Siempre sale el sol. Ese fue el legado que dejó el paso del voraz huracán Irma que a comienzos de septiembre pasado amenazó a las islas del Caribe y al estado de Florida, Estados Unidos.
Esta vez y a pesar de que es sabido que aún es temporada de huracanes -de julio a noviembre- el pánico y la evacuación también impactaron en el apacible y glamoroso Bal Harbour, la punta "Norte" de Miami Beach. Pero todo lo que golpea fuerte, fortalece…
Será por eso que ahora -más que nunca- se evidencia una de las mejores cosas que ofrece el destino Bal Harbour: allí no existen los flashes. Los residentes y turistas ocasionales pueden pasear, comprar y degustar la gastronomía más diversa y exquisita lejos del exhibicionismo, el escándalo y amparados en el "pedacito" de Miami más sofisticado y bello de Florida.
Esta villa se encuentra en el condado de Miami-Dade, Florida, Estados Unidos, estratégicamente localizada a 15 minutos de la "nueva Miami cultural y artística" -Wynwood Wall- y a similar distancia del vibrante barrio de South Beach.
Considerada desde sus orígenes -hace más de 70 años- como una capital del glam y la moda; hoy de la mano del Alcalde Gabriel Groisman -de origen argentino- se encuentra en su momento de mayor esplendor: con una vibrante movida gastronómica, shoppings de lujo, hoteles cinco estrellas y playas de arena blanquísima. No es casual que allí se erigieron en los últimos años los dos hoteles más caros y exclusivos que hoy ofrece Miami: el distinguido St. Régis y el clásico y espectacular Ritz Carlton Bal Harbour.
Ambos hoteles cinco estrellas asoman con una arquitectura escultural y moderna y con servicios y atención diferentes y pensados para un huésped que adora ese halo de exclusividad tan encantador y adictivo.
En la actualidad, se suma el megaproyecto que aún promete redefinir la proyección de los próximos años de Bal Harbour, ya no sólo para el target de visitantes ricos y famosos: la remodelación del célebre Bal Harbour Shops.
Amanda Williams, responsable de comunicación del The Ritz Carlton (RC) South Beach, Bal Harbour, Miami, explicó a Infobae: "Este es un tiempo donde el turista y el turismo en general consumen experiencias . Desde ahí pensamos el concepto de este RC Bal Harbour para impregnar esta idea en cada detalle de nuestro servicio en las más de 900 habitaciones".
El Artisan Beach House es uno de los bares más trendy del RC Bal Harbour con una vista inmejorable hacia el interminable océano Atlántico y Haulover Bay. En la búsqueda de un público más joven, eligió como jefa de su cocina a la genial Paula Da Silva en reemplazo de la histórica chef Tony Coddington. Da Silva es reconocida por su talento y eclecticismo culinario.
Arquitectura colosal
Gran dato: actualmente, en Miami, el principal caudal de turistas que proviene de las Américas -fuera de los EEUU- lo ocupa Brasil en primer lugar; segundo México y en tercer lugar la Argentina. Por eso los hoteles cinco estrellas se convirtieron en un tema serio.
En ese sentido sobresale por su arquitectura y estilo el hotel St Regis de Bal Harbour, un ejemplo perfecto de la fusión entre el lujo y una deslumbrante propuesta visual. La arquitectura es realmente fabulosa por su modernidad comparada con el resto de la arquitectura de Miami. Está ubicado justo enfrente al Bal Harbour Shops, – al 9000 de la emblemática Avenida Collins- y redefinió los estándares del lujo en la hotelería de la Florida.
Al cruzar el foyer del St. Regis, a los huéspedes y visitantes les quedará claro que cada cuadro, cada escultura tiene densidad, belleza y firma de autor. Las obras provienen de la prestigiosa Rosenbaum Contemporary Gallery con local y exposición dentro del mismo hotel. Un impactante espacio ambientado con paredes de espejos sirve como distribuidor. Y hacia cualquier dirección que se tome se descubren esculturas, pinturas y fotografías, que convierten las áreas comunes en una verdadera galería de arte con toques art decó.
Los cuadros más impactantes con sabor contemporáneo son del genial fotógrafo ícono de moda Simon Procter ; y para emocionar a un argentino viajero en dos paredes cuelgan dos fotos majestuosas del Teatro Colón.
"La arquitectura del hotel St. Regis tiene un verdadero diseño maestro, explicó a Infobae Nikolai Ursin, director de marketing y relaciones públicas del ST. Regis Bal Harbour. El hotel es una estructura semitubular -semilunar- que realizó el estudio de arquitectura Sieger Suarez Architectural Partnership que construyó las torres más renombradas de los últimos tiempos en Miami, como el edificio Porsche. La torre del hotel ha sido cuidadosamente construida para permitir que todas las habitaciones puedan disfrutar de una generosa vista al mar".
Bal Harbour Shop, un célebre mall diferente
Esa nueva palabra creada a partir de "Bahía" y "Atlántico" para formar "Bal" dio origen a Bal Harbour. Fue diseñado para celebrar la belleza natural del Sur de Florida, con un espíritu digno de la región que yace entre el Océano Atlántico, la Bahía de Biscayne y la afluente comunidad que la originó.
La visión que hizo realidad a Bal harbour comenzó en 1929, y fue diseñada como una comunidad pequeña, moderna y cosmopolita que mantendría a través del tiempo estándares y servicios superiores.
El veloz desarrollo hizo una pausa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se le alquilaron sus tierras a las Fuerzas Armadas estadounidenses por 1 dólar al año.
