseguró la doctora Eliana Reyes, gerente médica del área de Asistencias de Assist Card-. Se sabe que la inmovilidad es uno de los factores que pueden provocar el desarrollo de un coágulo de sangre en una vena profunda, conocido como trombosis venosa profunda (TVP) y también síndrome de la clase turista, por el mayor riesgo al estar sentado en posiciones de poca movilidad".
"La TVP es un coágulo de sangre que se forma en una vena profunda", explicó en diálogo con Infobae la doctora Alicia Vilaseca (MN 70484). "Si el coágulo de sangre se desprende y viaja hasta los pulmones, se llama 'embolia pulmonar' o 'EP'. Juntas, la TVP y la EP conforman la enfermedad tromboembólica venosa, una afección médica peligrosa y potencialmente mortal".
Y tras remarcar que "el riesgo se incrementa con la duración del viaje y con múltiples vuelos dentro de un corto periodo de tiempo", Reyes realizó una serie recomendaciones para evitar el síndrome de clase turista.
Moverse por la cabina durante un vuelo largo, por ejemplo cada 2 o 3 horas. También es importante tener en cuenta que la ubicación del asiento próximo al pasillo favorece la realización de las caminatas. "Si la persona puede, también en algún momento del vuelo se puede parar al lado del asiento y ponerse en puntas de pie de manera repetida para que la sangre circule más rápido, o también puede aprovechar la caminata para ir al baño o estirarse de vez en cuando", recomendó Vilaseca.
El equipaje de mano no debe colocarse debajo del asiento donde pueda obstaculizar el movimiento de piernas y pies. Ante este consejo, la profesional resaltó la importancia de que las piernas se encuentren estiradas: "Es importante que las mochilas no se encuentren debajo del asiento, así el pasajero podrá realizar movimientos de flexión y extensión del pie, así como la contracción y relajación de los músculos estimulando la circulación de la sangre".
La ropa que utilice la persona debe ser liviana, suelta y cómoda, ya que realizar viajes de larga duración con ropa muy ajustada puede contribuir a una mala circulación sanguínea. "Además de la ropa liviana, es importante la hidratación de la persona en el vuelo", agregó la médica.
"Cualquier persona que se someta a una actividad sedentaria en donde pasa mucho tiempo de pie, o en este caso en un asiento de avión, tiene una mayor predisposición a tener una trombosis", afirmó.
"Es importante que la persona se hidrate, que se tome los pequeños recreos en el vuelo para levantarse, estirarse, caminar, realizar los pequeños ejercicios y siempre estar hidratado", concluyó Vilaseca.
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