En 1965, el desarrollador y dueño de una visión única acerca de en qué se convertiría ese "pedacito" de la costa de la Florida, Stanley Whitman lo hizo: abrió el primer shopping ultra exclusivo de Florida y se propuso traer a las mejores marcas de la industria de la moda. Una París cálida con playas espectaculares, soñó Whitman. Pero en Estados Unidos.
Es por eso que la familia Whitman no es una más en Bal Harbour. Ellos entendieron el lujo como un aporte cultural y distintivo de Bal Harbour a la costa de Florida. una mirada más amplia que la mera tenencia o exclusividad para unos pocos. También supieron vincular el lujo con un estilo relajado y de "puertas abiertas" para que todos y cada uno pueda acceder y disfrutarlo.
Con ese espíritu, la familia Whitman, fundadores de Whitman Family Development, se encuentra entre las 25 primeras familias en incorporarse a la comuna de Bal Harbour Village, en los años 50. Se lanzaron a construir un mall que rompió con todas las reglas a la hora de crear un shopping de lujo: el Bal Harbour Shopping (BHS) y lo planearon hasta hoy a cielo abierto, un homenaje para que todos -huéspedes y residentes- puedan disfrutarlo.
La escena gastronómica del BHS es exultante. Concentra los restós: Carpaccio, Makoto y The Zoo, ambos del célebre restauranteur Stephen Starr y The Grill. Una especie de esquina aspiracional, donde todo el mundo quiere sentarse a comer -con o sin mascota- en este conglomerado de restós que no bajan de los 100 dólares el cubierto.
La especialidad de The Grill at BH es la cocina clásica americana con trato gourmet. Pertenece a la reconocida cadena Hillstone, que posee restaurantes en las principales ciudades de los Estados Unidos, entre los más conocidos; los Houston's.
Le Zoo abrió sus puertas en noviembre del 2015, frente al conocido Carpaccio. Su dueño, Stephen Starr además de ser un reconocido especialista en el mundo de la gastronomía y los restaurantes; también es dueño de Buddakan and Morimoto en New York y Steak 954 en Miami Continental Miami. Zoo es un Bistró Francés, que lo transportará a los típicos cafés de París con cocina francesa de autor y una encantadora decoración.
BHS: un shopping diferente desde sus comienzos
Es difícil fijar la atención en un sólo local del BHS. Sobre todo cuando todas las marcas gritan glam y fashionismo desde sus vidrieras.
El primer acierto de la familia Whitman cuando "pensó" este shopping a cielo abierto fue convencer en 1971 a Neiman Marcus, de abrir su primera tienda especializada fuera de su nativa Texas. Así convocó a otras boutiques como Saks Fifth Avenue que antes sólo se encontraban en mecas de la moda sobre los Champs-Elysées de París o la 5ta Ave. neoyorquina.
Reconocido como el pionero de los desarrolladores de tiendas de lujo, Stanley Whitman se convirtió en un osado, un empresario con visión a futuro. La colección de tiendas que reunió es hoy uno de sus grandes legados, y pronto alcanzó la mejor productividad anual de ventas en Estados Unidos.
Hoy, este "Shopping Hall of Fame" es el hogar de más de 100 de las marcas más famosas y lujosas del planeta de indumentaria y joyería, y es comparado de manera constante con la Madison Avenue de Nueva York y el Rodeo Drive de Beverly Hills. Balenciaga, Chanel, Chloé, Fendi, Miu Miu, Oscar de la Renta, Stella McCartney, Tom Ford, Brioni, Dior, Jimmy Choo, Louis Vuitton, Bottega Veneta, Carolina Herrera, Dolce & Gabbana, Emporio Armani, Gucci, Ralph Lauren, Saint Laurent, Salvatore Ferragamo, Valentino, Bulgari, Chopard, Harry Winston, Rolex by Tourneau, Tiffany & Co… La lista es interminable y exquisita.
Una remodelación millonaria
Pero la familia Whitman no encontró el freno en haber diseñado el primer shopping a cielo abierto más exitoso y exclusivo de la costa sudeste de los Estados Unidos.
Recientemente, Bal Harbour Village aprobó el plan de ampliación y remodelación de Bal Harbour Shops por 400 millones de dólares. La renovación de este ícono de las compras y paseo de lujo en Miami, lo conducirá a mantener su liderazgo, y lo guiará hacia una nueva era de prestigio y sofisticación.
GOTMAR GIRON, director de public relations y eventos especiales
de Bal Harbour Shops comentó a Infobae: "A cincuenta años de su inauguración y con el legado de ser el negocio minorista de mayor éxito en los Estados Unidos, está listo para transitar la transformación tan esperada".
La ampliación sumará 31.622 metros cuadrados, en nuevos locales y espacios de paseo a cielo abierto, duplicando la cantidad de locales que posee actualmente. Anticipan la llegada del primer Barneys New York, mejoras notables en la tienda de Neiman Marcus, nuevos restaurantes, incluyendo Freds en Barneys .
La decoración tropical tan emblemática del mall se verá mejorada y una nueva plaza recibirá a las visitas en el ingreso principal del Mall sobre la Avenida Collins. Junto con la constante dedicación por mejorar la experiencia de los clientes, se establecieron lazos firmes y manteniendo el prestigio de la marca a nivel global, que ha generado cantidad de visitantes e inversiones para la comuna.
Este nueva inversión de la familia Whitman, le proporcionará al Village más de 100 millones de dólares en beneficios públicos, incluyendo millones destinados a el nuevo Community Park, la mejora de la alcaldía, dos hectáreas adicionales para Bal Harbour Village, y millones en impuestos anuales que sostendrán a la comuna por los años venideros.
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